La muerte del gran líder Nelson Mandela, el pasado 5 de diciembre, vuelve a comprobar la ley que dice, que “tras las grandes causas, se hacen los grandes líderes”.
Su causa, la más noble de todas, fue la lucha por la dignidad humana de todas las personas, sin que las diferencias de cultura, raza o creencia, se usen para rebajar o negar tal dignidad.
Mandela dedicó su vida a la lucha por la igualdad, la hermandad, la justicia y la libertad, unas veces empuñando las leyes y otras veces las armas, siempre convencido que el triunfo de la causa justa, depende de la lucha popular.
Mandela deja de estar físicamente entre nosotros, pero sigue vivo en los pueblos del mundo, que seguimos desarrollando la lucha por la humanidad plena de todos y por la supervivencia de la vida en la Tierra.
Rendimos honor y gloria a este guerrero, africano de nacimiento, pero universal por su ejemplo de lucha.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!
¡Ni rendición ni entrega, siempre junto al pueblo!
Comando Central de la Dirección Nacional
Ejército de Liberación Nacional.