El Estado Mayor Central de las FARC-EP, hace pública su preocupación frente al evidente escalamiento de las operaciones militares en diferentes áreas del país, que recientemente cobraron la vida de 4 guerrilleros y la captura heridas de 2 guerrilleras, y que amenazan con hacer insostenible el cese al fuego unilateral decretado por las FARC-EP a partir del día 20 de julio del año en curso. Operaciones militares que son contrarias al espíritu del acuerdo denominado “Agilizar en La Habana y desescalar en Colombia”, firmado por las partes el día 12 de julio.
El incumplimiento por parte del gobierno del compromiso de corresponder al gesto de las FARC-EP con gestos equivalentes de desescalamiento militar, sienta un precedente negativo que afecta la confianza y la credibilidad ganada por las partes en la Mesa.
Por ese motivo ponemos en conocimiento de la opinión pública nacional e internacional que hemos dado instrucción a nuestra Delegación de Paz para que convoque de manera urgente a los representantes de los países garantes Cuba y Noruega y de los países acompañantes Venezuela y Chile, a fin de ponerlos en conocimiento detallado de la situación militar que se vive en las distintas áreas del país.
Igualmente consideramos de suma urgencia que nuestra delegación se reúna con el enviado especial del Gobierno de los Estados Unidos, el señor Bernard Aronson; el comisionado del Gobierno alemán el señor Tom koenigs; así como con el enviado especial de la Unión Europea, el señor Eamon Gilmore, también con el objetivo de ponerlos al tanto de las dificultades que cada día hacen más insostenible el cese al fuego unilateral por parte de las FARC-EP.
La situación de presión militar contra las guerrillas en tregua, para nada se corresponde con los avances obtenidos en materia de acuerdos y con el ambiente de tranquilidad que se respira en las regiones como pudo ser constatado con motivo de la reciente jornada electoral. Tampoco es consecuente esta situación con los recientes pronunciamientos presidenciales entorno a la posibilidad de alcanzar un cese al fuego bilateral antes de la firma del acuerdo final.
La posibilidad real de la paz para Colombia, nunca ha estado tan cerca como ahora. Son innegables las señales que desde las FARC-EP hemos dado de querer avanzar con decisión el camino que resta para llegar al acuerdo final. No permitamos que la interpretación equivocada de estos gestos de buena voluntad, como señales de debilidad, terminen por arruinar el buen clima que se necesita para alcanzar la aspiración más justa de nuestro pueblo: La paz con justicia social, democracia y soberanía.