Las delegaciones del Gobierno Nacional y las FARC- EP queremos, en primer lugar, agradecer al primer grupo de víctimas del conflicto por haber asistido a la Mesa de Conversaciones, y en especial, por haber compartido con nosotros sus testimonios, opiniones y propuestas que fueron expresados con mucho valor y franqueza.
Éstos no sólo serán un insumo fundamental, junto con los más de 3.000 testimonios y propuestas recogidos en los foros sobre víctimas y las más de 5.000 propuestas que nos han llegado a la Mesa para la construcción de acuerdos en el punto 5, sino que nos han puesto de presente nuevamente, de la manera más palpable posible, por qué estamos trabajando para el fin del conflicto, la construcción de una paz estable y duradera y la reconciliación.
La reunión se desarrolló en un ambiente de solemnidad, respeto y, sobre todo, de mucha atención al testimonio y las propuestas de cada una de las víctimas.
Ambas delegaciones ratificamos ante el primer grupo de visitantes que trabajaremos sobre la base de los 10 principios rectores acordados, y en particular sobre la base del reconocimiento de los derechos de las víctimas, con el fin de garantizar su mayor satisfacción y dar garantías de no repetición.
Consideramos que este fue un momento trascendental del proceso. Desde el inicio dijimos que las víctimas estaban en el centro del Acuerdo. Con esta primera reunión en La Habana, de manera más directa, se hace realidad este propósito. Recibimos sus manifestaciones de dolor y sus demandas como un imperativo ético y moral para concluir exitosamente estas conversaciones.
Reconocemos especialmente las manifestaciones de compromiso de las víctimas con la paz.
Esta fue la primera de cinco visitas que harán delegaciones de víctimas a La Habana. Agradecemos a la Conferencia Episcopal, a la Organización de las Naciones Unidas en Colombia y al Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional por el enorme esfuerzo que hicieron para organizar esta visita en un corto tiempo.
Igualmente, agradecemos a los países garantes –Cuba y Noruega- y acompañantes -Venezuela y Chile- por su valiosa contribución a la realización de este histórico acontecimiento y destacamos con gratitud la eficaz labor de Cuba como país anfitrión en la organización, recepción y atención, con todos los medios necesarios, de esta primera visita de las víctimas y sus acompañantes hasta culminarla exitosamente.
Esperamos recibir a la siguiente delegación el próximo ciclo.