La Delegación de Paz de las FARC-EP se solidariza con el Congreso de los Pueblos con ocasión de la detención arbitraria de dirigentes y activistas. De nuevo asistimos a un montaje judicial en donde la principal víctima es la democracia. Con la excusa de los petardos detonados en Bogotá, el aparato judicial estigmatiza y criminaliza a los luchadores sociales.
No se puede hablar de paz y reconciliación cuando al tiempo se judicializa a luchadores sociales y se tienden mantos de duda sobre movimientos sociales políticos de oposición. Rechazamos esa actitud del Estado, que en lugar de abrir caminos hacia la reconciliación cierta, agudiza la confrontación social y genera desconfianza.
Desde La Habana va nuestra solidaridad para los compañeros y compañeras del Congreso de los Pueblos que resisten valientemente a estos falsos positivos judiciales. Luchar por un nuevo país no constituye delito alguno.
¡Libertad para todas las prisioneras y prisioneros políticos!