Recibimos su carta con entusiasmo, por la convicción de sus planteamientos y el noble alcance de ellos, expresado en la defensa del interés común que encarnan.
En particular valoramos altamente su oferta de ser Garantes de esta Mesa de conversaciones, para desde ella hacer una construcción entre todos, de una Agenda de transición y paz social, en la que entre otros asuntos significativos, esté integrado el problema socioambiental.
Compartimos con Ustedes que enfrentamos un orden depredador e injusto, que solamente vamos a cambiar con la multitudinaria participación de la sociedad colombiana, en el presente proceso de solución política del conflicto, encaminado a lograr una paz justa y duradera, para nuestro atormentado país.
El llamado que nos hacen para echar a andar esta Mesa de conversaciones lo escuchamos con atención y respeto, y les informamos que en estos días hemos logrado superar los obstáculos que la mantenían congelada; ahora, este espacio de diálogo y conciliación queda en manos de Ustedes y de todos los colombianas y colombianos, que estamos decididos a pasar la amarga página de las desigualdades, la depredación y la guerra.
El histórico momento que vivimos en Colombia de una renovada movilización ciudadana por la paz, es el propicio para forjar la unidad y confluencia de quienes buscamos transformaciones que beneficien a las mayorías nacionales; de todos los que repudiamos la persecución del régimen y queremos sacar la violencia de la lucha política; y de los que nos esforzamos porque América Latina y el Caribe sea una Zona de Paz.
Todos estos propósitos demandan el esfuerzo de la sociedad movilizada, hasta lograr neutralizar a quienes se lucran de la guerra.
Admiramos en Ustedes su voluntad para desarrollar, “el ambientalismo como reserva ética y de acción pedagógica, dispuesto a ser un movimiento que jalone a nuestra sociedad hacia el cuidado del bien común, hacia el respeto, buen uso y aprovechamiento democrático de los bienes públicos, y hacia la mesura en el uso de los bienes privados y la defensa y conservación de nuestro patrimonio nacional natural”.
Con propósitos tan altruistas, será decisivo su aporte al logro de la paz. De nuestra parte, cuenten con que haremos todo lo que sea posible, para no ser inferiores al compromiso derivado de una salida política al conflicto, que abra el camino de la paz a esta y a las siguientes generaciones de colombianas y colombianos.
A nombre del Ejército de Liberación Nacional me despido, con la expectativa de pronto poder compartir con Ustedes, las tareas que exigen los propósitos arriba enunciados.