15 DE OCTUBRE, DÍA NACIONAL DEL PRISIONERO POLÍTICO, HISTORIA DE RESISTENCIA Y DIGNIDAD
Desde el ámbito de los sectores revolucionarios en Colombia, hoy es el día para mostrarle al resto del país el día nacional de las Detenidas y los Detenidos Políticos, en homenaje recordatorio de que el 15 de octubre de 1973, en la ciudad de Medellín, fue capturado y posteriormente ejecutado el dirigente sindical LUIS CARLOS CÁRDENAS ARBELÁEZ.
Esta fecha nos permite recordar, no solo a los miles de personas privadas de la libertad por razones políticas, sino mostrar una actitud crítica de la prisión en Colombia como institución, y denunciarla una vez más por ser la opción facilista usada por excelencia desde el Estado para resolver el conflicto y la protesta social, además de ser un instrumento para penar el accionar rebelde que ha subvertido el orden establecido con la esperanza de conquistar un futuro mejor para los colombianos. Es además, un reflejo clarividente de las contradicciones que vive a diario sociedad colombiana.
Ahora, con la esperanza del desarrollo e implementación del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto el componente de la Jurisdicción Especial para la Paz y la Ley de Amnistía que trae como consecuencia el reconocimiento del delito político, consensuadas entre las partes en el punto de Víctimas, aspiramos aliviar en buena medida los padecimientos de los Prisioneros Políticos y de Guerra.
Sin embargo, la esencia represiva del Estado seguirá incólume a pesar de los avances que se lograrán con la implementación del Acuerdo Final. El Estado colombiano implantó el modelo de castigo estadounidense exportado del Buró Federal de Prisiones, del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, sembrando una cultura penitenciaria basada en el castigo, e instauró un sistema penitenciario y carcelario para el país, permeado por la doctrina del enemigo interno, un modelo carcelario para aplicar el castigo a la creciente y legitima movilización y protesta social de los colombianos.
Camaradas prisioneros políticos y de guerra, a pesar de los debates y dificultades presentadas en los últimos días en La Mesa, tenemos como principio ineludible la salida de las cárceles de todos nuestros camaradas y civiles prisioneros sindicados o condenados por colaborar con las FARC EP, seguimos insistiendo que la amnistía es un indispensable para la paz estable y duradera.
Sea esta fecha un espacio también para rendir un sentido especial homenaje a todas las mujeres y hombres que asumen las cárceles como una trinchera de lucha, haciendo gala de la más alta moral y dignidad, a quienes los barrotes no han mellado su anhelo de paz con justicia social.