A través de medios digitales hemos conocido las declaraciones del director Nacional del CTI, Julián Quintana, relacionadas con la suerte de su hijo Andrés Felipe Mejía, en las que asegura lo siguiente: “Queremos denunciar que muchas fuentes, desmovilizados y personas que tienen algún tipo de relación con la guerrilla, dijeron que han visto a Andrés en las filas de la guerrilla. Es decir, que lo tienen custodiado. Reiteramos el llamado que hemos hecho a las FARC de que por favor lo liberen o nos den alguna señal de vida”.
En la misma información se señala que: “El padre de Andrés Felipe, Álvaro Mejía, dijo estar dispuesto a viajar a La Habana para hablar con los miembros de la Mesa y “suplicar por información sobre su hijo”. Específicamente, dijo, quiere hablar con Carlos Antonio Lozada, el cabecilla de las FARC que comanda esa zona”.
Nada nos gustaría más que poder ayudar a que la tranquilidad regresara a su hogar; pero lamentablemente no son ciertas las informaciones mencionadas. Con toda seguridad y sin el menor margen de duda podemos asegurar que no existe la más mínima posibilidad de que Andrés Felipe esté en poder de un comando de las FARC-EP.
Seguramente los investigadores de las Fiscalía y demás agencias del Estado, no desconocen la poca fiabilidad de las informaciones obtenidas con base en recompensas o testimonios de desmovilizados en plan de obtener beneficios personales, aún a costa del sufrimiento de otras personas.
Como padre, no soy ajeno al dolor y la angustia que usted y doña Blanca Ruby están padeciendo; por lo cual le pido acepte mis sentimiento de solidaridad, haciéndolo extensivo a los hermanos de Andrés Felipe, demás familiares y amigos.
No está demás expresarle nuestra disposición para recibirlo en La Habana, si considera que en algo puede servir una entrevista personal.
Con sentimiento de consideración,
Carlos Antonio Lozada.
Integrante del Secretariado de las FARC-EP.