Al Pueblo de México
A las organizaciones Revolucionarias
A los Pueblos del Mundo
Dos años bastaron, sólo dos, para descubrir el rostro verdadero de la ignominia, de la mentira y del engaño; dos años fueron suficientes para que las caretas, los antifaces, las máscaras y los velos que cubrían la faz de un gobierno que se dijo “del cambio” y que sólo fue del aceleramiento de las políticas que los gobiernos que le antecedieron impulsaron para satisfacer los intereses del gran capital (extranjero y nacional).
Quienes dieron su voto electoral para que el Sr. Vicente Fox accediera a la presidencia de la república lo hicieron creyendo que este sería el principio del fin de una era que fue el signo de la vida político-económica impulsada por el PRI; lo hicieron creyendo que con la llegada a Los Pinos de un nuevo presidente, de un nuevo partido (distinto al PRI), iniciaría el proceso de una “transición” hacia una verdadera vida democrática en México. Creyeron que propiciar el ascenso del PAN al poder político sería suficiente para acabar con un modelo de desarrollo adverso a nuestro pueblo.
Grande fue su asombro al darse cuenta de que no bastaba votar por otro candidato a la presidencia y por otro partido para cambiar verdaderamente la situación que imperaba en nuestra nación.
Grande fue su sorpresa al percatarse de que “transición” y “alternancia” no eran la opción a seguir; el descubrimiento de este hecho nos demanda la comprensión de que lo que necesitamos, más que “transición” y “alternancia”, es una alternativa radicalmente diferente a la que después de un control priísta mantiene los mismos principios, objetivos, estilos de hacer política y gobernar para responder a los mismos intereses que tradicionalmente definieron la vida político-económica nacional.
A dos años de distancia ¿Qué es lo que tenemos?
Tenemos un Estado y un gobierno que no sólo mantiene el mismo modelo de desarrollo económico-político impulsado con vehemencia por los gobiernos priístas de Miguel de la Madrid, de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo Ponce de León; sino que, además, se encarga de desarrollar, con mucha más tenacidad, el reajuste económico neoliberal en nuestra patria. Encontramos una política económica que incrementa la tasa de pobreza en México, haciéndola llegar a cifras que rebasan los 60 millones de pobres, es decir, el 60% de nuestro pueblo vive (mejor dicho, sobrevive) dentro de los márgenes de la pobreza y pobreza extrema. ¡Ah! Pero el señor Vicente Fox se atreve a decirnos en su informe que nuestro país ha ocupado ya el 9° lugar en las economías más desarrolladas del mundo; ¡Vaya, vaya! Ocupamos un excelente lugar dentro del concierto del desarrollo de las naciones y, a su vez, mantenemos uno de los lugares más despreciables por la calidad de vida de nuestro pueblo.
Tenemos un Estado y un gobierno que se comprometió a resolver en 15 minutos el problema de Chiapas y negociar con el EZLN una paz justa y digna y, a 24 meses, un silencio se mantiene al respecto; tenemos un Estado y un gobierno que, a un tercio de su periodo, cobija un proceso de paramilitarización de la guerra contra el EZLN; tenemos un Estado y un gobierno que sigue asesinando a los indígenas, prohijando una guerra de baja intensidad en contra de las organizaciones revolucionarias y de sectores del pueblo que se organizan para defenderse de las políticas antipopulares que defiende celosamente; tenemos un gobierno que encarcela a sus opositores y que, a su vez, protege a los verdaderos delincuentes, asesinos y criminales como Carlos Jongitud Barios, Elba Esther Gordillo, los “ladrones de cuello blanco” que se regodean en libertad por todos los rincones de la patria.
Tenemos un México diezmado y sumido en una deuda externa (eterna), impagable e incobrable; un México que se hunde en el fanatismo oscurantista de retrógrados personajes como Carlos Abascal, Serrano Limón, Reyes Tamez Guerra, Xóchitl Gálvez, Martha Sahagún de Fox y, naturalmente, a su “comandante en jefe” Vicente Fox, que se encargan de desbaratar el Estado Laico, de besar la mano del Papa, de censurar libros, obras de arte y cintas cinematográficas, de poner en manos de la Arquidiócesis de México la alfabetización; tenemos un grupo de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) que proponen, aprueban y buscan los mecanismos de coerción para que se pongan en marcha los proyectos de expansión neoliberal, de desnacionalización de los recursos de nuestro país, de modificaciones a la constitución para facilitar el acceso de los representantes del gran capital a los recursos nacionales, de garantías para que el Imperialismo de los Estados Unidos de Norteamérica puedan participar de la lucha contrainsurgente en nuestro continente.
Tenemos un gobierno servil y servicial con el Imperialismo estadounidense para impulsar sus propuestas internacionales, para atacar al gobierno revolucionario de Cuba; para negociar los intereses, en contra de nuestros pueblos, del gobierno de Georges Bush (Jr) ; y, naturalmente, para defender en todos los foros posibles el modelos de reestructuración neoliberal que depreda y empobrece a más de dos tercios de la población mundial.
Tenemos un gobierno que mantiene las altas tasas de desempleo y subempleo nacional, que favorece los altos márgenes de migración interna y externa de nuestros connacionales, que propicia los bajos niveles educativos y culturales de nuestro pueblo, que mantiene las altas tasas de enfermedades curables y prevenibles, que promueve el fanatismo y el dogma como instrumentos del pensamiento; en fin, que jamás, porque ni le interesa ni hace absolutamente nada para cambiar el rumbo, ofrecerá el cambio efectivo y real de las condiciones miserables de existencia de nuestro pueblo.
Tenemos un gobierno que nada hace para eliminar la corrupción, que en maridaje irrompible mantiene nexos claros con grupos de narcotraficantes, que sostiene un ejército para atacar al pueblo, que considera que la delincuencia puede ser eliminada con estrategias policíacas, carcelarias y paramilitares; es decir, que ofrece la cárcel, sus policías y PFP a los jóvenes que por no encontrar más alternativas para subsistir delinquen dentro de los márgenes de los lúmpen y, por el contrario, favorece el enriquecimiento insultante de unos cuantos y el saqueo de nuestra nación.
A dos años de distancia tenemos un gobierno mentiroso y de discursos de doble cara (recuérdese a Jorge Castañeda y Vicente Fox respecto al Comandante Fidel Castro, Cuba y la Cumbre de Monterrey), tenemos un gobierno que se comprometió a propiciar el cambio real y efectivo de las condiciones de vida miserables y antidemocráticas del país y que, por el contrario, las favoreció.
Nada de esto, desde luego, fue escuchado en el informe del Sr Vicente Fox, tan sólo discurso hueco y retórica carente de significado congruente con la realidad; tan sólo un mundo imaginario que flota en las cabezas de Vicente Fox y sus compinches, un vago sueño de grandeza que no se corresponde con la realidad, que día con día abofetea el rostro de millones y millones de miserables y pobres que danzan la danza del dolor y la desesperanza...
Mas no todo es carencia de porvenir, puesto que contra el pesimismo disponemos de la perspectiva y la previsión que nos conducen a reconocer que no necesitamos gobiernos del cambio, que no requerimos de transiciones hacia la democracia, que nadie, que no sea nuestro propio pueblo organizado como poder popular, podrá acercarnos a un México diferente, hacia un México con proyectos modestos, pero nuestros. Hacia un México que se hermane con nuestra América Latina en la búsqueda de lograr el sueño de Bolívar, de Morazán, de Morelos, de Martí, de todos los que tuvieron corazón para soñar una patria grande, nuestra, plural, incluyente, democrática y sin oposiciones deleznables de pobreza y riqueza, saber e ignorancia, hambre y hartazgo.
Fraternalmente:
¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡¡¡
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA
PDPR-EPR-TDR