República Mexicana, 18 de Mayo de 2001

Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
Hermanas, hermanos:


Con indignación, coraje y rebeldía miles de mexicanos recordamos la masacre de Atoyac de Alvarez, Guerrero, perpetrada hace 34 años por el mal gobierno.

Miles de mexicanos recordamos el asesinato de cinco compañeros campesinos y entre ellos el de una mujer, en cuyo vientre latía la vida inocente de un ser condenado a morir, antes de conocer la luz del día, por el gobierno.

Miles de mexicanos recordamos y seguiremos recordando la cobarde emboscada gubernamental contra un grupo de padres de familia cuyo único “delito” fue levantar la cabeza, con decisión y dignidad, frente a la prepotencia de la directora de educación primaria, que fungiese como representante civil del poder represivo y caciquil de Israel Nogueda Sotero y de Gustavo Días Ordaz, gobernador de Guerrero y presidente de la república, respectivamente.

Miles de mexicanos seguiremos recordando que esta emboscada y esta masacre tenía por objeto asesinar al Profesor Lucio Cabañas Barrientos y poner de rodillas a los padres de familia que intentaron poner alto a tanta burla y prepotencia.

Miles de mexicanos seguiremos recordando que de esta masacre y de este atentado a la vida y a la dignidad humana surgió el Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, dirigidas por el comandante revolucionario Lucio Cabañas Barrientos.

Miles de mexicanos recordamos y seguiremos recordando los golpes y las derrotas que la guerrilla de Lucio propinó al ejército y al gobierno federal, demostrando cuan vulnerables e incapaces resultan estos, cuando el pueblo se decide a emprender la lucha por su liberación.

Miles de mexicanos seguiremos recordando la tenaz resistencia del Partido de los Pobres y del pueblo guerrerense frente a las 17 campañas militares desarrolladas por el ejército federal durante siete años de guerra contrainsurgente; asimismo, miles de mexicanos seguiremos recordando a los cientos de desaparecidos, torturados, presos y asesinados políticos que fueron víctimas de la represión gubernamental y, en consecuencia, miles de mexicanos seguiremos luchando por restañar, con dignidad y con justicia, esta profunda herida infligida por los capitalistas y el gobierno al pueblo mexicano.

Pero hoy ya no somos miles, somos millones los mexicanos que no dejaremos caer en el olvido los asesinatos perpetrados, bajo el régimen neoliberal, por los gobiernos priistas de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari, ni tampoco podremos olvidar las masacres de Acteal, del Bosque, de Aguas Blancas y del Charco perpetradas por el gobierno de Ernesto Zedillo.

Hoy somos millones los mexicanos que reclamamos y seguiremos reclamando ¡Justicia! ¡Democracia! y ¡Libertad! frente a los crímenes de lesa humanidad cometidos por los señores del dinero y sus gobiernos; sobre todo ahora que la más cínica impunidad sigue reinando en nuestro país, bajo el signo del gobierno gerencial-foxista, que no ha hecho más que ahondar la privatización del país y el empobrecimiento de millones de mexicanos; sobre todo ahora que siguen sin castigo los autores intelectuales y los principales ejecutores de la guerra sucia - desatada contra el pueblo en los años 60 y 70 - destacando entre los ejecutores de dicha guerra el General Mario Arturo Acosta Chaparo, el General Humberto Quiróz Hermosillo, Miguel Nassar Haro y decenas de represores más; sobre todo ahora que siguen en calidad de desaparecidos políticos más de 800 ciudadanos, luchadores sociales y militantes de diversas organizaciones armadas revolucionarias, sin que las demandas populares de justicia hayan sido atendidas jamás efectivamente por ningún gobierno.

Hoy, somos millones los mexicanos que luchamos por un verdadero cambio en nuestro país, rechazando la estrategia neoliberal que ha reducido a la pobreza a la inmensa mayoría del pueblo mexicano; pobreza que niega a éste la libertad de elegir y realizar, con dignidad, los objetivos que puedan dar sentido pleno a su existencia (individual y colectiva) y que bloquea el acceso a una democracia plena y a una justicia verdadera.

A 34 años de la masacre de Atoyac, los militantes, combatientes y pueblo en lucha organizados en nuestro partido-ejército-tendencia, hacemos un llamado al pueblo de México y a sus organizaciones democráticas revolucionarias a impulsar la unidad y a construir un verdadero poder popular, en y por medio de la lucha democrática revolucionaria; hacemos un llamado, particularmente, a la izquierda revolucionaria a impulsar la elaboración de una Línea Política Común, así como la construcción de una Dirección Compartida, para poder franquear las barreras y las distancias que nos separan y dividen, como pueblo en lucha; pues dichas distancias nos hacen vulnerables ante los grandes capitalistas y sus gobiernos, debilitando nuestros esfuerzos por llevar a cabo la realización de un proyecto de Nación, digno y justo, que incluya a los pueblos indios como sujetos de derecho público y libere a las clases trabajadoras del dominio y de la explotación del gran capital nacional y extranjero.


Fraternalmente:


¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡¡¡

PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA
PDPR-EPR-TDR


República Mexicana, 18 de Mayo de 2001.