Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes
Cordial saludo:
Con el anhelo de paz palpitante ante la posibilidad cierta de alcanzar un Acuerdo Final que termine la extensa guerra y dé pasos efectivos hacia la transformación de nuestro país, hemos recibido con entusiasmo su carta pública dirigida a los jefes de las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP, que dialogamos desde hace más de 3 años en La Habana, Cuba.
Reconocemos en la OCLAE, sus organizaciones filiales de toda Nuestra América y sus 50 años de lucha, los continuadores de la herencia del Manifiesto Liminar de los estudiantes que desde Córdoba, proclamaban en 1918 que los dolores que quedan, son las libertades que faltan. Valoramos sus importantes acciones por el impulso del derecho a la educación y los cambios democráticos en el continente, que le han otorgado el estatus de organización consultora del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas y de carácter operacional ante la UNESCO, acreditando a su plataforma para la participación en procesos, que como la construcción de la paz en Colombia requieren del concurso de la academia y de las nuevas generaciones.
Como Delegación de Paz de las FARC-EP, los invitamos a realizar prontamente, una reunión preparatoria en aras de avanzar en una propuesta que posibilite dar curso a su iniciativa para acompañar y asesorar la implementación de los acuerdos, e iniciar intercambios sobre la problemática educativa en Colombia y Nuestra América.
En la Mesa de Diálogos actualmente avanzamos en la discusión del punto Fin del Conflicto y nos aprestamos para abordar el debate de Implementación, Verificación y Refrendación, que requerirá las propuestas para el desarrollo concreto de los acuerdos, incluyendo entre otras, financiación, cronograma y acompañamiento internacional.
Dentro de lo firmado en la Mesa de La Habana, son múltiples los temas para los que es central contar con las elaboraciones y concurso de la universidad latinoamericana y sus estudiantes. Se han alcanzado cuatro acuerdos parciales sobre Reforma Rural Integral, Participación Política, Solución al Problema de las Drogas Ilícitas, y Víctimas, conteniendo todos éstos, múltiples aspectos que demandan desarrollos normativos y diseño de políticas públicas relacionados con la educación, la cultura y la juventud.
A manera de ejemplos podemos indicar que el componente 3.2.2 del Acuerdo Parcial de Reforma Rural Integral propone un “Plan Especial de Educación Rural” que incluye desde formación preescolar hasta técnica y superior. El Acuerdo parcial de Participación Política contempla la conformación de un Consejo Nacional para la Reconciliación y la Convivencia, que desarrollará políticas y programas de cultura de paz. El Acuerdo Parcial de Solución al Problema de Drogas Ilícitas, crea un Programa Nacional de Intervención Integral al Consumo y un Sistema Integral de Atención al Consumidor de Drogas, ambos con componentes educativos a desarrollar. En estos y otros temas específicos, es crucial contar con la autorizada opinión de la OCLAE, sus organizaciones filiales y la academia latinoamericana.
La larga tradición de lucha y la recia persecución recibida por el movimiento universitario en Colombia atestigua que los jóvenes y estudiantes han sido actores sociales relevantes para la construcción de la paz y la apertura democrática. En consecuencia, también tienen el mérito para participar en la elaboración de iniciativas que posibiliten el desarrollo y seguimiento del conjunto de los acuerdos, y muy especialmente del proceso de construcción que las Comisiones de Diálogo y Movimientos Sociales deben hacer en función de nuevas legislaciones de Participación Ciudadana y Garantías para la Movilización y la Protesta, definidas en los puntos 2.2.1 y 2.2.2 del Acuerdo de Participación Política.
Adecuado sería entonces, una pronta entrevista directa, en pos de concretar la metodología y desarrollo de su propuesta, y profundizar el intercambio mutuo. Esperanzados en que aunando esfuerzos por la paz y la educación de Nuestra América, podamos decir como hace 98 años: “Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.”