Apenas llego a la Indoamérica les encuentro, no por casualidad, sino por pura certeza. A los dos en día de bullas. A Jonás y Diego juntos.
Compartiendo su limón con sal, disimuladamente me invitan a integrar el grupo. Jonás estaba sonreído, se reía de todo y de nada, así saludaba a los amigos, los vecinos, los compas, las peladas.., porque así era él. Diego en cambio, bromeando abre su mochila y saca su camiseta negra de Metallica y Jonás su azul pasamontañas, para transformarnos en rostros ocultos, en combatientes populares.
El llamado del combate me había obligado a escaparme del aula y ya estábamos en la bronca. Mientras caminamos , Diego indica las medidas de seguridad hay que seguirlas al pie de la letra. Todo esta listo. Para hoy se ha instruido en andar en tríada. Diego a escogido a Jonás y a mí y empezamos a alentar a los combatientes, a dictar órdenes y consignas. A dar vivas y sepulturas. A avivar la lucha del pueblo que combate, a ensalzar la arrechera de todos los que luchan; a condenar el paquetazo y la repre, a sentenciar la muerte de este sistema de injusticias.
De buenas a primeras me encontré rodeado de humo, y entonces, en medio de aquel alboroto, Jonás ordena preparar las incendiarias. Los pacos van y vienen se acercan y se alejan. Sentimos el vértigo de la lucha. Vivimos el espectáculo de la rebelión, uniéndonos a al agitación, todos jóvenes, formando multitudes, venimos de todas partes, no solo de los suburbios miserables... para participar de la acción revolucionaria urbana, en contra del paquetazo, unidos por la identidad de revolucionarios y explotados. Sintiéndonos como el Che y Alfaro. Orgullosos como combatientes.
El asunto hay tomarlos demasiado en serio. Al fin y al cabo, es guerra para nosotros, cosa de arrechos como dicen Jonás y Diego. La cosa hay que organizarla y dirigirla bien. La lucha exige, además de coraje y valentía, dirección. Y eso estamos aprendiendo.
Así llega la tarde y hay que marcharnos. Ellos se van juntos para el día siguiente seguir igual. Juntos por la calle, en medio de jóvenes que ahora tomamos su buen ejemplo. Haciéndolos revivir en la bronca y el crecimiento de la organización.
Extracto del artículo de la página central de Dinamita, Voz Oficial del Comando Nacional de los Grupos de Combatientes Populares (G.C.P.). Noviembre 2005