En solidaridad con Venezuela

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 12 de 2015

EN SOLIDARIDAD CON VENEZUELA
(En abril, todo 11 tiene su 13)

“Yo, doble orgullo llevo en el corazón: el de ser un hombre del pueblo
y el de ser un soldado del pueblo”. Hugo Chávez Frías.

El 11 de abril del año 2002, se produjo el golpe de Estado contra el entonces Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, por parte de la derecha del hermano país, medios de comunicación de las oligarquías y la Embajada de los Estados Unidos en Caracas.

La práctica periodística apátrida, anti-ética, mentirosa, manipuladora, aniquiladora de la verdadera libertad de información, de medios plegados a los intereses de los sectores económicamente poderosos, fue factor decisivo en el desencadenamiento de estos sucesos que, además del secuestro del primer mandatario, produjeron 19 muertos de adeptos y opositores al gobierno, asesinados de manera premeditada por francotiradores de los golpistas.

El gobierno de Estados Unidos, y algunos otros lacayos de siempre, apoyaron la farsa y el engaño que mostrando a los manifestantes chavistas como los victimarios, justificaron el golpe de Estado criminal.

Dentro de esa trama de la que hicieron parte también algunos países capitalistas del mundo, se condecoró, por ejemplo, con el premio Rey de España, a Venevisión, televisora que hizo parte del fraude que encubría a los asesinos y ayudó a propiciar el golpe del 11 de abril. Empresas como esta, que luego se regocijaban con el ascenso del dictador Pedro Carmona Estanga al poder, a quienes se defendían en el Puente Llaguno, los llamaron hordas oficialistas y los acusaron con todo el peso de la desinformación. Los medios del fraude se convirtieron así, en el arma principal de este accionar antidemocrático y contrarevolucionario.

Recordamos hoy que, afortunadamente, el pueblo y el sector constitucionalista de la Fuerza Armada Nacional lograron romper el cerco de las desinformaciones, con valor vencieron la represión de la policía metropolitana que estaba en manos de Alfredo Peña y los golpistas, y en menos de 72 horas liberaron y retornaron al Palacio de Miraflores a Chávez, su Presidente legítimo.

En el 2003, en un excelente documental titulado “La revolución no será trasmitida”, dirigido por los cineastas irlandeses Kim Bartley y Donnacha Ó Briain, se hace una magnífica presentación audio-visual, documental, de profundo análisis, que desnuda la verdad sobre los hechos de aquel abril de 2002, desde el derrocamiento y los crímenes cometidos por los golpistas, hasta el retorno triunfal del comandante Chávez, rodeado de su Bravo Pueblo en medio de sucesos extraordinarios y únicos en la historia de Nuestra América.

En estos acontecimientos, el papel nocivo de ciertos conglomerados de comunicación privados, es la nota que resalta, y nos debe hacer reflexionar en la necesidad que existe de lograr un compromiso con la verdad y los intereses de las mayorías por parte de la radio, la prensa, la televisión, los ciberespacios electrónicos, etc., si en realidad se quiere que para nuestro caso se le abra camino a la paz.

Con la breve memoria que hacemos de un acontecimiento tan importante de la vida política del continente, queremos además de las reflexiones anteriores, expresar una vez más nuestra solidaridad con un pueblo y un gobierno, como el venezolano, que con tanto desprendimiento ha apoyado el proceso de diálogo por la reconciliación de los colombianos. Manifestamos también nuestra indignación y protesta, por las conspiraciones y las agresiones continuas que contra el gobierno antes del Presidente Chávez y ahora del Presidente Nicolás Maduro, se realizan desde Washington y se alientan, además, desde diversos focos derechistas y pro-imperialistas de Colombia, propiciando incluso el paramilitarismo.

Respecto al Decreto que declara a Venezuela como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, aunque Obama ahora diga que no es una amenaza, alguna alta funcionaria del Departamento de Estadoha dicho que no se echará atrás ni se cambiará el término amenaza. Pero en contra de esta injusticia e insensatez, el 97% de los países asistentes a la Cumbre de las Américas, a la que por fin pudo asistir Cuba con su decoro inquebrantable, levantó su voz reclamando porque se respete la soberanía y la libre determinación de la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Toda la Patria Grande manifiesta hoy con énfasis, que Venezuela no es ningún peligro ni amenaza para la seguridad de Estados Unidos; por el contrario, es escenario desde donde ilumina el alba de la solidaridad con los pueblos y se tiende la mano amiga para impulsar la paz del continente.

¡Que cese la agresión contra Venezuela!

¡Viva la solidaridad!

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP