Compartimos hacer un Acuerdo Especial sobre las hostilidades

COMPARTIMOS HACER UN ACUERDO ESPECIAL SOBRE LAS HOSTILIDADES

Al cumplirse un año de la mesa de diálogo de La Habana, la ex senadora Piedad Córdoba, en carta abierta a la insurgencia y al gobierno propuso “llegar a un Acuerdo Especial sobre las hostilidades como lo contempla el Derecho Internacional Humanitario”.

Compartimos plenamente la idea de Piedad Córdoba, quien ha venido trabajando con persistencia, transparencia y arriesgando su propia vida, para que se resuelva el conflicto interno y se construya la paz, que queremos y necesitamos todos los colombianos.

En los últimos 23 años hemos reiterado al país nuestra disposición de llegar a un acuerdo para lograr y consolidar la paz, en consecuencia hemos abierto diálogos de paz con cuatro gobiernos, así mismo hemos expresado que mientras se acuerda la paz, tenemos disposición a pactar un cese bilateral del fuego y las hostilidades, y a lograr un acuerdo humanitario, que haga menos cruenta la guerra. Desde esta posición histórica sobre la paz, apoyamos la propuesta de Piedad Córdoba.

Cincuenta años de guerra y más de doscientos años de deuda acumulada por la injusticia social, que excluye al pueblo de la democracia real y participativa, sólo es posible de resolver con hechos reales; la oligarquía y los gobiernos que la representan, no pueden pretender que se resuelva el conflicto con declaraciones de buena voluntad y promesas.

Por esto es necesario que las Partes involucradas en el conflicto demos pasos significativos, que generen un ambiente favorable y la confianza mutua de que se avanza hacia el final del conflicto, alejados de maniobras dirigidas a sacar ventajas. Un cese bilateral del fuego y hostilidades es el mejor termómetro, para medir la seriedad y responsabilidad con que se asume el proceso de construcción de la paz.

No es serio y equilibrado que nos pidan gestos de paz, cuando las Fuerzas Armadas del gobierno bombardean campamentos, emboscan unidades insurgentes, asesinan guerrilleros, y los generales y el ministro de la guerra se ríen de la muerte de éstos; al tiempo que la estructura terrorista del Estado prosigue con el asesinato selectivo de luchadores sociales y políticos.

Con esta visión ventajosa es que el régimen exige a la insurgencia hacer gestos de paz, partiendo de considerar a ésta como la responsable del conflicto social y armado vigente en el país; en cambio, presentan como víctima a la oligarquía, que históricamente ha recurrido a la violencia contra el pueblo para mantener el poder y los métodos de acumulación de capital.

Esta visión de “Cero autocrítica” la difunden los medios de comunicación y distintas instituciones del Estado y la sociedad, con lo que el régimen interpone un obstáculo para construir un camino firme, hacia la terminación del conflicto interno, que cree las condiciones para una paz real estable y duradera.

Consideramos que el gobierno, como representante de los intereses de la oligarquía y no de todos los colombianos, tiene que dar pasos que contribuyan a generar un ambiente favorable y a crear confianzas, como también lo debemos hacer la insurgencia.

En este sentido, valoramos oportuna y correcta la propuesta de Piedad Córdoba, de hacer un Acuerdo Especial sobre las hostilidades, que debe ser respaldado por todos los colombianos comprometidos con la paz, que sueñan con ésta y con la superación de la violencia oficial y de la guerrilla, desde un movimiento social por la paz, que exija la solución política al conflicto social y armado, y “el cese de la guerra para facilitar la construcción de la paz”.
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Editorial de la Revista Insurrección Nº 401