¡LA UNIDAD INTERNACIONAL DE LOS COMUNISTAS EXIGE FIRMEZA EN LA DEFENSA DEL MARXISMO LENINISMO MAOÍSMO!
La persistente crisis económica mundial muestra la caducidad del sistema capitalista, cuya fase actual imperialista es de agonía y descomposición, es la fase superior y última en la existencia histórica del capitalismo, más allá de la cual solo sigue la Revolución Proletaria Mundial y el Socialismo — primera fase de la Sociedad Comunista.
La crisis económica no solo ha exacerbado todas las contradicciones mundiales del imperialismo, sino que ella misma, expresa el extremo antagonismo de la contradicción fundamental del sistema, entre una producción cada vez más social y una apropiación cada vez más privada.
Tal antagonismo es la causa profunda de la lucha de las naciones, países y pueblos oprimidos contra sus opresores, donde hoy en las filas de vanguardia marcha la heroica guerra popular en la India, Turquía, Filipinas, y son ingentes los esfuerzos por reorganizarla en el Perú. Es la causa profunda de incesantes movimientos de los esclavos asalariados y las amplias masas trabajadoras, en todos los países. He ahí la razón del temor de la burguesía de los países imperialistas, rasgando sus vestiduras ante el peligro de las armas de destrucción masiva, mientras las fabrican en cantidades colosales, promueven y apoyan guerras reaccionarias, se arman y rearman para una nueva guerra mundial. He ahí el pánico de todos los reaccionarios ante la revolución, condenando las guerras justas de los oprimidos, alabando a pacifistas sumisos como Mandela, clamando por la paz entre explotados y explotadores y la armonía entre oprimidos y opresores, propaganda hipócrita secundada por el socialismo burgués del Siglo XXI, y también por falsos comunistas, que arrepentidos de haberse levantado en armas contra los opresores, corren en auxilio de la burguesía, los terratenientes y los imperialistas, a canjear la revolución por serviles “acuerdos de paz”.
La situación objetiva es excelente para la revolución mundial, pero sigue pendiente resolver su mayor atranque: la unidad internacional de los comunistas. Contra ella conspira el peligro principal revisionista agitando banderas rojas contra el Marxismo Leninismo Maoísmo.
En los 120 años del natalicio del Presidente Mao, es ocasión para refrendar la correcta Declaración ¡VIVA EL MARXISMO LENINISMO MAOÍSMO! del extinto Movimiento Revolucionario Internacionalista – MRI, proclamada justo hace 20 años, el 26 de diciembre de 1993, y para manifestar públicamente nuestra firmeza en su defensa. El MRI fue destruido por el revisionismo, pero no la línea de esa Declaración, en defensa del Maoísmo como desarrollo íntegro del Marxismo-Leninismo a una nueva, tercera y superior etapa: el Marxismo Leninismo Maoísmo.
Hoy, subrayamos la cuestión del poder, hilo político conductor de las tres etapas del desarrollo del marxismo, y que el Presidente Mao resumiera en las palabras magistrales El Poder Nace del Fusil. Es esta la línea de deslinde y distinción con toda otra forma adocenada de marxismo. Es esta la verdadera y consecuente línea de defensa del Marxismo Leninismo Maoísmo, basada en reconocer en la violencia, la partera de la historia y en la lucha armada de las masas, la vía inevitable de la Revolución Proletaria Mundial, desarrollada e integrada por el Maoísmo a la línea militar del proletariado internacional, en la poderosa teoría y práctica de la Guerra Popular, forma superior y continuación de la lucha política por otros medios, que sí sirve a las masas para conquistar el poder, tanto en los países imperialistas como en los países oprimidos, donde fue también el maoísmo quien desarrolló en la teoría y en la práctica, la Revolución de Nueva Democracia para los países semicoloniales y semifeudales como parte de la Revolución Proletaria Mundial, esto es, como una revolución democrática de nuevo tipo dirigida por el proletariado, cuyo nuevo Estado democrático popular, es ya una forma de la Dictadura del Proletariado. Una línea de deslinde, definida, clara y opuesta diametralmente a la “transición pacífica”, podrida teoría revisionista reeditada en este siglo a nombre el Marxismo Leninismo Maoísmo para justificar los “Acuerdos de Paz” que exigen y necesitan el imperialismo, la burguesía y los terratenientes. Oportunismo genuino que mella el filo revolucionario del marxismo para hacerlo aceptable a los enemigos de clase. Su derrota, es imprescindible para la unidad internacional de los comunistas.
La defensa consecuente del Marxismo Leninismo Maoísmo, exige ir más allá de reconocer la lucha de clases y la vía de la Guerra Popular para conquistar el poder. Exige aceptar y defender sin titubeos, que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado, tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases, siendo precisamente el desarrollo maoísta del Marxismo Leninismo, el que elevó la teoría y la práctica de la Dictadura del Proletariado, a la cumbre de la Gran Revolución Cultural Proletaria: Continuar la Revolución bajo la Dictadura del Proletariado.
Fue el desarrollo maoísta del Marxismo Leninismo, el que en la teoría y en la práctica, elevó la comprensión del proletariado mundial sobre las leyes de la lucha de clases en la sociedad socialista, contra la concepción mecanicista del papel de las fuerzas productivas y contra las tendencias militaristas, visualizó la contradicción principal entre el proletariado y la burguesía, el papel dirigente de la Revolución sobre la producción, y ratificó el mando del Partido sobre el fusil.
Pero hoy, los revisionistas Avakian y Prachanda consideran un error histórico la Dictadura del Proletariado, reniegan de ésta, la piedra angular del Marxismo Leninismo Maoísmo, y llaman a enmendarlo con las pestilentes teorías burguesas sobre el “derecho a disentir” y la “democracia multi o pluripartidista”, consistentes en darles a las clases explotadoras derrocadas el derecho a organizarse y a participar en los asuntos del Estado bajo el socialismo, llaman a deponer la fuerza — léase deponer la Dictadura del Proletariado — en el socialismo, borrando con ello, la existencia de las clases y su lucha irreconciliable en el período de transición al comunismo. Tales teorías, presentadas como supuestos desarrollos del Marxismo Leninismo Maoísmo, son típico “olvido” oportunista y tergiversación revisionista del marxismo revolucionario, que plantea todo lo contrario:
“Si se deja que la ideología burguesa se despliegue libremente, la dictadura del proletariado se convertirá en la de la burguesía y el sistema socialista se transformará en capitalista, o en semicolonial y semifeudal. Tenemos que darles un grito de alerta: ¡Camaradas! ¡El enemigo está afilando el cuchillo para decapitarnos y derrocar nuestro poder! ¿Cómo es posible que no lo vean, ni lo oigan, ni lo tomen en cuenta? El poder se toma y se consolida apoyándose en el fusil y la pluma.”
“Por supuesto, distinguir entre nosotros y el enemigo también implica distinguir entre lo correcto y lo erróneo. Por ejemplo, la cuestión de si la razón nos asiste a nosotros o a los reaccionarios internos y externos – el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático –, supone asimismo distinguir entre lo correcto y lo erróneo, pero se diferencia, por su naturaleza, de las cuestiones relativas a lo correcto y lo erróneo en el seno del pueblo. El nuestro es un Estado de dictadura democrática popular, dirigido por la clase obrera y basado en la alianza obrero-campesina. ¿Cuáles son las funciones de esta dictadura? Su primera función es reprimir, dentro del país, a las clases y elementos reaccionarios, a los explotadores que oponen resistencia a la revolución socialista y a los que sabotean nuestra construcción socialista, es decir, resolver las contradicciones entre nosotros y el enemigo interno.”
“…la dictadura del proletariado es necesaria, y la victoria sobre la burguesía es imposible sin una guerra prolongada, tenaz, encarnizada, a muerte, una guerra que exige serenidad, disciplina, firmeza, inflexibilidad y una voluntad única.”
“…es imposible vencer y desarraigar el capitalismo sin aplastar implacablemente la resistencia de los explotadores que no pueden ser privados de una vez de sus riquezas, de sus ventajas en cuanto a organización y conocimientos, y en consecuencia tratarán inevitablemente, durante un periodo bastante largo, de derrocar el odiado Poder de los pobres.”
En honor y recuerdo al Presidente Mao Tse-tung quien elevó la ideología del proletariado a la cumbre del Marxismo Leninismo Maoísmo, nos manifestamos:
Contra la traición revisionista al Marxismo Leninismo Maoísmo, urdida tanto por Avakian y su “Partido Comunista Revolucionario” bajo el rótulo de un desarrollo postmodernista del marxismo, como por las camarillas de Prachanda, Kiran y Cía., y sus partidos en Nepal, nuevos seguidores de la “transición pacífica”.
Contra el centrismo tolerante y conciliador con el Acuerdo traidor en Nepal y su heredero, el nuevo “Partido Comunista” de Nepal (“Maoísta”) cuya línea y programa proclaman fidelidad a los compromisos acordados con las clases reaccionarias de ese país.
Contra la renuncia al Marxismo Leninismo Maoísmo, desde posiciones de “izquierda”, ya sea por la vacilación y el eclecticismo que llevan a retroceder a un “Marxismo Leninismo sin Maoísmo”, posición incompatible con la defensa de la guerra popular y el camino enseñado por la Gran Revolución Cultural Proletaria de continuar la Revolución bajo la Dictadura del Proletariado; o bien sea por reducir la nueva, tercera y superior etapa del Marxismo, a simple “Maoísmo sin Marxismo Leninismo”, pues renunciar al Maoísmo o negar su unidad en un todo único con el Marxismo Leninismo, es abandonar el marxismo revolucionario de la época.
Contra tales líneas y tendencias, mantenemos firmes la bandera de combate al oportunismo izada en 1993: ¡Viva el Marxismo Leninismo Maoísmo!, “ideología universalmente aplicable, viva y científica, en constante desarrollo y enriquecida más ampliamente mediante su aplicación en hacer la revolución así como mediante el avance del conocimiento humano en general. El marxismo-leninismo-maoísmo es el enemigo de todas las formas de revisionismo y dogmatismo. Es todopoderoso porque es verdad.”
El Marxismo Leninismo Maoísmo es la única línea de desarrollo revolucionario del marxismo que puede guiar al triunfo de la Revolución Proletaria Mundial, y única base ideológica para la unidad internacional de los comunistas.
¡CONTRA EL REVISIONISMO, EL CENTRISMO Y TODA FORMA DE OPORTUNISMO:
VIVA EL MARXISMO LENINISMO MAOÍSMO!
¡POR UNA NUEVA INTERNACIONAL COMUNISTA BASADA EN EL MARXISMO LENINISMO MAOÍSMO: ADELANTE!
26 de Diciembre 2013
Arab Maoists
Centre Marxiste-Léniniste-Maoïste (Belgique)
Partido Comunista de Ecuador – Sol Rojo
Unión Obrera Comunista (MLM) – (Colombia)