La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, enero 6 de 2015
LA PAZ REQUIERE COHERENCIA
Nuestro compromiso con el anhelo de paz de los colombianos es total. Por eso nunca estuvimos de acuerdo con esa expresión desafortunada del ex primer ministro israelí, Isaac Rabin, acogida por el presidente Santos que expresaba “vamos a negociar como si no hubiese terroristas, y vamos a combatir a los terroristas como si no hubiese negociación de paz”. Ahora el presidente replantea su posición, diciendo que esta desconexión ya no procede.
Teníamos razón, pues en La Habana no se está negociando con terroristas, sino con una organización política militar rebelde, que es pueblo alzado en armas ejerciendo el derecho universal a la rebelión. Saludamos la nueva posición del Gobierno, que después de la captura del General Alzate, entendió que la confrontación sí puede afectar el desenvolvimiento de la Mesa: la suspensión unilateral de los diálogos por este motivo, puso en peligro el proceso.
Ahora de manera sensata Santos dice que está teniendo muy en consideración el cese al fuego unilateral e indefinido declarado por nuestra organización, y reconoce “que las FARC han cumplido”. Ojalá actúe en consecuencia, porque de nuestra parte, seguiremos planteando iniciativas que beneficien al país ya, pues desde La Habana se está construyendo también el camino constituyente.
Para proseguir con éxito este rumbo, era imperativo manifestar el cese unilateral e indefinido de fuegos y hostilidades, vigilado, y su continuidad supeditada a que nuestras estructuras no sean atacadas, porque tampoco se trata de esperar maniatados los operativos militares de exterminio. Por ello, solicitamos a las organizaciones que conforman el Frente Amplio, que prosigan con su constructiva tarea de vigilancia y alertas tempranas y que concreten la participación de otras esferas, para mayor garantía del éxito de la decisión tomada por las FARC. Con el cese bilateral, se puede construir una paz madura, con todos, con justicia social y nuevas esperanzas. Los nuevos hechos propician su concreción; no los desperdiciemos.
Aprovechemos la coyuntura para quitar la maleza jurídica que enreda el avance hacia el Acuerdo Final. Apartemos del camino a los malos consejeros. Erradiquemos las decisiones unilaterales como el marco jurídico, o iniciativas de refrendación no concertadas, como el referendo.