Llegado el momento final del cese el fuego unilateral, las FARC-EP damos parte al pueblo de Colombia y al mundo, del cumplimiento cabal de nuestra palabra empeñada, por encima de las permanentes agresiones y provocaciones de las fuerzas armadas gubernamentales.
No obstante la campaña de guerra sicológica y la manipulación mediática empleadas por la cúpula militar, el alto gobierno y algunas organizaciones funcionales a su propaganda, podemos aseverar que los escasos hechos de guerra en los que se vieron involucradas unidades nuestras durante el mes de cese el fuego, correspondieron a acciones de legítima defensa producidas ante la persecución y asedio delirantes que tropas y unidades policiales practicaron sin tregua durante el mes que se cumple.
Contrasta la actuación del gobierno, quien previa la entrada en vigencia de nuestro cese el fuego, dispuso una incesante campaña de exterminio contra unidades guerrilleras en el país. Estructuras del Frente 34 en Murindó, del 53 Frente en Cubarral, del Sexto Frente en el Cauca, del 29 Frente en Nariño, del Frente Policarpa Salavarrieta y la Compañía Darío Bonilla en el Meta, entre otras, incluida una fuerza del ELN en el Catatumbo, fueron objeto de aleves bombardeos nocturnos, complementados con ametrallamientos y desembarcos de tropas profesionales. Algunas de estas brutales agresiones consiguieron parcialmente sus objetivos, en tanto que en la mayoría, pese a las dificultades, nuestros guerrilleros superaron con éxito la embestida homicida del gobierno de Juan Manuel Santos.
Empezando el 16 de diciembre helicópteros artillados ametrallaron hasta destruir la vivienda del campesino Segundo Pascual Angulo, privado de la libertad un año atrás, en Corriente Grande, Tumaco. Dos semanas después la banda terrorista que se hace llamar Comando Específico del Caguán destruyó otra vivienda en la vereda Jordán, de Puerto Rico, Caquetá, asesinando tres civiles que fueron presentados como guerrilleros de las FARC.
Las operaciones militares se incrementaron en todos los departamentos del país, al tiempo que el ministro de defensa alentaba a las fuerzas armadas a avanzar en su plan Espada de Honor 2, produciendo más y mejores resultados, y en últimas la victoria final sobre el terrorismo en 2014. También anunció los propósitos de adquirir 70 vehículos blindados y cuatro buques, modernizar los helicópteros AH-60 Arpía y aumentar en 15.000 hombres el pie de fuerza policial.
Del mismo modo el Presidente Santos al incorporar el 3 de enero nuevos helicópteros y unidades fluviales a la Armada Nacional, afirmó contar con las Fuerzas Armadas mejor capacitadas y mejor equipadas de la historia, las cuales continuarán fortaleciéndose en todos los frentes, repitiendo lo expresado en su saludo de año nuevo en el sentido de era gracias a su accionar militar y represivo que Colombia se había convertido en el país de las mil maravillas.
En ese país de Jauja que predica el Presidente, organizaciones sociales y populares balancearon al fin de año el asesinato impune de 26 dirigentes sindicales de la CUT y de 25 integrantes de la Marcha Patriótica, sólo en el 2013, ramillete coronado este comienzo de año por los crímenes contra Ever Luis Marín Rolong en Soledad, y Giovany Leyton en San José del Palmar, así como con el nuevo montaje de la inteligencia militar contra el profesor Francisco Tolosa, en prueba del afán del régimen colombiano por descabezar una y otra vez el movimiento social de inconformidad y protesta.
También en ese breve lapso, tribunales y jueces del país anunciaron la vinculación de personal militar al proceso por el crimen del humorista Jaime Garzón, ordenaron la detención de un mayor de la Policía por su responsabilidad en la masacre de Mondoñedo, acusaron a un mayor del Ejército, un sargento y seis soldados por un falso positivo en Vistahermosa y condenaron a la Nación por la detención ilegal y arbitraria de dos docentes de Antioquia por elementos de la Policía Nacional. Se conoció además del asesinato del soldado profesional Edinson Camelo por parte de su superior jerárquico en Villavicencio, y fueron sindicados un oficial de la Policía y un patrullero por la golpiza y asesinato de un joven detenido en Medellín. Son el tipo de hechos por los que el ex Presidente Uribe considera que no deben ser privados de la libertad los que llama héroes de la patria.
El denunciado por crímenes de guerra y contra la humanidad, ex general Fredy Padilla, aspirante al Senado en las listas apoyadas por el Presidente Santos, tuvo a bien confesar el propósito oficial de materializar el fin del fin del conflicto con los diálogos de La Habana, en aplicación de la vieja lógica lopista de derrotar militarmente a la guerrilla antes de obligarla a la rendición en la Mesa, estrategia de la que se siente protagonista principal. Eso explica la actitud gubernamental ante nuestro cese el fuego y pone en evidencia lo que realmente significa la paz para el actual gobierno.
50 años de guerra continua prueban que el fin del conflicto y la paz no podrán alcanzarse mediante la represión y la fuerza bruta del Estado, causas fundamentales de la confrontación que la alimentan en un círculo infinito. Percibimos que cada vez es mayor el número de colombianos que se hace consciente a ese respecto y lo manifiesta abiertamente. Sólo ellos, unidos, organizados y movilizados podrán conseguir que la oligarquía colombiana y el militarismo se detengan y acepten examinar y solucionar las verdaderas razones por las que el pueblo colombiano se rebela.
Este 2014 será un año definitivo en esa dirección. Las FARC-EP seguiremos apostando a las vías del diálogo y la reconciliación, sin que ello signifique jamás que recogeremos nuestras banderas de soberanía, democracia y justicia social para Colombia. Creemos, como Jorge Eliécer Gaitán, en la conciencia del pueblo colombiano, y decimos como él: seremos superiores a la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero letal.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP