¡Unámonos por la paz con justicia social!

¡UNÁMONOS POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!

Por convicción invitamos al pueblo de Colombia y a sus organizaciones sociales y políticas a unirnos al “clamor por la paz” que va tomando cuerpo en la entraña de un pueblo hastiado de la guerra injusta que hace muchas décadas declararon los actuales dueños del poder.

Luchamos por la paz porque aspiramos a la vida digna que anhela todo el pueblo, somos víctimas del fuego nutrido de los enemigos del Cese Bilateral de Fuegos gobierno-guerrilla porque quienes gobiernan aman las políticas de muerte para mantener vivos sus privilegios. Este conflicto se agiganta a lo largo y ancho de Colombia desde la mayor parte del siglo pasado y en este siglo dará saltos hacia su solución porque los explotados jamás estarán alegres en medio de las injusticias. ¡Historia trágica sin duda!

Llamamos a trabajar por alcanzar la paz con justicia social para las mayorías populares porque hemos jurado vencer. Apoyamos la búsqueda unitaria de una salida política al conflicto social, económico, político y armado que beneficie al pueblo y la soberanía nacional.

Como hace 30 años, hoy nuestro Partido y el Ejército Popular de Liberación estamos dispuestos a dialogar. En 1984 nuestra decisión coincidió con la del presidente Belisario Betancur y se firmaron los acuerdos de “Cese del Fuego y Diálogo Nacional” con el EPL y el Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) para luego incumplirlos quemando el Palacio de Justicia y asesinando a nuestro camarada vocero público, Oscar William Calvo Ocampo. Lo intentamos de nuevo con toda la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en Caracas y Tlaxcala pero el régimen cerró las puertas a la democracia y caminó hacia una Asamblea Constituyente plena de condicionamientos y vicios antidemocráticos a partir de los acuerdos con parte de la insurgencia que renunció a sus principios. También registramos el guerrerismo y el militarismo que sepultaron los diálogos con las Farc en el Caguán para abrir paso a la “seguridad democrática” de Uribe. Ahora vemos desfilar los inamovibles del gobierno de Santos que se niega a decretar el Cese Bilateral de Fuegos y bloquea el diálogo con el ELN y el EPL. ¡Aún así el EPL sigue dispuesto a dialogar!

Confirmamos que independiente de nuestra voluntad, en contravía de lo indicado por el presidente Juan Manuel Santos en su campaña reeleccionista y en reciente gira por Europa, la confrontación social sigue avanzando con sus interminables agudizaciones y antagonismos. La lucha insurgente, lejos de perder razones, cada día se apoya en más motivaciones válidas, haciendo de la prédica del “posconflicto” un eslogan para engañar desprevenidos. ¡La guerra no es la única expresión del conflicto!

Preguntamos… ¿De dónde sale el desatino del “posconflicto cuando no ha parado el terrorismo de Estado y aumenta la degradación de la guerra con las víctimas de los bombardeos indiscriminados? Afirmamos que ese “sueño político” surge de la oligarquía y sus áulicos que con sus loas derechistas sobre la paz cantan a un inexistente triunfo militar para imponer la rendición a las organizaciones guerrilleras y obtener nuevas justificaciones para continuar la opresión del pueblo. Realmente, no han alcanzado triunfo militar alguno en el campo de batalla mientras, por otras vías, se esfuerzan para acallar y derrotar la imparable inconformidad popular penalizando sus crecientes luchas y generando reformas legales para sacar del mapa legal e institucional a las fuerzas políticas que trabajan por la democracia y el cambio de sistema socio-económico.

‘¡Que reine la paz!’… exclama el inversionista que saquea nuestros recursos naturales mientras paga salarios de hambre. ‘¡Que llegue la paz!’ vocea aterrorizado el patrón al ver levantarse en pié de lucha a quienes considera sus esclavos, cuando los mira combinar una y otra forma de acción masiva y concluye que debe desarmarlos a como de lugar. Bien sabe que históricamente su sistema termina una crisis para entrar en otra que lo dejará más debilitado, recordándole que inexorablemente se le irá apagando la vida y cuenta con sepultureros. No pocos políticos coinciden afirmando que la paz está ‘a punto de sellarse’ en La Habana, pero el muro construido por Santos y Uribe, por la coalición “Unidad Nacional” y sus adalides, por Obama y su embajador en Bogotá debe derrumbarse, ellos siguen rechazando la Asamblea Constituyente Democrática, con plenos poderes y sin condicionamientos, que como ariete en manos de la clase obrera y todo el pueblo de campos y ciudades abra paso a la inaplazable e innegociable apertura democrática. ¡Este es el real “clamor por la paz”!

Declaramos en mayo, junto a otros revolucionarios y luchadores por la democracia y la paz con justicia social, que las supuestas “bondades” electorales de Santos desaparecerían. Entre otras realidades de finales del año 2014 el ensueño santista del gran presupuesto nacional cae y se desmorona el supuesto antagonismo Uribe-Santos. Los factores económicos nacionales e internacionales se deterioran sin remedio y taladran las estructuras del capitalismo ahuecándolo todo y dejando ver mejor los disparates y sandeces que los medios de comunicación de los magnates del capital han presentado como noticias para evadir las realidades. ¡Caen fábulas políticas y ficciones económicas!

¡“Soy capaz”! grita el gran capitalista que festeja cuando cree ver alejarse el fantasma que le persigue siempre: las clases trabajadoras mejor organizadas lucharán por la paz y no pararán su combate hasta expropiarlos. Pero las clases oprimidas ‘aguantan’ porque reprimidas brutalmente con la penalización de sus luchas y el terrorismo de Estado o manoseadas de muchas formas se les dificulta la organización de la lucha contra el capital, pero el “clamor por la paz” ya es una nueva manifestación de ella. ¡Lucharemos por la paz ligados al combate por la conquista del poder!

Requerimos de los hombres y mujeres del pueblo para seguir forjando la unidad de acción de las mayorías en esta coyuntura y proyectarla para alcanzar la libertad, tierra, vida digna y paz.

Luchar por la paz exige saber mantenernos lejos de los patíbulos de Santos por sentirse ganador y de Uribe el supuesto perdedor. La “lucha por la paz con justicia social” es un incesante batallar sin dejarse confundir con cantos de sirena desde las distintas tonalidades de derecha al servicio del capital monopolista que ‘habla de paz pero siguen en guerra’ al mejor estilo fascista.

Por libertad, tierra, vida digna y paz… ¡Adelante!
¡A nutrir el Clamor Popular por la Paz con Justicia Social!
¡Combatiendo Unidos Venceremos!

Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Colombia, noviembre 16 de 2014