Toda la solidaridad para nuestros hermanos Wiwa

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, octubre 9 de 2014

TODA LA SOLIDARIDAD PARA NUESTROS HERMANOS WIWA

Con dolor en el corazón, los combatientes de las FARC-EP, expresan al pueblo Wiwa y a todos los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, su sentimiento de pesar por la muerte de sus hermanos, que también son nuestros hermanos.

Nos hemos tomado unos días para enviar nuestros pagamentos de pesar al ezwama de Sekúmake, y al ezwama de Dunarwa, andando desde el Badillo a Guatapurí y desde ahí hasta Abumushiwa, Yerwamake, Zugulzhigwa y en muchos otros puntos sagrados donde mamo Leonardo, nos enseñó a amar a Dumeina antes de emprender su viaje final a Nabulué. (1)

Por los caminos de la clandestinidad, con el alma llena de aflicción por los hermanos muertos, hincándonos al pie de Gexá y derramando nuestras lágrimas para que las reciba Ñibuñi, elevamos nuestra voz a Xate Moudlkuexshe para que proteja a las familias wiwa que tanto han padecido en el cuerpo como en el espíritu, más los rigores de la miseria que estas penas que hoy les agrega la naturaleza. (2)

Ahora tenemos no solo la tragedia del lunes pasado en que la tormenta eléctrica cegó la vida de 11 hermanos wiwa y lesionó a 20 más, dejando 40 menores huérfanos en el área de Guachaca, sino que también tenemos la desgracia de Windiwa, donde el martes en la tarde murieron sepultados por una avalancha seis hermanos arhuacos. (3)

Nos sumamos al llamado de solidaridad para con los damnificados y expresamos nuestros sentimientos de pena y deseo de resarcimiento, para las familias de José Domingo Sarabeta Móscate, José María Móscate Gil, Mariano Sauna Gil, Juan David Gil Alberto, Macuc Gil Alberto, Daniel Gil Mojica, Narciso Somingana Mojica, Juan Gil Pinto, Manuel Sauna, Iván Ramón Gil Mojica, Javier Concrique Mojica del pueblo wiwa y para con los hermanos arhuacos de Wíndiwa.

Hxshal néhjiá kwadlíxa njyá, seguiremos luchando, levantaremos nuevamente las kankurwas de la esperanza y cada atínkunu derribada; recuperaremos los puntos sagrados de pagamento, y cada escenario de los rituales tradicionales con las señales de los mayores a cada paso, en Marikuku, Jimain, Wugueka, y en cada lugar incluso donde las manos extrañas han ofendido a la madre tierra. Poshigexa mismo recuperaremos, y andaremos por el camino de Ayukráwaku, recordando las historias del mamo Salambita cuando los vuelos de pájaros y avispas, de mariposas y libélulas, indicaban el momento de las mudanzas, hasta lograr la paz natural de los tiempos en que la tierra no tenía dueño. (4)

Toda nuestra solidaridad para el pueblo wiwa, todo nuestro amor para los hijos de Gexá; para los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, toda nuestra solidaridad.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP
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(1) Ezwama es punto sagrado donde se hacen los pagamentos o tributos a la madre naturaleza y a sus dioses. En este caso nos referimos a los ezwamas de varios sitios de la Sierra Nevada como Sekúmake, Dunarwa, Abumushiwa, Yerwamake, Zugulzhigwa, y aludimos a la madre, con todos su elementos espirituales que es Dumeina y al sitio del pico nevado que lleva el nombre de Nabulué, que es donde van los que ya no estarán de cuerpo presente con nostros.

(2) Gexá, o Guejá, es el nombre tradicional de la Sierra Nevada en voz Cogui, pero extensivo a los demás pueblos como parte de la en lengua teywá de los rituales más tradicionales. Ñibuñi, es el nombre tradiconal del mar; Xate o padre es el dios Moudlkuexshe, creador, quien de la araña dorada que tenía en su frente sacó el hilo con el que entre siete rocas hizo el tejido del universo sobre el que montó la tierra para que la poblaran los mayores.

(3) Windiwa es uno de los asentamientos arhuaco más grandes sobre la Sierra Nevada.

(4) Hxshal néhjiá kwadlíxa njyá, es la expresión de los mayores para indicar la necesidad de seguir adelante, para seguir luchando espiritualmente y con el trabajo; levantando las kankurwas, las nujué, o los templos sagrados como el que materialmente destruyó el rayo pero que está en el espíritu de cada hermano que sobrevive; y para levantar cada atínkuno, que es cada roca alargada, plantada como seña de los mayores para indicar los puntos sagrados de pagamento o tributo a la madre, ya sea en los lugares indicados, o en otros como Marikuku, Jimain, Wugueka y hasta en los que han profanado algunos indolentes pero que no se borran de la conciencia indígena, como es el caso de Poshigexa (Pozos Colorados), donde ya no se les da acceso físico pero que siguen siendo esenciales en el imaginario de la tradición Teyunna (Taironas) más profunda, siempre dentro de la idea de recuperar el espacio que circunda la Línea Negra.