1.- Que la actual situación económica mundial atraviesa por una de sus peores crisis sólo comparable al desastre económico de 1930 y cuya característica más saltante es que obedece a trastornos estructurales y no coyunturales.
2.- Que dicha crisis no será resuelta siquiera en el mediano plazo y ha incubado, además, un fenómeno nuevo, la stangflación, es decir que por primera vez en la historia del capitalismo aparece de manera simultánea y combinada la inflación con la recesión.
3.- Que esta crisis repercute con mayor fuerza en los países de la periferia, como América Latina y particularmente en el Perú, por el carácter dependiente de su formación económico social.
4.- Que el cambio de régimen de una dictadura militar a un gobierno civil no modifica los factores estructurales que han diseñado un período pre-revolucionario de carácter prolongado, sino más bien como se demuestra día a día, tiende a agravarlos.
5.- Que siendo en principio correcta la participación de la izquierda en las elecciones se ha producido sin embargo una desviación legalista y un abandono de la lucha de masas por una labor exclusivamente parlamentarista.
6.- Que el movimiento popular ha mantenido en esta última década un proceso de avances que han permitido el desarrollo de su conciencia política, mayores grados de organización y combatividad pero dentro de los marcos dominantes del economicismo, sin superar el gremialismo, y sin lograr que sus luchas tengan un norte político por carecer de una estrategia de poder.
7.- Que los intereses de la democracia formal esta vez representados por AP-PPC son históricamente incompatibles con las aspiraciones de las masas que ven progresivamente mermados su nivel de vida por las medidas políticas y económicas de cuño neoliberal, así como la represión contra el pueblo cuando se moviliza en demanda por sus justos derechos vulnerados. Y lo más grave es que se está cerrando los precarios canales de expresión política del pueblo.
8. Que están dadas las condiciones para el reinicio de la violencia revolucionaria.
POR LO TANTO:
1.- La organización en su conjunto asumirá a partir de este CC, como tarea central, principal, el desarrollo de la lucha armada, entendiendo este proceso como la estrategia de la guerra revolucionaria y la ins urrección de todo el pueblo.
2.- En el proceso de construcción de la fuerza político-militar dependeremos exclusivamente de nuestro propio esfuerzo, afirmando nuestra independencia, así como llevando a la práctica el principio de "a combatir, se aprende combatiendo", "avanzando de lo simple a lo complejo" y organizando la violencia revolucionaria de las masas para derrotar a las clases dominantes y el imperialismo en camino hacia la liberación nacional y social.