Saludo al Consejo Nacional de Paz

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, mayo 28 de 2014.

Señores: CONSEJO NACIONAL DE PAZ.

Cordial saludo.

La Delegación de Paz de las FARC-EP saluda la conformación del Consejo Nacional de Paz, organismo creado por la Ley 434 de 1998 como mecanismo coadyuvante para la superación del conflicto armado, y que desafortunadamente ha brillado por su ausencia en la historia reciente de la confrontación, preciso en la etapa más violenta y desgarradora para nuestro pueblo.

Consideramos que en la actual coyuntura cualquier esfuerzo colectivo en favor de la paz como objetivo supremo de los colombianos, tiene un alto valor.

Hemos insistido en que la guerra perpetua no puede ser el destino de Colombia y en torno a esta idea hemos desplegado nuestras energías en propuestas para la construcción en La Habana de un Acuerdo Final que conduzca a la finalización del Conflicto y a la construcción de una paz con dignidad y justicia social, estable y duradera.

Los avances alcanzados son demostración de que el final de la confrontación no solo es deseable, sino posible.

Desde el momento mismo de las conversaciones exploratorias que condujeron a la firma del Acuerdo General que guía la Mesa de La Habana, hemos insistido en la necesidad de una amplia y permanente participación de las diversas expresiones de la ciudadanía colombiana en el proceso de paz.

No obstante, en nuestra opinión, tal participación sigue siendo insuficiente y ésta ha sido quizá la principal dificultad del mismo.

Para las FARC-EP la paz debe ser una política de Estado, una decisión de las mayorías que esté por encima de cualquier interés mezquino. En eso coincidimos con la misma ley que dio origen al Consejo Nacional de Paz, cuando reza en su Artículo 1: “La política de paz es una política de Estado, permanente y participativa”.

A la espera de los mejores resultados de este Consejo y haciendo votos para que su accionar sea una herramienta estable que supere coyunturas electorales y se mantenga como un brazo más en la lucha permanente del pueblo colombiano por la superación del conflicto armado, manifestamos las siguientes consideraciones respecto a su funcionamiento:

La participación que la ley prevé para organizaciones y movimientos sociales debe recoger el actual panorama nacional de este campo, que se ha enriquecido y abigarrado profundamente. Para la paz con justicia social que nuestro pueblo anhela, se requiere del concurso de los movimientos sociales en su diversidad, como parte fundamental del acontecer nacional.

Así mismo, franjas de la sociedad de probada movilización social por la paz y la democracia, como las juveniles, las de mujeres, las que luchan por el derecho a la salud y la vivienda, o las organizaciones LGBTI, requieren de una representación acorde con su papel dentro de la Colombia contemporánea.

Les deseamos éxitos en sus labores.

Atentamente,

Delegación de Paz de las FARC-EP