Derrocado Mahuad, por el levantamiento popular, la oligarquía y el imperialismo norteamericano, temerosos de que el pueblo gobierne, recurrieron a la desgastada y servil cúpula militar, para imponer a través de la fuerza, la sucesión presidencial e instalar en el poder a Gustavo Noboa. y así, mantener la desfigurada y corrompida democracia burguesa, para continuar impulsando la dolarización, las privatizaciones y las medidas económicas hambreadoras.
Muestra de ello es que, en apenas tres meses de gobierno del actual régimen, se han encarecido permanentemente los víveres de primera necesidad y las medicinas, se han elevado las tarifas de transporte y se mantienen los
sueldos de hambre.
No conformes con esto, Gustavo Noboa, envalentonado con el respaldo de los socialcristianos, de los demócratas populares, de los roldosistas y de las cámaras de industria y comercio, anuncia a los cuatro vientos la eliminación
de los subsidios, lo que significará, la elevación de las tarifas de energía eléctrica y teléfonos, el alza de los combustibles (gas y gasolinas). Lo que traerá consigo, miseria y desesperación a nuestro pueblo.
Por otro lado, se continúa cercenando la soberanía nacional permitiendo la instalación de bases militares yanquees en Manta y en el Oriente; así como también, la presencia masiva de militares norteamericanos, con el claro propósito de apoderarse del Ecuador para invadir al pueblo colombiano. Este catastrófico panorama, ratifica el hecho de que nunca la oligarquía y sus corruptos partidos politiqueros de derecha resolverán la crisis y realizarán
los cambios que anhelan las masas trabajadoras.
No queda otro camino màs que el señalado por las organizaciones populares, donde obreros, indígenas, campesinos, maestros, artesanos, comerciantes minoristas, moradores de barrios pobres, etc., con gritos insurgentes, como tableteo de ametralladoras, se hagan escuchar; y, en combates màs resueltos y elevados, construyan una poderosa e invencible unidad que edifique la
Unica vía para alcanzar la esperanza de una sociedad nueva, donde haya justicia, libertad, democracia, sin explotados ni explotadores.
El estallido social se aproxima y será en medio de esta realidad que surja la lucha armada, donde los explotados forgen su propio ejército, para someter a los oligarcas vende patria y así defender y garantizar la constitución del gobierno popular antiimperialista.
Los GCP, conmemoramos hoy, la lucha insurgente de los obreros de Chicago y llamamos a la juventud rebelde, a incorporarse al combate callejero y con los rostros ocultos, continuemos detonando las balas de la inconformidad
social, junto a la clase obrera y al pueblo, para marchar seguros a la conquista de la victoria.