Desde las montañas colombianas comunico al pueblo que es falsa la noticia aparecida en los medios masivos de comunicación. Que continúo luchando con las armas en la mano junto a mis compañeros y al pueblo de Colombia. Sigo el ejemplo de mis hermanos en el sacerdocio, Camilo Torres Restrepo, Domingo Laín, José Antonio Jiménez y tantos otros caídos en Nicaragua, Guatemala, El Salvador; y de mis hermanos obreros, campesinos, estudiantes y profesores caídos en la lucha por la liberación nacional y la construcción del socialismo.
Es falsa la noticia de que haya invitado a deponer las armas a los compañeros del Frente Camilo Torres Restrepo, al que me siento orgulloso de pertenecer. Nuestro Frente, nuestra Organización continúan, hoy más que nunca convencidos de la justeza y la necesidad del proceso de Guerra Popular Prolongada, que esta comenzando a desarrollar el pueblo.
Me siento totalmente identificado con los principios y objetivos de lucha del Ejército de Liberación Nacional y con sus combatientes comparto mi vida de luchador popular. Es cierto que analizamos críticamente los errores cometidos como Organización porque querernos ser más fieles, más eficaces para el pueblo.
Nos preparamos para participar más acertadamente en la Guerra Popular Prolongada. Impulsamos la Organización de la clase obrera, el campesinado, el estudiante, los intelectuales honestos y los cristianos, para librar las batallas históricas por nuestra liberación definitiva. Impulsamos las luchas legales y la organización clandestina, por mejores condiciones de vida y por la toma del poder. Impulsamos la construcción del ejército revolucionario del pueblo, partiendo de las organizaciones armadas que van surgiendo en campos y ciudades y luchan honestamente contra el sistema de explotación, hambre y represión.
El gobierno y sus órganos de información no podrán confundir al pueblo, aunque seamos sacerdotes, sino por la fuerza de un pueblo unido y organizado que lucha con las armas en la mano y con la movilización combativa por la conquista de sus intereses más sentidos.
Como sacerdote me siento comprometido en las luchas del pueblo:
1. - Porque siguiendo el Evangelio que proclama igualdad de todos los hombres en el mundo, he optado por los pobres que luchan para que esto sea realidad.
2. - Porque no puedo vivir la fe en mi pueblo, sin compartir el destino de los explotados hasta las últimas consecuencias.
3. - Porque compartir el destino de los explotados es luchar contra el sistema capitalista organizado por los explotadores y trabajar por la construcción de una sociedad más justa, sin explotadores, ni explotados.
4.- Porque me siento miembro de un pueblo que lucha por pan, tierra, educación y liberación.
Plenamente consciente de mi responsabilidad como hombre sacerdote y revolucionario, he asumido el compromiso de ser miembro del E.L.N., porque la violencia revolucionaria es el único camino para construir la paz y la igualdad entre los hombres.
Hago un llamado especial a los cristianos para que luchen por sus objetivos inmediatos y que se unan en la lucha de todo el pueblo, por la liberación nacional y por la construcción del socialismo.