AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A TODAS LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, crimen de lesa humanidad imprescriptible; Tlatlaya, ejecución sumaria extrajudicial; Iguala-Ayotzinapa, múltiple crimen de Estado.
El carácter represivo y la política de terrorismo de Estado de la actual junta administrativa continua escalando y se refleja en el hecho que lejos de dar respuesta a la demanda popular de presentación con vida de los detenidos desaparecidos por motivos políticos y sociales, actúa con demagogia, aplicando la represión al movimiento popular, con persecuciones, encarcelamientos, violaciones sexuales tumultuarias, asesinatos políticos, ejecuciones extrajudiciales y más detenciones-desapariciones contra los que protestan.
Ante los múltiples actos de terrorismo de Estado, como son los crímenes de lesa humanidad, que el Estado comete de forma sistemática queda demostrado que es un fenómeno propio del régimen y no solo de políticas sexenales sino de Estado con carácter de clase, de aquí emana la constante actitud de descalificación de forma autoritaria contra los organismos nacionales e internacionales no gubernamentales defensores de derechos humanos, e incluso al grupo de trabajo contra la desaparición forzada de la ONU y al grupo interdisciplinario de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El representante del Estado mexicano recurre al imperialismo para limpiar su imagen de represor, autoritario y criminal, recurriendo a la clásica política demagógica-entreguista priista de presentarse en el extranjero como "un gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos" al tiempo que en el país las cifras de cientos de miles de asesinados y detenidos-desaparecidos siguen creciendo a ritmos sin precedentes en la historia. En correspondencia el imperialismo le da su respaldo, avalando de forma condicionada su política terrorista.
Con esta maniobra político-jurídica pretende hacer extensiva a nivel internacional la impunidad que le brinda el estado de derecho oligárquico, para de esta forma eludir su responsabilidad directa que tiene en el cometido de los múltiples crímenes de lesa humanidad y actos de terrorismo contra el pueblo, sus organizaciones y luchadores sociales.
La insistencia autoritaria de la actual junta administrativa por cerrar los casos de crímenes de lesa humanidad, revela la esencia y carácter del Estado policiaco-militar como sostén principal del régimen, y anuncia que el aparato represivo se encuentra desplegado por todo el país esperando órdenes para cometer cualquier cantidad de crímenes contra todo aquel que se oponga a los intereses de la oligarquía. A esto obedece la reestructuración de las instituciones del Estado, a nivel de personeros incondicionales, en las estructuras judiciales del Estado burgués, como una medida distractora, mediatizadora, para garantizar mayor impunidad y capacidad de maniobra a sus cancerberos y cuerpos represivos, aunada a una intentona más por dar carpetazo a las exigencias de justicia.
La política del gobierno antipopular ante los cientos de miles de detenidos-desaparecidos no ha cambiado, sigue la misma lógica del desgaste burocrático y dilatorio; la mentira soez que juega con los sentimientos de los familiares de las víctimas; la manipulación de todo el caso para volverlo "indescifrable"; la criminalización y revictimización de los familiares y amigos que exigen justicia; el constante hostigamiento a familiares, organizaciones, defensores de derechos humanos y jurídicos; y la constante intentona por diluir su responsabilidad así como de corromper a los familiares para que claudiquen en la exigencia de la presentación con vida de los detenidos desaparecidos, utilizando como moneda de cambio a sus familiares para resignarse a la supuesta verdad del Estado.
Todos los casos de desaparición forzada, incluidos el de nuestros compañeros, son casos abiertos que no prescriben mientras no se de con su paradero, se juzgue y castigue a todos los responsables; es una demanda política-jurídica vigente y legítima no sólo de los familiares agraviados sino de todo el pueblo y sus organizaciones; se debe conocer la verdad histórica que es la que encuentra y juzga a los criminales de Estado y tipifica objetivamente los crímenes de lesa humanidad.
En materia de violación a los derechos humanos, de los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo ejercido por el aparato policíaco militar, del Estado nunca vendrá la verdad histórica, sólo impunidad y más represión.
A casi ocho años de la detención desaparición de nuestros compañeros Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, la exigencia de su presentación sigue vigente y enarbolada por el pueblo, después de tanto tiempo a fuerza de movilización y en contra de la voluntad política del Estado se vio obligado a aceptar el crimen de desaparición forzada cometido en nuestros compañeros, sin embargo, la intención de los personeros del régimen buscan que toda búsqueda e investigación se ahogue en las marañas de la burocracia, la indolencia y el dolo de funcionarios venales.
Durante todo este tiempo las cifras de las víctimas del terror de Estado se han incrementado numérica y dantescamente sin importar sector del pueblo, religión, profesión, sexo y edad; siendo el común denominador que las víctimas pertenecen a los explotados y oprimidos.
De las estadísticas de los detenidos desaparecidos de manera forzada, preguntamos con toda sinceridad a nuestro pueblo ¿Cuántos burgueses, oligarcas y politicastros se encuentran en esta condición?, ¿Cuántos mandos de la cúpula policíaco militar están detenidos desaparecidos?, ¿Cuántos altos jerarcas de la cúpula clerical mexicana están dentro de las cifras del terror del Estado? No nos equivoquemos, los primeros imponen el Estado policíaco militar; los segundos son el brazo ejecutor de los crímenes de lesa humanidad; los terceros, bendicen los crímenes de Estado y conminan a las víctimas a la resignación celestial.
Ante el terrorismo de Estado; ante la represión generalizado del gobierno antipopular; ante la impunidad y la complicidad de los politicastros; ante la perversidad y cinismo del Estado y sus actuales personeros, familiares, amigos y compañeros de las víctimas, organizaciones populares, en sí el pueblo explotado y oprimido debemos seguir exigiendo la presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos de ayer y hoy, buscar por todos los medios y mecanismos la coordinación efectiva para construir la tan necesaria unidad.
Son tiempos de lucha combativa, no de abdicación y resignación; son momentos de la unidad de acción como punto de partida para llevar a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y del terrorismo de Estado ante la justicia que demanda el pueblo.
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A SEGUIR EXIGIENDO LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR
Año 51.
República mexicana, a 24 de marzo de 2015.