La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, febrero 11 de 2015
SOMOS COLOMBIANAS, SOMOS LUCHADORAS, SOMOS PAZ
Con un saludo fraterno de las y los combatientes de las FARC-EP, le damos la bienvenida a ustedes, representantes de las organizaciones sociales, luchadoras y luchador por la paz y por el buen vivir. Así mismo, saludamos a las expertas, que nos acompañan, a las y los representantes del gobierno nacional,a los representantes de los países garantes y acompañantes. La Subcomisión de género es expresión y resultado de la voluntad política de ambas partes, en reconocer el papel de la mujer en la sociedad y en la negociación del proceso de paz y por supuesto, de las exigencias del movimiento de mujeres en Colombia.
Ustedes y nosotras somos la compleja expresión de la diversidad de las mujeres colombianas: mujeres campesinas, indígenas, afro, de las barriadas, empleadas, intelectuales, activistas sociales y feministas, gestoras culturales; madres, hijas, tías, abuelas, esposas y hermanas, todas estamos aprendiendo y construyendo en estos diálogos.Esta Subcomisión de género ha comenzado a escuchar la voz diversa y plural de las mujeres y población LGTBI en su aspiración y reclamos de paz.
Nos proponemos hablar de la paz desde las mujeres. Todas somos diferentes sí, cada una tiene su singularidad, pero con problemáticas comunes; sufrimos la misma discriminación producto del patriarcado como sistema de dominación universal ligado al capitalismo, que no solo explota social y económicamente a las mayorías, sino que excluye y violenta a las mujeres. De manera que enfrentamos los mismos desafíos en Colombia, en Europa, África o cualquier otra parte del mundo; de ahí que en medio de tanta diversidad nos unamos para luchar por derechos iguales y las mismas oportunidades en el ámbito nacional e internacional.
Empezamos por reconocer el papel histórico de las mujeres que nos han antecedido en la lucha por la emancipación, a todas aquellas que conscientemente se han comprometido y han arriesgado incluso su vida por la conquista plena de nuestros derechos humanos. Hacemos homenaje a las sufragistas, y a las feministas revolucionarias que lograron el derecho de las mujeres al voto, al trabajo asalariado, al estudio.Saludamos a las mujeres del movimiento social de nuestra patria, uno de los mayores soportes para que la paz que construimos sea duradera y transformadora.
Reivindicamos el papel central e histórico que han jugado las mujeres en los levantamientos armados.No creemos que el rol de las mujeres deba ser el de un pacifismo esencialista. La paz es un lugar de llegada, una condición a la que aspiramos todas y todos, pero si atacan a nuestro pueblo, mujeres y hombres tenemos el derecho y el deber de defenderlo. Esto explica la creciente presencia y activa participación de las mujeres en las filas de las FARC-EP, donde hemos demostrado no sólo nuestro compromiso y entrega con la causa revolucionaria, sino también nuestra competencia, valentía y heroica resistencia en esta larga lucha.
Que sea esta la oportunidad para presentarnos como mujeres combatientes en el ejercicio pleno de nuestro derecho legítimo a la rebelión contra un régimen patriarcal y excluyente. Nosotras hemos entrado a las FARC-EP por voluntad propia y por las circunstancias de opresión contra nuestro pueblo.
Esto lo aclaramos porque sentimos que hay una campaña mediática que intenta presentarnos a las guerrilleras como sometidas. Somos mujeres pensantes, nuestra lucha es por un mejor vivir para el pueblo y para las mujeres. Aquí estamos hablando como sujetos políticos, como campesinas, estudiantes y profesionales, pero también como intelectuales.
En este marco expresamos nuestro rechazo a toda tergiversación, manipulación comunicacional que se construye contra las FARC-EP y que pretende confundir sobre el papel y el lugar de las mujeres en la guerrilla. Esta vieja y conocida estrategia de denostar, difamar, deshonrar a la contraparte, ahora se ha reforzado, ante la evidente presencia y fuerza de las mujeres en el Diálogo de Paz. Insistimos en la fuerza de nuestra participación en el Proceso, la que no dejaremos boicotear con absurdas acusaciones y mentiras.
Hemos creado, en conjunto con el gobierno, esta Subcomisión de género a la cuál están llegando mujeres y diversidades sexuales procedentes de distintos movimientos sociales de Colombia. Eso es lo más importante; hemos enriquecido el diálogo con la presencia directa de un grupo de representantes de organizaciones sociales y en particular de las mujeres. Los resultados de tan importante acción no deben ser disminuidos, ni ignorados, con argumentos que desvirtúen su esencia.
Por eso les expresamos a las ilustres Nobeles de Paz a quienes admiramos que no somos lo que ellas se imaginan, que no hablamos como sometidas; que somos deliberantes. Las invitamos a conversar directamente con nosotras, sobre el papel de las mujeres en la preservación de los recursos naturales, en las luchas sociales específicas de las mujeres y de los pueblos.
La gran batalla, amigas y compañeras, es por erradicar el patriarcado esencialmente ligado al capitalismo, como sistema de dominación universal y de exclusión de las mujeres y de los pobres; para nosotras, la lucha contra el patriarcado no es una batallacontra los hombres. Se trata de una lucha de mujeres y hombres aliados conscientes, por principios y valores de justicia e igualdad para todas y todos.
Ustedes están aportando y enriqueciendo con su experiencia y sus ideas a las conversaciones; no desperdiciemos esta oportunidad. La paz de Colombia es ahora y debe contar con las mujeres, con sus luchas, sus expectativas, sus debates y sus sueños.
Aprovechemos el fin de la guerra para erradicar también la violencia contra las mujeres.En Colombia entre enero y octubre de 2014 se registraron 637 asesinatos de mujeres. Nos unimos a las consignas: “ni una sola mujer más golpeada”, “ni una sola mujer más asesinada”, “ni una sola mujer más excluida o violentada”. Pero también alcemos nuestra voz contra todas las otras injusticias. Constituyámonos en un gran movimiento social para que este proceso transforme las leyes, la institucionalidad, pero sobre todo las costumbres.
En este sentido, la Sub-comisión de género acoge las problemáticas de la población LGTBI. No estamos de acuerdo con la exclusión de personas por su condicion sexual, su identidad de género o su manera de vestir.
La paz no puede ser solamente el fin del conflicto armado. Se requiere de la incorporación activa de las mujeres en la vida económica, social, cultural y política del país. Se necesita de la participación directa de los grupos excluidos. Seguimos siendo uno de los países más desiguales y atrasados en cuanto a la incorporación de las mujeres y la distribución de la riqueza.
Los acuerdos sobre la tierra y la participación política deben tener una perspectiva de género. No es consecuente luchar por la tierra para los campesinos si no incluimos de manera específica a las campesinas. No es lo mismo pedir la participación política de la oposición en general, que luchar por la participación política equitativa, donde estén las mujeres y los hombres.
Este proceso tiene que incidir en la transformación profunda de la cultura política frente a las mujeres. No bastan los discursos ni las leyes. Es hora de que juntas pensemos que constituimos más del 50% de la población, es decir, que somos constituyentes de la nación, luego tenemos el derecho y la obligación de proyectar una nueva institucionalidad que haga posible el gran salto político y cultural desde y para las mujeres. Proponemos entonces sumarnos al gran caudal constituyente que viene construyendo el pueblo colombiano. Declarémonos en estado constituyente; eso significa que juntas podemos constituir este país en paz y con justicia social.
La paz de Colombia es también la paz de la región, como también la realidad de Nuestra América nos concierne como mujeres y como revolucionarias. Por ello las mujeres de las FARC-EP convocamos a las mujeres de Colombia, para que junto con las mujeres de América Latina y el Caribe desarrollemos un nuevo feminismo a partir de nuestra realidad.
Bienvenidas todas las luchas y todas las teorías feministas del mundo. Somos mujeres; somos luchadoras, somos colombianas; somos latinoamericanas; somos caribeñas. Somos paz.