Carta de Manuel Pérez a su familia

26 de Noviembre de 1971

Sr. D. Marcelino Pérez

AIfamén (Zaragoza).

Queridos papás, hermanos y sobrinos con todo el resto de familia:

Mil abrazos para comenzar. Va es hora de poder comentarles por mí mismo la verdad de mi existencia por estos montes colombianos, para su tranquilidad, después de tanta incertidumbre y sufrimientos por mi causa o por la causa de los opresores, criminales que con mentiras y calumnias tratan de ofender y perjudicar siempre.

Nadie me ha matado. Los amigos, son los mejores amigos que uno puede encontrar en la vida; más honestos, más sinceros que en la vida se puedan encontrar Son los pobres que luchan, que en todo momento están dispuestos a entregar su vida por los pobres del pueblo con amor.

No digamos cómo los compañeros están dispuestos a dar su vida por otro compañero, como yo soy para ellos y como ellos son para mí! i ellos me van a matar! ; eso pregonaron los ricos criminales que no saben cómo hacer daño, cómo perjudicar. Inventan todo lo necesario.

Los enemigos no me han matado porque no han podido. Ellos saben que he participado (he tenido esa dicha) en distintos combates contra ellos y espero hacerlo cada vez con mayor frecuencia y mayor fuerza. ¡Papás los pobres se mueren cada minuto, cada día, por miles, por millones y solo porque los ricos explotan! ¡Que se mueran los pobres! Y para eso tienen el ejército que solo se vencerá con el ejército del pueblo. Los pobres luchan por su liberación. Este es el momento histórico del amor de Dios a los hombres para que vivan una vida digna. Dios los ha creado para ello y sus designios deben realizarse.

Los pobres, como Dios, no quieren la guerra, pero los ricos la están provocando constantemente con la opresión. Cristo murió para liberar al pueblo, los pobres luchamos con esta consigna: liberación de los pobres o muerte. Por eso papás, la vida en estos montes es la vida más digna, más verdadera, de mayor amistad que puede existir. La vida es dura, pero el compañerismo no puede ser mayor. La felicidad de sentir la causa más noble del mundo hace superar las dificultades. Ver a los campesinos, cómo viven, cómo sufren, cómo ven morir a sus hijos conmueve cada día a luchar con mayor fuerza.

¿Ven? ¿Comprenden que no puede ser de otra forma? ¡Ojalá sientan un orgullo sagrado y revolucionario de tenerme aquí! ¡Y ojalá su orgullo cada día pueda ser mayor por mi buen comportamiento en la lucha!

Nuestra vida es caminar, siempre con nuestra casa a las espaldas, las armas en la mano, los ojos vigilantes y el corazón lleno de amor a los pobres y desprecio a los ricos y opresores. Combatimos, trabajamos, estudiamos y llevamos nuestro mismo entusiasmo a los campesinos pobres.

Cuando triunfe nuestra revolución ya les mostraremos cómo estamos viviendo en estos momentos.

Los otros compañeros se encuentran muy bien, lástima que no estén en este momento aquí para que les puedan escribir Aquí todos somos hermanos, no se ofenda Paco, ni Maria, todo es de todos y para todos. Se trabaja con entusiasmo y siempre se piensa en los demás.

A los hermanos los tengo que incluir aquí. Espero que no os molestará, porque estoy seguro que ya no vivís en el mismo lugar ¿Cómo tengo ganas de saber de todo y de todos? ¿Que cómo se encuentran los papás después de aquellos días amargos? ¿Y vosotros? ¿Y los tíos y los primos? Pero sobre todo mi sobrinito que ya me escribirá en la próxima ocasión.

¿Y no tengo más sobrinitos? Bueno, en cuanto haya la primera oportunidad les daré la dirección a que me pueden escribir.

Reciban ahora mil besos, un montón de abrazos y mil felicitaciones de Navidad para todo el pueblo, háganle llegar los saludos a las familias de Domingo y José Antonio; a Joaquín San Martín y Ramón para que sepan bien de nosotros.

Un abrazo más

Manolo.

Un compañero, un hermano de lucha, un responsable de la Dirección Nacional les quiere poner también unas letricas, un saludo.

El que vuestro hijo haya unido sus esfuerzos, sus capacidades y su vida a la lucha del pueblo colombiano por la liberación nacional y social, nos acerca con Uds. de una manera especial. Por eso la presente nota quiere expresarles mi sincero afecto. Quiero pedirles que no hagan caso de las noticias difundidas por el enemigo que combatimos, pues nosotros mismos nos encargamos de mantenerlos informados sobre la situación de Manuel. Acepten mi abrazo como compañero de lucha de Manuel.

Manuel Vázquez Castaño.

Papás y hermanos: quería hablarles un poco más extensamente de nuestra Organización:

En ella estuvo presente el primer sacerdote que marchó a las montañas, el padre Camilo Torres, seguramente recordarán su nombre pues nosotros hablamos muchas veces de él cuando estuvimos por allí. El dio un gran ejemplo a los cristianos y sacerdotes de todo el mundo. Él comprendió muy bien que por amor a los hombres pobres debía empuñar las armas y buscó una organización guerrillera que tuviera sus mismos ideales de lucha y su misma honestidad y entrega y la encontró en el Ejército de Liberación Nacional. Él nos marcó, nos enseñé el camino a nosotros. Ese es el ideal que tienen muchos dirigentes: tomar el poder para el pueblo, sin hacer ninguna concesión al enemigo, a través de las armas. Ningún dirigente tiene la más mínima ambición personal del mundo, pues son los elegidos entre los más entregados, los más honestos, los que mayor demuestran en las acciones y los más sacrificados por la liberación del pueblo.

Ser guerrillero es vivir el amor a nuestro prójimo en el más alto grado de entrega, hasta dar la vida en cada momento. Eso es lo que debería vivir cada cristiano. Sin embargo aquí cada compañero lo vive así. Por eso nosotros nos recordamos constantemente con charlas, con estudio etc... cual es nuestro ideal. Como Jesucristo hacía con sus apóstoles. El les enseñaba para que comprendiesen el amor a los pobres. Por eso cuando expulsa a los mercaderes del templo con su látigo todos los comprenden, por eso cuando nosotros combatimos al enemigo todos lo comprendemos. No se trata de matar sino de defender la vida de los pobres. A nadie aquí le gusta que los hombres mueran, por eso nos hemos juntado, con el único fin de defender, de liberar la vida de los oprimidos. El gran motor para actuar es la conciencia. Por eso es ejército, o sea organización armada del pueblo y además organización política. Todos los máximos dirigentes están en el monte llevando la vida más esforzada y heroica dando su ejemplo en el trabajo, son los primeros en todo.

El gobierno de los ricos nos llama bandidos pero vean qué lejos estamos de ello.

Este ejército del pueblo (E.L.N.) está conformado por campesinos pobres, obreros, médicos, abogados, estudiantes etc. todos los que sienten esa necesidad de liberar al pueblo. Y nuestra actuación la vamos aprendiendo constantemente con la experiencia que vamos adquiriendo, teniendo en cuenta las características de nuestro pueblo pobre y movidos por el gran ideal de formar un país de hombres libres después de destruir el poder de los ricos y explotadores.