A SEIS AÑOS DE LOS CRÍMENES DE RAÚL REYES E IVÁN RÍOS
Marzo de combatividad y memoria
Han pasado seis años desde aquel primero de marzo en el que nos sorprendió la noticia de la caída de nuestro querido comandante Raúl Reyes. Los voceros de la oligarquía escupieron todo su veneno sobre el cadáver del camarada guerrillero y festejaron sobre los cuerpos destrozados de los combatientes que lo acompañaban y murieron con él; hombres y mujeres leales a la causa del pueblo, que ofrendaron la vida luchando por la libertad.
El siete de marzo del mismo año, otra tragedia nos asaltó de nuevo; esta vez con el asesinato del camarada Iván Ríos. “En un acto que refleja la degradación de la guerra, los asesinos cortaron la mano derecha del comandante para presentarla como trofeo y como prueba de su acción cobarde”. Queriendo disminuir la estatura moral de este pequeño gigante de la revolución colombiana, salpicaron su nombre de calumnias, al tiempo que quisieron convencer al país de que era legítimo asesinar y mutilar a un hombre de esa manera. Todo eso lo amparaba la nefasta “seguridad democrática”.
Una campaña en dirección a la desmovilización y la entrega de las armas insurgentes se desató de inmediato por los grandes medios. Cuestionando la vigencia y justeza de la lucha armada, nos invitaron a traicionar a nuestro pueblo y a pedir perdón por alzarnos en armas contra las injusticias del Estado. Ninguno de sus vacíos argumentos fue productivo, porque en el pecho de los guerrilleros farianos late con fuerza el compromiso con los pobres de Colombia, el mismo compromiso que surgió en Marquetalia y hemos jurado llevar hasta la victoria.
Siguiendo ese camino, las unidades y frentes del Bloque Martin Caballero unimos nuestra voluntad a las luchas y sufrimientos de los habitantes de la costa caribe colombiana; a los despojados de la tierra por causa de la explotación minera del Cerrejón, en la Guajira, y la Drummond, en la Jagua de Ibirico y La Loma, Cesar; a las víctimas del paramilitarismo estatal, a los damnificados por las inundaciones en el sur del Atlántico, que hace más de tres años esperan el cumplimiento de las promesas hechas por el gobierno de las casas en el aire de Juan Manuel Santos. Todos ellos son la razón de nuestra existencia. Rendimos homenaje a los caídos e invitamos a seguir su ejemplo.
Se equivocan el imperio y la oligarquía vende patria que gobierna a Colombia, si en sus cuentas están la desmovilización de nuestra fuerza y la entrega de nuestras armas, cuyo destino es la defensa de la justicia y la soberanía de la patria. En las FARC-EP no tenemos alma de traidores, sino de patriotas que honraremos nuestra memorable historia de sacrificios con el cumplimiento de nuestro juramento de victoria.
En el sexto aniversario de este crimen de Estado que arrebató de nuestro lado a luchadores libertarios incansables, rendimos homenaje sentido a Iván Ríos y Raúl Reyes, así como a las mujeres y hombres valerosos que cayeron a su lado, quienes indiscutiblemente son ejemplo para las nuevas generaciones de guerrilleros, milicianos bolivarianos y militantes del Partido Comunista Clandestino. En memoria de nuestros caídos y de nuestro insigne fundador Manuel Marulanda Vélez, reiteramos nuestro juramento de vencer.