Discurso de Gumersindo Rodríguez en el Mitin de Maracaibo

DISCURSO DE GUMERSINDO RODRÍGUEZ EN EL MITIN DE MARACAIBO

Compañeras y compañeros de la izquierda revolucionaria: (Aplausos).

Estamos comenzando esta noche uno de los momentos más trascendentales de la historia venezolana. Vamos a desempolvar el movimiento democrático y a crear una gigantesca, una incontenible fuerza de izquierda para llevar hacia adelante la revolución venezolana. (Aplausos).

Este extraordinario, este inconmovible movimiento de masas que comenzó esta noche en el Zulia, es la consecuencia de un largo proceso de luchas del pueblo venezolano, que le permitió ver dónde están sus defensores y dónde están los traidores de la revolución en Venezuela. (Aplausos y gritos).

Aquí estamos resteándonos, compañeros.. Aquí nos encontramos quienes, desde diferentes posiciones en el partido, venimos a enumerar un momento las profundas diferencias con una claque que se infiltró en el movimiento democrático (aplausos), de una claque que estafó los más puros y más nobles conceptos del pensamiento revolucionario.

Aquí estamos con el paladín, con el jefe de la izquierda venezolana, Dr. Domingo Alberto Rangel (aplausos) a quien una extraña decisión, de un organismo que pronto no dirigirá a más nadie sino a sí mismo y a su propio fracaso, pretendió sancionar (aplausos) con un Tribunal Disciplinario general y absolutamente enano para nosotros. (Aplausos).

No... no puedo, compañeros, hablar mucho. Pero el país ha sido conmovido por la decisión de un clan que ya está dejando de representar los intereses del partido. (Aplausos).

Una combinación de senectos políticos que ya no tienen nada que hacer en la agenda del movimiento revolucionario. Una combinación repito, de políticos en período de obsolescencia (aplausos) y una banda gangsteril que está aplicando los procedimientos del pistolerismo político y que se llama Grupo ARS (gritos). Esta banda pistoleril y la corte de fariseos no está, compañeros, en los tráficos del socialismo sino en los tráficos del hampa, en Al Capone y en Dilliger. (Aplausos).

Y es contra ellos contra los que estamos insurgiendo y a quienes vamos a darle la pelea, para que no se siga consumando esta traición que desde hace poco se inició en un Palacio que conoce mucho la historia venezolana. (Aplausos).

Quiero terminar este saludo, afirmándoles que no habrá un momento en que vacilemos para continuar esta lucha emprendida por el puntal del movimiento para llevar, no al tribunal disciplinario, no al tribunal disciplinario formal, sino al tribunal disciplinario de las masas, a una tanda de aventureros que viene trabando la revolución. (Aplausos).