República Mexicana, 1 de mayo de 2001

Al Pueblos de México
A las Organizaciones Revolucionarias de México
A los Pueblos Hermanos del Mundo


Un día como hoy, 1° de mayo de 1886, cayeron los mártires obreros de Chicago en lucha contra los señores del gran capital y en contra de las condiciones de miseria, ignominia, ignorancia, etc., a que fue condenado el grueso de las clases trabajadoras.

Un día como hoy, 1° de mayo de 1886, cayeron los mártires obreros de Chicago a consecuencia de la irrenunciable gula represiva de los señores del gran capital y sus representantes que trabajan en el gobierno, quienes nunca cedieron a la tentación de sacrificar a las clases trabajadoras en aras de garantizar el dominio de los señores del gran capital.

Un día como hoy, 1° de mayo de 1886, cayeron los mártires obreros de Chicago, en los Estados Unidos de Norteamérica (léase el representante más nítido de los grandes imperialistas).

Este hecho, por acuerdo del Congreso de la Primera Internacional Comunista en el año de 1887, se recuerda cada año como “El día del trabajo”, a fin de reivindicar los derechos de los trabajadores y la lucha de estos para garantizar el ejercicio pleno de los mismos.

En México, este 1° de mayo será recordado como el día que las máscaras del gobierno y Estado Mexicano cayeron todas, una a una, para mostrar su verdadero rostro; el rostro de la mentira, de la barbarie, de la confirmación de éste como un gobierno al servicio de los señores del gran capital, y el rostro de la insaciable búsqueda de dominación, subyugación y cancelación de los más elementales derechos del pueblo de México,

Bastaron tan sólo cinco meses al nuevo gobierno (el del señor Vicente Fox y compinches; el de los Diegos Fernández de Cevallos, los Manuel Barttlet, los Enrique Jackson, los Jesús Ortega -Chuchos-; el de Carlos Abascal ¡Dios guarde la hora!, Etc.) para mostrar el rostro de la mentira, del rencor, de la ignorancia, de la continuidad de las viejas políticas de globalización económica y de globalización de la miseria y privatización de la riqueza.

Bastaron menos de cinco meses para mostrar el hambre casi obscena de continuidad de la política neoliberal que los “Globalifílicos” exhiben a través de “Reformones” en la política fiscal (aplicar el IVA a los alimentos, medicamentos y libros y, faltaba más, a las colegiaturas de las escuelas particulares), a través de un proceso progresivo de obscurantización de corte inquisitorial, censurando lo que debe ser o no leído para no herir la “moral” de nuestros diáconos del gabinete; a través de pseudoaprobaciones de leyes (léase con minúscula) que coartan los derechos más elementales de un sector que abarca nada menos que al 10% de la población total de nuestra nación, los indígenas; por no enunciar una larga cadena de trampas y faltas elementales a los principios de convivencia democrática bajo la lógica de un Estado de Derecho.

Bastaron menos de cinco meses para mostrar, una vez más, que debemos resistir, organizarnos y defender con todos los medios a nuestro alcance la dignidad, los derechos humanos más elementales y la necesidad de la transformación radical de nuestras condiciones materiales de miseria, hambre, ignorancia y exclusión.

Bastaron menos de cinco meses para mostrar que nada es para siempre, mucho menos las máscaras con las que pretenden engañarnos los señores del poder económico y del gobierno federal.

Hoy, 1° de mayo del año 2001, se muestra claramente que el único remedio para superar el estado de cosas actual consiste en que nuestro pueblo se organice y luche, por todos los medios a su alcance, para transformar radicalmente las condiciones de miseria, hambre, ignorancia, antidemocracia, dominación, exclusión, etc., a las cuales pretende orillarnos más y más el gobierno representado y dirigido por el señor Vicente Fox y sus ayudantes (eufemísticamente llamados gabinete de gobierno y cámaras de senadores y diputados).

Hoy, 1° de mayo del año 2001, se muestra claramente que no existe en nuestro país una organización, cualquiera sea ésta, que por sí misma pueda dirigir la lucha por la defensa de la dignidad y por la transformación radical de las condiciones materiales de existencia que hunden cada vez más en la miseria, hambre, ignorancia, dominación, exclusión, a nuestro pueblo.

Hoy, 1° de mayo del año 2001, se muestra claramente que no queda al pueblo de México otra vía, que no sea la vía democrático-revolucionaria (constituida ésta por todas las formas posibles de organización y lucha), para en verdad ser escuchados y dejar de ser ninguneados por los señores del gran capital y su representante más fiel, el gobierno federal en sus tres niveles: El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Este 1° de mayo se muestra claramente que excluyéndonos los unos a los otros, que separándonos, aislándonos, divorciándonos, sectarizándonos, somos vulnerables; que requerimos de unidad de acción para construir el poder popular y avanzar en la defensa de los legítimos derechos que como seres humanos y como mexicanos debemos ejercer plenamente; que la transformación radical de las condiciones que nos oprimen demanda la humildad y la disposición para conjuntar esfuerzos hacia las siguientes metas: a) Un gobierno democrático popular, b) Una nueva Constitución, c) Un reordenamiento económico social y d) Una República Democrática Popular.


Fraternalmente:

¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡¡¡

PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA
PDPR-EPR-TDR


República Mexicana, 1° de mayo del 2001.