Nuestro Movimiento llama a todo el pueblo de Colombia a defender la decencia de América. Una horda de despatriados con armas suministradas por el gobierno norteamericano para que asesinen a un pueblo que conquistó con hombría su libertad, ha llevado la podredumbre de sus vidas traidoras al suelo que Fidel Castro liberó definitivamente del colonialismo, la ignorancia y la miseria.
Cuba es la esperanza de América. De su ejemplo, ha nacido una juventud que por todas partes está levantando a morir o a vencer para que la patria no siga dominada por monopolios extranjeros. Los hombres y mujeres, los muchachos y muchachas patriotas de Colombia, vemos en la invasión a Cuba un intento desesperado del colonialismo norteamericano moribundo, por mantenernos a todos humillados y sometidos a sus órdenes tiránicas y a sus asaltos ladrones.
Pero si Lleras y otros sujetos de su clase ayudan a los traidores cubo – yanquis a que se lancen contra su patria, si los periódicos nauseabundos de la oligarquía apoyan la causa repugnante de la opresión y la cobardía, lo mejor de Colombia: su pueblo, sus campesinos, sus obreros, sus empleados, sus estudiantes, entienden que o en esta oportunidad somos libres, o los oligarcas tendrán que gobernar un inmenso cementerio, porque estamos con Cuba hasta la muerte, porque no queremos mas cadenas ni mas humillaciones, porque ha sonado la hora de la libertad de Colombia.
Que el ataque hipócrita y a mansalva de los Estados Unidos contra el pueblo de Cuba sea el comienzo de nuestra propia lucha por liberar a la patria de los opresores extranjeros.
Que nuestra lucha conquiste y amplié lo que la Revolución ha conseguido ya para el pueblo cubano, de manera que los colombianos podamos tener por fin casa, comida, vestido y escuela; lo que no nos han dado nunca los asesinos vendidos al capitalismo yanqui que la han gobernado por siglos.
Mas vale morir de pié que vivir de rodillas! Alertas a defender a Cuba y a desenmascarar el llamado „Frente Nacional‟, nuevo nombre de un viejo sistema de abominable dictadura!
Ni un hombre olvidará su deber en esta hora, que es el momento de definirse! Ninguna mujer debe ser inferior a la tradición heroica de Manuela Beltrán, de Policarpa Salavarrieta y la Gaitana! Que los jornaleros, los pequeños y medios industriales, los sacerdotes patriotas, la juventud universitaria, los campesinos, emprendan desde ya la lucha por la dignidad y la justicia! Que la unidad sea total para el asalto definitivo a la fortaleza corrompida del despotismo de los poderosos! Que los soldados y agentes del orden rechazen (sic) los mandatos de los sirvientes de los gringos! Que todo colombiano niegue su apoyo, colaboración y obstaculice en las formas a su alcance y sabotee a las autoridades de nuestro país, cómplices del atraco imperialista a Cuba, y enemigas juradas de nuestro pueblo.
Que todo el mundo tenga claro que los Lleras, los Laureanos, los Marianos, los Rojas Pinillas no son colombianos: ellos son los vendepatrias que pisotean la bandera nacional, ellos estrechan la mano de los amos extranjeros a cambio de unas cuantas monedas como Judas, ellos, excremento oligárquico de una nación sana, pasaran a la historia como los negros empresarios de la muerte y el deshonor!
A luchar!
A conquistar una Colombia libre para siempre!
A no ser inferiores a los héroes cubanos!
A convertir la Cordillera de los Andes en la Sierra Maestra de América!
A vencer o morir, para que la patria sea nuestra y sea grande!