Saludo a la segunda audiencia indígena

La Habana, Cuba, sede de los Diálogos de paz, junio 26 de 2016

Compañeros y compañeras:

Julio Pascué CONPI
Orlando Pamo ACIT
Misael Domicó CRIA
Phanor Guazaquillo CRIPN Putumayo
Luz Mery Patiño Cabildo Monaya Buinaima
Dennis Cabezón WOUNDEKO

En la mañana de hoy Gobierno Nacional y FARC-EP hemos escuchado bajo la mirada de los países garantes, Cuba y Noruega, a un nutrido grupo de dirigentes de pueblos indígenas de Colombia con la mayor atención y esta tarde, con la misma disposición, queremos escucharlos a ustedes, representantes también del pueblo indígena incomprendido y olvidado, pero llenos de razones, argumentos y reclamos que deben ser atendidos para que la paz y la armonía que se está construyendo en La Habana, nos abrace a todos con su manto multiétnico de hijos de una gran nación.

Quiero reiterar en esta nueva oportunidad que nos brinda este proceso, una advertencia y un llamado plenamente vigente del Gran Héroe, el padre Libertador: Unidos seremos fuertes y mereceremos respeto; divididos y aislados, pereceremos.

En la nueva patria que avizoramos, debemos marchar bajo una sola bandera, con una divisa que es nuestra propia vida: Unidad, Unidad, Unidad.

Unidad para que el derecho al territorio, al respeto a todo lo sagrado y ancestral sea una realidad tangible, cierta, no retórica. Los pueblos indígenas tienen toda la razón: ni ustedes ni nosotros podemos ser desprendidos del cordón umbilical que nos ata a la madre tierra, que debe ser destinataria principal de todo nuestro amor, nuestra delicada atención y afecto.

Un homenaje a la Cacica la Gaitana, a Nutibara, el cacique Upar, Calarcá y a todos los líderes indígenas que enfrentaron el abominable sometimiento, el saqueo, y la destrucción de una espiritualidad pura con la cruz.

Si las FARC a lo largo de este conflicto que llegó a la degradación ofendió la ternura y la bondad de su cosmovisión, con humildad pedimos perdón, acompañado con el compromiso guerrillero del Nunca Más. Es un imperativo ético el respeto a su cultura, a su espiritualidad, al territorio y a sus procesos organizativos.

De acuerdo: de nada sirve silenciar las armas si destruimos el planeta, si escarbamos, sin normas ni reglas. Las entrañas de la tierra para extraer el esplendor vano de un metal.

Tenemos que unirnos para impedir que se desvíe el curso natural de nuestros ríos y arroyos para satisfacer la ambición de una multinacional desalmada que solo busca incrementar su bolsa en la metrópoli. Las licencias ambientales y las concesiones mineras, deben contar con el visto bueno de las comunidades ancestrales.

Todo esto es necesario para poner fin al desarraigo y al despojo que empujan al exterminio.

Nuestro propósito superior es la paz y ésta marcha de la mano con el silenciamiento inicial de los fusiles, los cañones y las bombas que marchitan con su estruendo y destrucción nuestra biodiversidad.

Queremos insistir en algo que dijimos esta mañana:

Nada que desconozca la aspiración legítima de los pueblos indígenas ha sido desatendida por la Mesa de La Habana. Las propuestas de las FARC han sido precisas respecto a los intereses étnicos. Así lo testimonian las propuestas que hemos traído a Mesa: Todo el Capítulo Cuarto de las 100 Propuestas Mínimas para la Reforma Rural Integral presentadas por las FARC-EP, está dedicado a la reivindicación de exigencias del movimiento indígena como el reconocimiento del derecho a la tierra y el territorio de los pueblos originarios, la titulación colectiva de tierras, la validación y apoyo extraordinario a los planes de vida.

Reiteramos nuestra plena disposición no solo a escucharlos, sino a exigir que queden plasmados sus anhelos como compromiso cierto en los papeles de la paz.

En este sentido pedimos a los plenipotenciarios del Gobierno revisar lo que sea necesario para asegurar en el contenido de lo acordado hasta hoy, la plena satisfacción de las justas demandas de los hermanos indígenas de Colombia.

Las versiones que echaron a andar ciertas personas sin consideraciones éticas, en el sentido de que estábamos en contra de Mesa Étnica están edificadas sobre terreno deleznable y mentiroso. Creen algunos, acostumbrados a engañar toda la vida, que a los pueblos indígenas se les puede embrollar por los siglos de los siglos. No, no! Nuestros hermanos originarios tienen una visión clara de nuevo país, y se juegan la vida en la movilización por sus derechos, en la minga y en la protesta para que Colombia se convierta en una patria justa, para que se acabe la demagogia, se construya una alternativa política de mayorías y se produzca la reconstrucción moral de la República.

Para las FARC, los pueblos indígenas son víctimas y sobrevivientes de una histórica exclusión y opresión, de despojo de sus tierras, de arrasamiento de sus tradiciones, de invisibilización política, la negación cultural y la agresión en el contexto del conflicto. Son indígenas los que mueren de hambre en La Guajira, son indígenas los expropiados en Vichada, son indígenas y sus hijos los que deambulan en las grandes capitales en medio de la pobreza. Pero también son indígenas los que marchan dignamente por las carreteras de la patria exigiendo justicia.

Les extendemos nuestra mano hermana y nos solidarizamos con su justa causa que debe poner a pensar a la nación entera sobre las ignoradas percepciones de la vida, el territorio y la autonomía que reclaman. Son ustedes invitados de primer orden para que nos ayuden a avanzar

Finalmente, el Acuerdo Final de Paz, solo es posible si contamos con el respaldo de todas las expresiones sociales. Los convocamos a contribuir en la construcción de los acuerdos, los invitamos a refrendar la paz, pero ante todo los invitamos a confluir con el conjunto del pueblo colombiano como poder constituyente, dando forma a una nueva Carta Magna, que desde la ampliación del reconocimiento de la diversidad étnica y cultural de nuestro país, selle definitivamente la reconciliación de los colombianos y colombianas.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP