El Bloque Occidental Comandante Alfonso Cano de las FARC-EP, con el propósito de contextualizar y aclarar ante la opinión pública los hechos sucedidos el pasado día 5 de noviembre en la vereda Sesteadero del municipio de Toribío, Cauca, informa:
1. Que el día 4 de noviembre, como parte de la conmemoración del tercer aniversario del asesinato de nuestro Comandante Alfonso Cano, las diferentes unidades de las FARC-EP en el suroccidente del país realizábamos, como se estaba haciendo a nivel nacional, diversas actividades de propaganda en su memoria.
2. El 5 de noviembre, en la vereda mencionada, varias unidades de la guardia indígena desplegaron una insólita campaña encaminada a quitar y quemar las vallas conmemorativas, al tiempo que se empeñaron en agredir físicamente y despojar de sus armas a los tres compañeros milicianos que las habían instalado. Otros milicianos que acudieron en su apoyo, se vieron forzados a hacer algunos tiros al aire, como alerta para garantizarles la retirada a sus compañeros.
3. Los guardias indígenas, en una actitud incomprensible, se lanzaron en persecución de los milicianos, empeñados en arrebatarles sus armas y detenerlos. Pese a que los nuestros los esquivaron en varias ocasiones, sus perseguidores no desistieron hasta caer sobre ellos para cumplir su propósito. En esas condiciones, acosado por una lucha cuerpo a cuerpo, uno de los milicianos empleó su arma, con el fatal resultado de la muerte de los guardias Daniel Coicué y Manuel Antonio Tumiñá. En seguida los milicianos se retiraron. Horas más tarde, advertidos de que no podían volver a usar sus armas, optaron por entregarse al grupo de guardias indígenas que los perseguía.
4. Lamentamos profundamente este fatal desenlace, expresamos nuestro pesar a las familias de los guardias fallecidos y a toda la comunidad, al tiempo que dejamos claro, una vez más, que nuestra lucha jamás ha sido ni lo será, contra el movimiento indígena y popular. Nuestro batallar es contra un Estado oligárquico, excluyente y violento, que sostiene los privilegios de un puñado de familias que concentran las riquezas, las comodidades y el poder, mientras las inmensas mayorías desposeídas , entre ellas los indígenas, padecemos la más abominable inequidad social y la implacable persecución oficial.
5. Llamamos a la dirigencia indígena a no dejarse llevar por las voces que quieren agudizar conflictos y sacar de ello dividendos políticos. Esas voces pretenden ponerlos a asumir abiertamente el papel contrainsurgente del Estado, en actos de persecución, captura, desarme y entrega de combatientes revolucionarios.
6. Expresamos igualmente nuestra solidaridad revolucionaria con los milicianos detenidos. Esperamos de ellos la valentía y la firmeza de principios que caracteriza a los militantes de las FARC-EP ante las adversidades, convencidos que la gran mayoría de ellos son inocentes de los hechos que se les imputan.
7. Mantenemos abierta nuestra disposición de dialogar con las autoridades indígenas en un espíritu de mutuo respeto, con el objetivo de superar de manera fraternal y concertada las contradicciones que se puedan presentar, y apostarle entre todos los sectores populares a la unidad, en procura de hallar la tan necesaria y anhelada paz.
8. Rechazamos categóricamente el hecho de que se nos quiera adjudicar la muerte de otro indígena en condiciones que desconocemos. A la vez desmentimos con vigor nuestra autoría en las amenazas que a nombre nuestro han puesto a circular personas inescrupulosas, en las cuales se declara objetivo militar a algunos líderes indígenas, dentro de un supuesto plan de guerra. Nada más apartado de la realidad. Los azuzadores de la violencia desconocen que nuestra histórica lucha y sus profundas raíces se entroncan con las de la resistencia indígena. Las FARC-EP también somos pueblo indígena.
ESTADO MAYOR BLOQUE OCCIDENTAL COMANDANTE ALFONSO CANO FARC-EP
Montañas del Sur Occidente colombiano, 10 de noviembre de 2014.