Colección
Archivo digital
Tipo
Documento
País
Fecha
2016-07-11
Categoría
Comunicado
Comunicado del Frente 34 Alberto Martínez
COMUNICADO
El frente 34 Alberto Martínez, del Bloque Comandante Efraín Guzmán de las FARC-EP, reafirma ante la opinión pública nacional e internacional la voluntad de paz que caracteriza a la colectividad fariana, hoy demostrada ante el mundo, y en cumplimiento de nuestro deber como integrantes de una organización seria y responsables con nuestro papel revolucionario, rechazamos cualquier actividad mediática, que tienda a rebajar la voluntad de paz de todas nuestras estructuras.
Así también dejamos claro que en nuestra organización existe unidad de mando unificado, que ha sido producto de la experiencia durante los 52 años de existencia, en la cual nuestra máxima autoridad, que son las conferencias nacionales de guerrilleras y guerrilleros, se han dado la tarea de realizar un estudio cuidadoso de cada una de la situaciones en el país en todos los campos, y entre uno de los principales aspectos que se tienen en cuenta es la escogencia entre toda su militancia de quienes conforman el Estado Mayor Central como mecanismo que dirige a la organización entre conferencia y conferencia.
Lo anterior indica que no hay un espacio al interior de la organización para que existan dudas frente a nuestros máximo organismo de dirección político militar, ni mucho menos hay un espacio para crear una división al interior de la organización, bajo pretexto de que lo que se está haciendo en los diálogos de La Habana no sea una necesidad en función de la paz de Colombia. Además porque nuestros organismos de control interno nos facultan para generar los debates pertinentes y descubrir cualquier actividad que atente contra los intereses revolucionarios de nuestra organización. Lo anterior deja demostrado que quien piense o actué en contravía del proceso de paz, lo hace por picardía o porque es un agente de la contraparte.
Lo ocurrido con el reducto que desertó de la organización, dándose el nombre de Primer Frente, son cosas que se dan en los ejércitos en las guerras. Lo duro de esto es que los medios de comunicación le den tanta importancia a la noticia, tratando de generar confusión al pueblo colombiano y al mundo. Si de verdad quieren contribuir a la paz de Colombia, deben remodelar sus discursos y más bien invitar a la unidad de los colombianos. Los únicos perdedores con la tarea que hasta ahora están tratado de hacer, son la inmensa mayoría de colombianas y colombianos que soñamos con una paz con justicia social estable y duradera.
El gobierno colombiano, en cumplimiento de su compromiso de desescalamiento del conflicto y en aras de fortalecer la confianza en el cese al fuego bilateral y definitivo, en vez de permitir esta campaña destructora, debiera de estar impulsando la claridad perfecta de los acuerdos y llamando por todo los medios a la unidad y reconciliación de todos los colombianos. No se puede permitir la tergiversación de lo acordado, porque se le hace un daño a la inmensa mayoría, que ha tenido esperanza en una paz justa, donde se acabe el odio y perdure la hermandad.
Montañas del Chocó, 11 de julio de 2016.
El frente 34 Alberto Martínez, del Bloque Comandante Efraín Guzmán de las FARC-EP, reafirma ante la opinión pública nacional e internacional la voluntad de paz que caracteriza a la colectividad fariana, hoy demostrada ante el mundo, y en cumplimiento de nuestro deber como integrantes de una organización seria y responsables con nuestro papel revolucionario, rechazamos cualquier actividad mediática, que tienda a rebajar la voluntad de paz de todas nuestras estructuras.
Así también dejamos claro que en nuestra organización existe unidad de mando unificado, que ha sido producto de la experiencia durante los 52 años de existencia, en la cual nuestra máxima autoridad, que son las conferencias nacionales de guerrilleras y guerrilleros, se han dado la tarea de realizar un estudio cuidadoso de cada una de la situaciones en el país en todos los campos, y entre uno de los principales aspectos que se tienen en cuenta es la escogencia entre toda su militancia de quienes conforman el Estado Mayor Central como mecanismo que dirige a la organización entre conferencia y conferencia.
Lo anterior indica que no hay un espacio al interior de la organización para que existan dudas frente a nuestros máximo organismo de dirección político militar, ni mucho menos hay un espacio para crear una división al interior de la organización, bajo pretexto de que lo que se está haciendo en los diálogos de La Habana no sea una necesidad en función de la paz de Colombia. Además porque nuestros organismos de control interno nos facultan para generar los debates pertinentes y descubrir cualquier actividad que atente contra los intereses revolucionarios de nuestra organización. Lo anterior deja demostrado que quien piense o actué en contravía del proceso de paz, lo hace por picardía o porque es un agente de la contraparte.
Lo ocurrido con el reducto que desertó de la organización, dándose el nombre de Primer Frente, son cosas que se dan en los ejércitos en las guerras. Lo duro de esto es que los medios de comunicación le den tanta importancia a la noticia, tratando de generar confusión al pueblo colombiano y al mundo. Si de verdad quieren contribuir a la paz de Colombia, deben remodelar sus discursos y más bien invitar a la unidad de los colombianos. Los únicos perdedores con la tarea que hasta ahora están tratado de hacer, son la inmensa mayoría de colombianas y colombianos que soñamos con una paz con justicia social estable y duradera.
El gobierno colombiano, en cumplimiento de su compromiso de desescalamiento del conflicto y en aras de fortalecer la confianza en el cese al fuego bilateral y definitivo, en vez de permitir esta campaña destructora, debiera de estar impulsando la claridad perfecta de los acuerdos y llamando por todo los medios a la unidad y reconciliación de todos los colombianos. No se puede permitir la tergiversación de lo acordado, porque se le hace un daño a la inmensa mayoría, que ha tenido esperanza en una paz justa, donde se acabe el odio y perdure la hermandad.
Montañas del Chocó, 11 de julio de 2016.