La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, mayo 28 de 2015
Dándole toda la trascendencia que merece, recibimos la profunda preocupación de los gobiernos de Cuba y Noruega -Garantes de las conversaciones de paz-, por el intempestivo escalamiento del conflicto armado en Colombia.
No tiene sentido que nos sigamos matando en medio de un diálogo de paz. Es necesario interponer urgentemente un dique a la pérdida de valiosas vidas humanas.
Entendemos que a estas alturas del proceso, cuando hemos alcanzado importantes Acuerdos Parciales, cuando estamos abordando los temas más sensibles de la Agenda y avanzando en medidas conjuntas de desescalamiento que nos aproximan al fin del conflicto, no es conveniente dialogar bajo el fuego, porque ello puede echar a perder definitivamente lo logrado hasta ahora.
Muy importante la exhortación de los gobiernos de Cuba y Noruega a las partes a continuar los esfuerzos por la concordia, buscando, incluso, fórmulas que permitan llegar a un acuerdo de cese al fuego, bilateral y definitivo. La respuesta de las FARC es afirmativa. Estamos dispuestos a convenir con el Gobierno los términos de un cese al fuego bilateral, que evite más victimizaciones y envuelva al mismo tiempo, con la atmósfera más favorable, las conversaciones de paz y la marcha de Colombia hacia la reconciliación, sobre bases de democracia, justicia social y soberanía.