República mexicana, 10 de junio de 2002

A LOS PUEBLOS DE MEXICO Y EL MUNDO.
A LAS ORGANIZACIONES DEMOCRATICAS REVOLUCIONARIAS.
A LAS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS.


De nuevo volvéis a clavar vuestras garras sobre le rostro de paz y de trabajo (...) Ya no tenéis descanso/ Apenas respiráis, agónicos, sucios, embrutecidos/ Teméis a la mujer que ama y al niño que sonríe.
¡¡¡Perros, mil veces perros!!!
Efraín Huerta

Hace 31 años, un diez de junio (jueves de corpus), las hordas paramilitares organizadas por el Estado Burgués Mexicano, perpetraron la masacre de un generoso movimiento de solidaridad que se manifestó hacia el Movimiento Democrático de Reforma Universitaria impulsado por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Ésta se proponía impulsar una nueva Ley Orgánica que respondiera a las necesidades y expectativas de un gran movimiento democrático universitario.

En la ciudad de México se organizó un marcha de apoyo y solidaridad con los universitarios neoloneses y el Estado mexicano, representado en ese momento por el gobierno de la eufemística apertura democrática de Luis Echeverría no soportó tanta solidaridad, no toleró que desde diferentes regiones de nuestra patria se apoyara un movimiento de tales características.

Entonces se determinó estrenar al grupo paramilitar denominado Los Halcones, y así demostrar al pueblo de México que la represión sería la respuesta a sus demandas justas.

El asesinato de quienes piensan diferente, el encarcelamiento de quienes no mueren en las acciones homicidas y genocidas, el terror hacia los sectores populares que se propongan transformar las condiciones de vida lacerantes y miserables en que se condena a vivir a la mayoría de nuestro pueblo, fueron la respuesta y el signo de lo que proponía el Estado Mexicano a los diferentes sectores de la sociedad que no formaban parte de la burguesía.

El diez de junio de 1971 confirmo que el Estado y gobierno mexicanos disponía de dos armas para enfrentar a nuestro pueblo; por un lado, la represión, la amenaza, la cárcel, la desaparición y los crímenes colectivos y selectivos de los luchadores sociales y del pueblo y, por el otro lado, la impunidad, la protección, el olvido y la seguridad de obtener premios por su buen comportamiento, a los asesinos, criminales, traidores, delatores y para cualquiera que se preste a ser instrumento de la represión.

El diez de junio de 1971 se mostró nítidamente el rostro verdadero de un gobierno al servicio de los intereses de los grandes capitalistas y de los gobernantes corruptos y dictatoriales que ejercían el usufructo del poder del Estado para mantener sojuzgado a nuestro pueblo.

La situación que se refiere como estilo de gobierno en la década de los setentas no era sólo un signo de esa época, era el mensaje de una forma de gobernar para todos los tiempos que pudiese mantenerse en el poder la burguesía y su Estado.

No es mera casualidad que recurrentemente nuestro pueblo enfrente la sistemática represión hacia su movimientos organizados; desde su surgimiento, la CNTE ha sido objeto de tal política, los asesinatos de Misael Núñez Acosta, la persecución a los dirigentes de la misma en Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Morelos, Michoacán y Estado de México; la sistemática sordera y ceguera con que los Secretarios de Educación Pública responden a las justas demandas de los maestros, son muestra fehaciente de tal política. Más a pesar de ello, el magisterio no cede al chantaje, la presión, represión u olvido; todos y cada uno de los años que siguen a su origen nos muestran que los maestros luchan por dignificar su condición laboral y su responsabilidad social; que, por más que pretenda el Estado lo contrario, los maestros de México no se rinden ni se venden, que el único camino que tiene nuestro pueblo para terminar con el signo de los tiempos demostrado el 10 de junio de 1971, es la organización, la movilización y la lucha.

Sin embargo, los diferentes gobiernos que representan al Estado Burgués Mexicano, como lo han hecho todos los gobiernos priístas y como hoy lo hace, de manera corregida, aumentada y mejorada, el gobierno de Vicente Fox y del PAN, se empeñan en continuar por el sendero señalado el día 10 de junio de 1971.

Las masacres que perpetran fuerzas paramilitares contra nuestro pueblo no dejan de mostrarse; las masacres de Acteal, de Aguas Níveas, del Charco y ahora la de Agua Fría en Oaxaca, confirman el signo de los tiempos.

El 31 de mayo último, en Agua Fría Oaxaca, fueron asesinados a mansalva 26 campesinos; como consecuencia de ello fueron detenidos y encarcelados otros 17 campesinos. El Estado Mexicano y los gobiernos. Federal y Estatal, como Poncio Pilatos, pretenden lavarse las manos y cargar la responsabilidad de tal crímen en los campesinos pobres de nuestro México.

Las armas del ejército federal fueron el instrumento del genocidio, se propone que el narcotráfico (sostenido, protegido y amparado por el Estado) es el responsable y, sin embargo, la cárcel es el destino para los campesinos. Los responsables materiales e intelectuales disponen del olvido, de la impunidad y de la libertad para seguir actuando.

Cientos de presos políticos pueblan las cárceles, junto con el pueblo pobre, por el delito de ser pobres o de soñar con otra patria más justa, democrática y digna. La cárcel encierra su años, sus cuerpos, sus vidas; pero no su dignidad ni su lucha.

El pasado 20 de Abril, 87 prisioneros políticos y de conciencia de México, empezaron una huelga de hambre indefinida, demandando una ley federal de Amnistía para mas de 300 prisioneros políticos y de conciencia en México.

26 de ellos, son indígenas de la región Loxicha en Oaxaca. Ellos fueron detenidos por el ejercito mexicano en 1996, después de que esta región fue considerada un bastión del Ejercito Popular Revolucionario (EPR.) El Acoso Militar empezó en Agosto de 1996. Los soldados iban a las comunidades y sacaban a la gente a las plazas principales. Después, nombraban a personas que ellos tenían en sus listas negras. Estos hombres fueron llevados a campos militares donde fueron torturados. Después, aparecieron en la cárcel acusados de ser guerrilleros. Algunos todavía están desaparecidos. Durante ese tiempo, cerca de 200 indígenas fueron arrestados, incluyendo el presidente de San Agustín Loxicha, Luna Valencia. Los caciques impusieron su propio presidente municipal. Esos años han sido años de terror. Grupos paramilitares han sido creados y mucha gente ha sido desplazada de sus comunidades. Después de 5 años de lucha, el año pasado, la mayoría de los prisioneros Loxicha fueran dejados en libertad. Sin embargo, los huelguistas, tienen condenas que varían de 30 a 40 años en prisión.

Gloria Arenas y Jacobo Silva, están entre los prisioneros políticos en huelga. Gloria y Jacobo fueron detenidos arbitrariamente y arrestados arbitrariamente en Octubre de 1999 por el ejercito mexicano y la policía federal preventiva. Ellos fueron torturados física y psicológicamente por oficiales de alto rango que ahora disfrutan de total impunidad y tienen puestos altos en el actual gobierno. Su abogada, Digna Ochoa, fue asesinada el 19 de Octubre del 2001. Los asesinos dejaron una nota amenazando a otros defensores de derechos humanos. La actual abogada, Bárbara Zamora, -quien también esta defendiendo a otros prisioneros políticos- también ha recibido amenazas continuas. Muchas organizaciones defensoras de los derechos humanos han recomendado al gobierno mexicano el respeto a los derechos humanos de los detenidos y su justa liberación. Amnistía Internacional expidió una recomendación dirigida al gobierno de México para que se investiguen las torturas a las que fueron cruelmente sometidos. Ellos fueron acusados de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente, razón por la cual continúan presos.

Del mismo hecho fueron acusados Erika Zamora y Efrén Cortés, recientemente liberados.

El signo de los tiempos trazado por el Estado Mexicano debe ser eliminado como opción democrática para nuestra patria. Por ello, a 51 días de huelga de hambre de los presos políticos, a más de dos décadas de lucha de la CNTE, a más de 35 años de los movimientos estudiantiles del 68 y del 71, a más de un lustro de la masacre de Acteal y de Aguas Blancas, y después de las masacres del Charco y de Agua Fría, convocamos al pueblo de México a manifestar, por los medios que tenga a su alcance, el repudio a la represión genocida, a la existencia de presos políticos en nuestro país, a la miseria como destino inexorable, al cinismo del Estado Burgués Mexicano y a la impunidad de asesinos, criminales, traidores, corruptos, ladrones de cuello blanco, y saqueadores de la riqueza de México.

¡¡¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS!!!

¡¡¡A PARAR LA REPRESIÓN CON LA ORGANIZACIÓN Y LA MOVILIZACIÓN!!!

Fraternalmente:

¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡¡¡

PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA
PDPR-EPR-TDR

República mexicana, 10 de junio de 2002