Nos hemos enterado, aquí en La Habana, de su solicitud para que en la lista de presos que eventualmente el gobierno de los Estados Unidos envíe a Colombia, se incluyan los nombres de Simón Trinidad y de Sonia, guerrilleros de las FARC, privados de su libertad, por razones políticas, en cárceles estadounidenses.
Permítanos, señor ex presidente, hacer un reconocimiento a su generosidad, su conciencia humanitaria y compromiso coherente con la paz de Colombia. Usted siempre sostuvo en el pasado una posición firme y resuelta, argumentada en principios humanitarios y costumbres civilizadas, en favor del intercambio de prisioneros por motivos del conflicto.
Abrigamos la esperanza que su petición exteriorizada en un foro sobre derechos humanos, despierte en el gobierno de Colombia la misma sensibilidad que lo ha llevado a usted a emprender esta iniciativa, que sin duda redundará en beneficio de la paz que anhela el pueblo colombiano.
Desde la instalación de los diálogos de paz, hemos pedido, todos los días, que los gobiernos que tienen en sus manos esta decisión, permitan la presencia de Simón Trinidad en La Habana, designado por las FARC como uno de sus plenipotenciarios de paz, para que contribuya con su reconocida sabiduría y sindéresis, a la construcción del acuerdo que ha de poner fin al prolongado conflicto colombiano.
No dudamos que las autoridades norteamericanas, comprenden que la concreción de esta petición, inspirada en su decisión de liberar a decenas de prisioneros de Guantánamo, constituirá un extraordinario y esperado gesto del gobierno de los Estados Unidos hacia la paz en Colombia.