Saludamos en este nuevo año 2016, a nuestros compatriotas, a los pueblos hermanos que resisten la ofensiva de las potencias imperialistas y a la comunidad internacional, que apoya la solución política al conflicto colombiano.
La tormenta de guerra mundial que azota al Planeta, tiene mayor impacto en Medio Oriente y África. Los planificadores estratégicos del imperialismo no ahorran ingenio, en el desarrollo de máquinas de guerra, como el Estado Islámico, para destruir naciones y apoderarse de sus Bienes Comunes. En medio de este conflagración, intereses históricos como los del pueblo de Palestina, resisten una enorme amenaza.
Las grandes ilusiones que se hicieron los pueblos sobre la reciente Cumbre mundial sobre el clima, quedaron por el piso, por el pequeño resultado que arrojan sus conclusiones. No es de la mano de las potencias que contaminan la Madre Tierra, que vendrán las soluciones reales, para el calentamiento global y el resto de depredación que sufre el Planeta; esta es una tarea irreemplazable de los pueblos del mundo.
Lo que espera a la humanidad en el 2016, es el agravamiento de la situación económica y nuevas medidas anti sociales, para descargar la crisis en hombros de los pueblos. Con esta finalidad el plan imperialista alienta su ofensiva derechista, que arrecia ahora en América Latina.
El año que culmina, deja en Colombia profundos contrastes, entre una esperanza de paz y la dura realidad de medidas neoliberales y represivas contra la población colombiana. El cúmulo de promesas de paz hechas en el 2015, esperan por convertirse en realidad en el año que inicia. Llevarlas a la práctica depende de la voluntad de las Partes, pero también y en gran medida, de la capacidad de lucha de las grandes mayorías, que entienden que la paz son cambios y que la oligarquía nunca regala nada.
En un asunto tan sensible, como el interés de las víctimas, queda por verse si es de verdad, que es la primera prioridad, como anuncia el gobierno de Santos. Lo que si es real, es que a la sombra de las promesas hechas a la sociedad sobre verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición; el régimen concretó el año que termina, innumerables medidas de impunidad para muchos de los victimarios.
Lo que parecía voluntad del gobierno para concertar soluciones con el movimiento social, se demostró en 2015, como una maniobra distractora para congelar la protesta, por los graves problemas que aquejan a las mayorías nacionales.
La minoría dominante ante su falta de voluntad para velar por los intereses de la mayoría de la sociedad, extrema las medidas represivas para sofocar la protesta social y la rebeldía popular, confinando a más de 130 mil compatriotas en prisiones indignas para la gente; creando una crisis humanitaria, por la que no responde ni se propone resolver.
Convocamos a todos los pueblos a luchar contra la guerra imperialista, contra el capitalismo salvaje y por la supervivencia de la Madre Tierra y el Buen Vivir. Por la paz y la construcción de una nueva sociedad post capitalista, más humana y comprometida con el cuidado del Planeta.
Llamamos a luchar en cada país, como primer aporte a la solidaridad con los pueblos, que resisten la agresión de las potencias colonialistas e imperialistas.
Animamos a nuestro pueblo a seguir tomando conciencia de la dura realidad que enfrentamos, para comprometernos a fondo con las luchas por la dignificación y la emancipación; que haga realidad una solución política del conflicto, y acerque la posibilidad de tener una paz con justicia social.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás liberación o muerte!
Comando Central de la Dirección Nacional
Ejército de Liberación Nacional