"Sobre mañana y el futuro. Soy optimista, la ideología, la propia experiencia y principalmente la lucha, pienso, nos hace así y más cuanto mayor posibilidad hemos tenido de aprenderlo del pueblo. El derrotero y perspectiva de la humanidad da base al optimismo, baste recordar que en cada período histórico subsiguiente una nueva clase más avanzada asume la conducción y objetivos superiores, evidentemente plasmados a través de intensa lucha de clases, en cuyos momentos decisivos la crítica de las armas, enarbola la palabra por exigencia inexorable del desarrollo. Malgrado insoslayables reveses, derrotas y hasta retrocesos, e inevitable extremado esfuerzo como cruento alumbramiento que demanda la conquista de lo nuevo a las masas que asumen hacer su destino con sus propias manos, pues jamás viene del cielo. Miles de años avalan incontrastablemente lo dicho."
"Obvio, el problema no es la ciencia. biogenética, cibernética, robótica, electrónica, materiales nuevos, comunicaciones, informática, etc., y otras ramas científicas o tecnológicas que pronto ocuparán coloridas páginas pueden aportar inmensamente a las necesidades de toda la humanidad. Pero no lo hacen porque están aherrojadas, son parte de las fuerzas productivas (de las cuales los hombres son los principales e igualmente esclavizados), están sometidas a la propiedad privada que esteriliza, niega su potencial como similarmente con la desocupación ahoga la fuerza viva que produce condenando al hambre a quienes sólo tienen brazos y mente para ganar el pan y abrirse camino en la vida. No es pues, como afirma Berry, cuestión de esperar de la ciencia la liberación del hombre; es éste quien liberará a aquella, y es claro que esteriliza a la ciencia y le impide servir a la humanidad; más la ciencia, alto producto de los hombres; tampoco puede ser impedidos de desarrollar."
"Por otro lado, la comprensión de la sociedad a llegado a científica y comprobada. Miles de años se dijo todo pasado fue mejor: primero edad de oro, luego de plata, después de cobre y lamentaron vivir en decaída edad de hierro; evidente dominio de invocadas divinidades y hombres-dioses, y casi nula comprensión del mundo social. Más, según las sociedades se desarrollaron y el conocimiento de pueblos e historia se acrecentaba, el pasado no fue ya lo brillante, el futuro devino la perspectiva en que los hombres esperaban construir un mundo mejor con sus manos. El género humano había tomado conciencia de la necesidad de asumir la conducción de su destino y no esperar fluyera de los dioses, el progreso comenzó a cuajar como rumbo; pero el conocimiento social era escaso y superficial preponderando la especulación. En el largo discurrir de siglos reiteradas veces las utopías campearon; así los de comienzos de la época moderna expresaron agudas críticas al presente oscuro y esbozos de buenos deseos en sociedades imaginarias. Y si bien la burguesía avanzó en su "contrato social" y "el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe", obviamente le escapó la esencia del problema; y su orden sometido a la demoledora acusación de los socialistas utópicos, quienes no obstante sus 'geniales atisbos' hubieron de deslizarse en el camino de las utopías sin que ello mengüe sus méritos..."
"A nuestro entender es plenamente válido que la comprensión de los sucesos mundiales demandan partir del análisis de la relación imperialismo-naciones oprimidas, amén, claro está, de las implícitas contradicciones entre potencias, resaltando naturalmente la condición estadounidense de potencia hegemónica única. Por ello hemos vuelto al estudio, una vez más, de "El imperialismo fase superior del capitalismo", "El imperialismo y la escisión del socialismo" y "El imperialismo norteamericano es un tigre de papel"; textos tan luminosos como científicos y quizás hoy más útiles que ayer, pese a lo pregonado en contrario.
En ellos nuestra atención se centró en párrafos cuya trascripción, discúlpenos, no resistimos...de los dos textos leninistas una cuestión sustantiva nos parece la siguiente: 'ENTRELAZAMIENTO' ES SOCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN'. En el numeral X, del primero a la letra dice:
"los términos más usuales que los economistas burgueses emplean al describir el capitalismo moderno son los de 'entrelazamiento', 'ausencia de aislamiento', etc."
Consideramos que a la luz de estas posiciones: 'entrelazamiento' es socialización, equivalente hoy a 'globalización' es mayor socialización de la producción; la explotación y opresión del imperialismo son innecesarias para los pueblos del mundo; y se debe seguir combatiendo la hegemonía imperialista de EEUU hasta el fin. A la luz de estas posiciones es posible, a nuestro juicio, una correcta comprensión de la lucha de clases internacional. Y a ello apuntamos, o pretendemos, en un trabajo que bajo el título "¡Y EL VIEJO TOPO SIGUE HOZANDO!" Venimos preparando.
Pensamos, además, similares e iguales criterios podrían considerarse para un estudio sobre el imperialismo y la actual situación mundial, cuyos temas específicos pudieran ser:
I. BASES ECONÓMICAS.
Globalización
Crisis económicas
Potencias económicas: EEUU, Japón, Alemania, Francia, China.
Bloques económicos: NAFTA, Unión Europea, APEC.
II. HECHOS SALTANTES DE POLÍTICA INTERNACIONAL.
...hasta 1995.
Últimos años del siglo"
"Y ¿qué derivar de lo dicho hasta aquí? Concretamente, nos parece: uno, la globalización no es sino la mayor socialización de la producción que el mundo vive; implica más profunda y expansiva explotación y opresión de las naciones y pueblos por el imperialismo, principalmente en beneficio del norteamericano. Dos, la mayor socialización de la producción que somete cada vez a más de cientos de millones de personas al mismo proceso explotador, sigue madurando la realidad objetiva que incrementará su clamor por la transformación del orden imperante. Tres, el imperialismo norteamericano no es sólo el gendarme sino, principalmente y de nuevo,... el enemigo de los pueblos del mundo."
"Mención especial exige 'Memorial del convento' de Saramago. Y vayan estas opiniones aún sólo sea simple digresión. Esta magnífica novela discurre en la primer mitad del siglo XVIII cuando Portugal, opulento imperio marítimo, iniciador de la expansión del dominio occidental sobre África, Asia y América, cayó bajo el control del comercio inglés y obviamente sometida a su hegemonía; mientras el pueblo lusitano pugnaba contra el yugo de la monarquía absolutista de los Braganza, cuyo rey Juan V, a quien pinta Saramago, encabezaba la sofocante feudalidad que trituraba millones de campesinos... además, este canto novelado al pueblo y a sus hijos empeñados en abrir camino está hermosamente escrito, en un estilo que trasuntando el sabor añejo de la época descrita es evidentemente un magistral estilo logrado de la novela contemporánea. Y concluyo esta digresión: es una de las mejores novelas que he leído; sus personajes, Baltasar y principalmente Blimunda son los que no se olvidan."
"Y si hubiera necesidad de saber que siento, quizá los versos de Javier Sologuren que transcribo lo expresen, quitando términos como 'ciega'."
AL CANTO DE LAS OLAS
La rumorosa desazón del agua
abriéndose en blanquísimas heridas
lígame a los recuerdos que derivan
de un tiempo que hasta entonces reclamaba
muy perentoriamente maravillas
y una vez más descúbrole en la cima
de la hervorosa desazón del agua
para ingresar despierto entre sus voces
que efusivas y frescas me despliega
los vivos años de esperanza ciega
y la correspondencia de fervores
Y de líquidas lenguas insaciables
prontos al sueño a la memoria al aire.
E imagínate que pienso leyendo estos igualmente estos hermosos versos del mismo autor:
AÚN VIVOS
Tantos años han pasado
un trago amargo que aún nos quema
y huellas que son medallas
de tantos cascos
y lágrimas
y lágrimas que brotaron
sin la proverbial
dificultad de las piedras
pero acaso también el gozo
no ardió en nosotros
y remontó veloz
su palabra de fuego giratoria tantos años una rápida rúbrica
henos aquí firmando."
"Vislumbro la preocupación y hasta desconciertos derivados de la situación del mundo actual, sobretodo de su perspectiva. Muy comprensible en un siglo tan trascendente, turbulento como complejo, de cambios extraordinarios, sorprendentes e incluso tan inesperados que a veces no atinamos a ver sus causas. Situación agravada por la inseguridad creciente del mundo, la novedad de procesos en ciernes, cuestionamiento a rajatabla de todo lo anterior en nombre de lo reciente, negación de las ideologías principalmente del marxismo, desenfreno de la agresión imperialista... que se acentúan en estos años finiseculares obnubilando la mente y hasta haciendo perder la perspectiva. Pienso sin embargo, que el optimismo es indispensable para poder ver con claridad el mundo real, conocer sus leyes y servir a transformarlo; y el optimismo se asienta, por ende a nuestro alcance, en la firme toma de posición por los intereses de la mayoría del pueblo"
"... Cómo ver la nueva ola y su perspectiva?" Parto de, sólo conforme se desarrolle podrá conocerse y la conoceremos en cuanto participemos en ella, y haciéndolo sabremos cómo actuar y qué hacer. Sin embargo, considero, ya muchas cuestiones pueden verse y, dentro de mis limitaciones, algo podría decir acerca de tres puntos.
Uno, el imperialismo desenvuelve la globalización que expande su dominio explotador y opresivo en beneficio de EEUU principalmente, agudizando en consecuencia contradicciones antiimperialistas y más aún frente a la superpotencia hegemónica única. Pero, y es fundamental, la globalización implica en esencia la mayor socialización de la producción, madurando así la necesidad de transformar la sociedad. Y la globalización ha generado su primera gran crisis económica mundial desde 1997, que aún no cesa, golpeando principalmente el sudeste asiático, Rusia y América Latina; esta crisis es ejemplo de otras más graves que el futuro vivirá.
Dos, el mundo registra una desocupación creciente como nunca antes, obvio producto de la globalización y del neoliberalismo que asola el orbe. Estas cifras son sumamente expresivas en quince años de 1979 a 1994, la desocupación en el Grupo de los Siete, pasó de 13 a 24 millones de desocupados. En 1995 la desocupación en el mundo alcanzó a 120 millones de persona; de ellos 35 en los grandes países industrializados, y de éstos 18 millones en Europa; más, destaquemos, el 71% del total de desocupados se da en las naciones oprimidas. Y resaltemos la situación de dos potencias económicas europeas: Francia en enero de 1998 registró 3'800,000 desocupados, esto es el 13% de su PEA, más en junio del mismo año alcanzó 4 millones en desocupación. Alemania tampoco se rezaga: febrero de 1998 las cifras sin precedentes desde la II Guerra Mundial de 4'800,000 desocupados, un 12.6% de su PEA, pero con tendencia a los 5 millones. Más, resáltese, la desocupación y las siete plagas que la globalización desata sobre la clase y el pueblo engendra respuesta: la lucha de París en diciembre de 1995 es la más profunda de los últimos 30 años, a decir de Le' monde; y Francia ha demostrado el 98 grandes luchas de obreros y trabajadores contra la desocupación, por salarios, reducción de jornada, derechos sociales, servicios de salud; así como luchas estudiantiles por la educación y, a mi entender verdaderos combates de jóvenes contra la represión policial que ante asesinato de sus compañeros de lucha, con apoyo de sus padres, incendiaron decenas de automóviles en diversas ciudades principalmente en Estrasburgo al finalizar los años 1997 y 1998. En Alemania, de lo poco que sabemos, grandes luchas obreras se libraron asimismo el 98 como no se veían en años y, subrayamos, con olla común de sopa de col pues, decían, es la comida de quienes trabajan ya que para más no alcanzan los salarios miserables. Merecería considerar si estas luchas son económicas o políticas, más parecen lo segundo al enarbolar reivindicaciones generales, necesidades comunes, no de un grupo. En fin estas luchas, y debe haber similares en otras partes tal, por ejemplo, las de los mineros y ferroviarios en Rusia y nuevamente la de los mineros en Rumania, demandan esmerada atención; y vale señalar, la huelga sigue siendo escuela forjadora de la clase. Similarmente importante son los cambios de opinión, según Le' monde Diplomatique encuestas sobre "hoy la lucha de clases es cuestión del pasado. Empleadores y asalariados debe arreglárselas como socios" y "es justo hablar de lucha de clases. Empleados y empleadores tienen en el fondo intereses totalmente incompatibles" arrojó los siguiente resultados entre ciudadanos de Alemania Federal en 1980: 58% optó por la primera y 25% por la segunda, pero en 1997 los resultados se invirtieron: 41% y 44%. Más en la ex República Democrática Alemana, también el 97, los resultados fueron: 58% partidarios de la lucha de clases y sólo 20% opuestos a ella. Estos cambios de opinión pública bien merecen reflexionarse.
Tres, la agresión imperialista sobretodo norteamericana se descarga desenfrenada sobre las naciones oprimidas. Y si bien, la rebatiña por el dominio mundial sigue librándose principalmente a través de la economía, imponiendo a rajatabla globalización y neoliberalismo mediante el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, más aún al reventar la crisis como la crisis de la deuda del 82, la de México del 94 y la actual iniciada el 97 en el sudeste asiático, lo demuestran, y nuestra América Latina es evidente prueba de los siniestros resultados que sobre el pueblo recaen con tal política. No es menos cierto que el imperialismo ahoga el espíritu nacional, trafica con el nacionalismo, atiza, promueve o deforma contiendas bélicas, y obviamente apunta siempre contra la liberación nacional; las complejas situaciones del Cáucaso, África del Sur y Central y los Balcanes ejemplifican lo dicho. Más aún, y es central, el imperialismo bajo bastón de mando norteamericano desata agresiones o libra contiendas entre potencias arrasando naciones oprimidas y perpetrando el genocidio de sus pueblos, mientras que pregona con dichos y hechos la caducidad de la soberanía nacional, la integridad territorial y el derecho a la autodeterminación, y más que nada, claro está el derecho de los pueblos a transformar el mundo haciendo la revolución. En la década del 90 la guerra del Golfo que pretendió sojuzgar Irak sin lograrlo, la desmembración de Yugoslavia sin conseguir doblegar a Serbia ni desaparecer totalmente la Federación Yugoslava, el genocidio en Ruanda y Burundi dentro de la contienda franco-norteamericana por el dominio de África cuya continuación es la lucha de Zaire y, hoy, la brutal y genocida agresión contra Yugoslavia y medularmente contra Serbia, para citar algunas, demuestra palmariamente lo aquí dicho. Y destaquemos simplemente: el ataque aéreo de la OTAN conducida por EEUU es un estruendoso fracaso, pues no consiguió arrodillar a Yugoslavia (Serbia) en pocos días como planeó; el escalonamiento de la agresión imperialista maquina la extensión de la guerra a los Balcanes arriesgando una larga guerra regional en la propia Europa y un ámbito tradicionalmente tan conflictivo cuan riesgoso; las contradicciones de la OTAN se acrecentarán, especialmente las divergencias de Francia y endurecerán las posiciones china y rusa demandando terminar la agresión, complicando más a Rusia de pasar a ataques terrestres y más aún, al ampliarse la guerra a diversos países balcánicos, entre los cuales, además, Serbia es serio opositor al neoliberalismo. Sin embargo, las posiciones políticas Yugoslava y Serbia se fortalecen, incluida la de Milosevic; y si la base es su exitosa resistencia, clave es el apoyo que está logrando y se acrecentaría con la agresión terrestre; es sumamente expresivo ver cómo vuelven a desplegarse banderolas enarbolando de nuevo "yankees go home!". Es que la agresión imperialista engendra la reacción nacional, y tantas y reiteradas agresiones recientes, sumadas a su negro historial que pronto será recordado, comienzan a desplegar una vez más: el imperialismo norteamericano es el enemigo de todos los pueblos del mundo.
En síntesis, estos tres puntos generan en mí un pensamiento; Y EL VIEJO TOPO SIGUE HOZANDO"
"Y es verdad sólida lo establecido en décadas de práctica innegable y teoría desarrollada, los 66 años de edificación de una nueva sociedad mostraron macizas y fértiles realidades: dictadura del proletariado y socialismo; movimiento de liberación nacional y nueva democracia; III Internacional y partidos de nuevo tipo; y, obviamente, desarrollo ideológico en sus tres etapas, indudablemente principal en la tercera. Y esto es así, sin importar cuánto se niegue o cuestione; y a quienes siguen repitiendo la caducidad y muerte del marxismo y fieles a la moda lo llaman "demodé", bueno es decirles, aunque no suficiente, "los muertos que vos matasteis, gozan de buena salud" como se dijera en "El Tenorio de Zorrilla".
"Más siendo lo anterior en buena parte reafirmación en lo sabido, valdría añadir dos cuestiones dignas de reflexión. Uno, a comienzos del siglo, e independientemente de lo enseñado por los clásicos, se pensó que bastaba con tomar el Poder pero conquistado demostró la intensa brega que demandaba crear un mundo nuevo. La segunda parte del siglo XX mostró la mayor peligrosidad del revisionismo en la batalla entre restauración y contrarestauración, y hubo de enarbolarse la continuación transformadora cuya alta concreción fue la Gran Revolución Cultural Proletaria. Y hoy, terminada la primera gran ola, se sigue pensando nada a cambiado y, más que aún prosigue la misma ola iniciada en 1917 y llevará hasta el triunfo final; a mi entender, se soslaya el cambio producido a partir del 88-91, y menos se ve ni acepta que terminada la primera una nueva ola se gesta y contra su voluntad alimenta el tan celebrado mundo globalizado, y es, precisamente, esta nueva ola la que nos demanda, amén de ser insoslayable. Dos, primeramente se estableció: la clase necesita organizarse políticamente para defender sus intereses; luego, construir palancas de nuevo tipo; y finalmente, sin un Partido revolucionario nada habrá para el pueblo. Verdades que consagradas en el largo discurrir de 150 años han devenido en una sola, grande, certera e inexorable verdad para la clase, como la existencia de 100 aparatos de membrete lo ha demostrado desde los 70. Y tanto hemos visto, en uno y otros campos, en los últimos tiempos que nos trae a la memoria al viejo Demonio de los Andes: '¡Estos cabellicos; maire, uno a uno se lo lleva el aire!' ¿pesimismo? No. ¡Cruda realidad! Estos a mi juicio son dos reflexiones que podrían demandar, creo, concienzuda meditación, donde la principalía de la segunda resalta. Y queden aquí estas simples opiniones, digamos incluso digresiones, cuyo mérito quizás sólo sea mostrar tiempo invertido y comprensible preocupación".
"Como veo lo que sucede a nivel mundial, según anotaba hace años: lo que hoy vemos y veremos no son sino estremecedoras convulsiones de hundimiento y derrota de lo nuevo a manos de lo viejo, pero no es sino un fracaso transitorio y cualesquiera sean los fracasos llevarán a la victoria final".
"Si pierdo el pez que pesqué con denuedo a pesar de haberme quedado hassta sin manos por defenderlo, queda el espinazo que es muestra y los días de brega en el mar; salva tu bote hasta buen puerto que siempre habrá a quien mostrarle cómo se pesca un buen pez".
"Muchas formas toman los sucesos que el tiempo ordena, y muchas cosas hacen los dioses con nuestra esperanza, y lo que parecía que había de suceder no se verifica, y por obra del cielo termina felizmente lo que no se ha guardado. Así a acontecido ahora".
"Muchas veces hacen los dioses lo que no se espera, y lo que se aguarda no sucede, y el cielo da a los negocios humanos fin no pensado. Así a acontecido ahora".
"Cantan los coros al final de Alcestes y Medea de Eurípides. Y grandes verdades nos transmiten sí, cambiando dioses y cielos por masas y lucha de clases, entendemos que los hombres siempre ligados unos a otros, directa o indirectamente organizados, más siempre agrupados en diferentes niveles y, querámoslo o no, atados a acciones u omisiones, propias o ajenas, nos vemos enfrentados a situaciones tan inesperadas como contundentes; realidades que a veces podemos no atinar a comprender, pero en esencia estrictamente causadas por incomprensiones, desaciertos o errores mayores o menores, generados por uno mismo o por terceros, cuyos resultados devienen inevitables, durísimos y hasta estremecedores. E igualmente por razones no muy claras pero no menos actuantes, unos casos también sorpresiva e inopinadamente terminan felices, mientras otros dejan al parecer en suspenso su borroso definitivo final. ¿Cuál de ellos es el nuestro? Creemos que si el cauce tiene un discurrir previsible, aún necesitamos dejar correr el tiempo para aclararnos más, y a ciencia cierta, sobre el hoy todavía borroso definitivo final personal".
"Mucho está escrito sobre lo visto. Así, Esquilo dijo: "se aprende a fuerza de sufrir" Obvio: gran verso y hondo pensamiento. Sin embargo, si sufrir a aprender es por su relación con la práctica, pues sólo es el reflejo modulado en la mente por nuestra acción transformadora de la realidad, cuando esta nos golpea sin poder aún tender puentes al futuro que nos saquen de aflicciones, como bien sabemos. La cuestión no es entonces tanto el sufrimiento, cuanto la acción transformadora que cambie o erradique las causas que lo engendran. La transformación social de las causas de la aflicción es, a mi juicio, lo principal y en ella desde siempre los hombres concentramos nuestro empeño en la lucha inabdicable por erradicarlas, por ello con el ejemplo se nos ha enseñado: secaron sus lágrimas, curaron sus heridas, enterraron sus muertos y siguieron combatiendo".
"Te Estuvimos esperando el 29. Comprendemos, la clase, el proletariado para llegar al comunismo ha de pagar el precio de su propia extinción; y en los comunistas se cumple la misma ley. Y bien lo sabemos, tú, N... Y así es, y es verdad incontrovertible, todo ser humano sólo es generación única e irrepetible de carne de materia espacio-temporal modelada por la sociedad en la lucha de clases, y pese a lo inconmesurable de tu ausencia, pensamos, sentimos, con asombro agradecido, inmensamente mayor el que hayas existido, vivido y luchado junto a nosotros".