Hoy, 26 de julio, cuando se conmemora en toda la isla el aniversario 61 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército Pueblo, FARC-EP, deseamos sumarnos al júbilo del pueblo cubano, con toda razón orgulloso de su gesta y de sus logros.
Este día se recuerda de manera especial el grito heroico de rebeldía y el comienzo de la marcha decidida hacia la libertad, la dignidad y la justicia con las que soñara el Apóstol José Martí para su patria, que no sentía solo como Cuba, sino como la América toda y la humanidad entera. Es por tanto una fecha de celebración universal, pues no existe un lugar en el mundo en el que los pueblos no se levanten contra la opresión y en el que los tiranos no tiemblen ante el ejemplo de audacia y osadía encabezado por Fidel.
Seis décadas y un año después de lo del Moncada, el imperialismo norteamericano, a la cabeza de una auténtica red mundial del capital transnacional, padece con todo el mundo capitalista las consecuencias de su modelo de acumulación y concentración de la riqueza, que al tiempo que crea fortunas que ni el rey Midas soñó, también condena la mayoría de la humanidad a un seguro desastre ambiental, a la guerra, las enfermedades, la pobreza y la injusticia. La pírrica posibilidad de consumo nacida de la asombrosa inequidad creada, también genera la crisis de superproducción y el caos económico del que los imperialistas intentan en vano huir, acelerando el saqueo y la explotación en todo el planeta.
Nunca como ahora adquiere toda su importancia el camino señalado por la revolución cubana. Una revolución cumplida por todo un pueblo que sabiamente organizado y dirigido conquistó la liberación para siempre. Pero no solo los pueblos aprenden de las revoluciones, también el Imperio y las oligarquías asimilan las lecciones que les dejan sus derrotas. Y entonces se tornan más hábiles, más crueles, más implacables y astutos para impedir que se repitan. Hoy los pueblos estamos obligados a librar las luchas en condiciones mucho más difíciles, que implican verdaderos retos a la inteligencia colectiva y que hacen más necesaria que nunca la integración y la solidaridad entre los proletarios de todo el mundo.
Las FARC-EP tenemos que agradecer a Cuba y a su dirigencia mucho más que su ejemplo y enseñanzas. Sentimos en lo más hondo la solidaridad y el cariño del pueblo cubano, la extrema diligencia con la que el gobierno de este país contribuye en todo cuanto pueda significar la paz para Colombia, la que por encima de las consideraciones diplomáticas que como Estado corresponde guardar, sabemos que interpretan también como la democratización verdadera y la justicia social para nuestra patria.
En su histórica defensa por lo del Moncada incorporó Fidel, de Martí: "…Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana…". Las FARC-EP somos perfectamente conscientes de ello, y creemos también que Cuba encarna el decoro del género humano, y seguirá por tanto luchando sin tregua contra el imperialismo y cualquier forma de explotación, hasta alcanzar algún día, más por sus luces que por su fuerza, el sueño comunista para todas las mujeres y hombres de La Tierra.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP