El 29 de mayo pasado se publicó el comunicado de la Comisión de Seguimiento e Impulso a la Verificación e Implementación, CSIVI, en el que se dio a conocer al país y al mundo la hoja de ruta acordada por el Gobierno y las FARC, con el propósito de asegurar el cumplimiento de los compromisos previstos en el Acuerdo Final, incluido lo relativo al D+180
Con relación a esto último se acordó que a partir del 1 de junio y hasta el día 20, la totalidad de los integrantes de las FARC-EP, incluyendo las milicias, habrá hecho dejación de armas y tránsito a la legalidad. Se estableció que las Naciones Unidas recibirán el armamento, lo depositarán en los contenedores y certificarán la dejación de armas de cada uno de los integrantes de las FARC-EP.
En reunión celebrada dos días después se determinó que la dejación de armas se haría en tres pasos: el 7 de junio el 30%, el 14 de junio el 30% y el 20 de junio el restante 40%. Pues bien, el día de hoy, en todas las zonas veredales y puntos transitorios de normalización, todas las FARC-EP estamos cumpliendo con nuestra palabra. Es lo que nos ocupa ahora en Caño Indio.
Habíamos pensando en conjunto con el gobierno nacional, celebrar un acto solemne aquí, con participación del Presidente de la República, como clara demostración ante el mundo de los avances irreversibles de los Acuerdos de La Habana. Ocupaciones del señor Presidente impidieron su presencia, lo que no obsta para que las FARC anunciemos al mundo nuestro cumplimiento.
Es lo que nos reúne esta tarde: el comienzo efectivo de nuestro Adiós a las Armas. El 30% de nuestro armamento ha sido puesto en manos de las Naciones Unidas, que lo ha depositado en sus contenedores y certificarán enseguida la dejación de las armas de cada uno de nuestros combatientes. Jamás volveremos a emplear la violencia, nuestra única arma será la palabra, lo prometimos y lo cumplimos, sin pesares ni llantos.
El empleo de las armas posibilitó el Acuerdo Final que democratizará a Colombia y traerá justicia a su pueblo. Ya no las necesitaremos más. El pueblo colombiano ha conquistado un escalón superior en el reconocimiento de su condición humana y política. Sabemos que no dejará que se lo arrebaten de ningún modo. Quien lo intente perecerá políticamente, la paz es de todos.
Agradecemos la diligencia mostrada por el gobierno del Presidente Santos en la expedición de los decretos y el trámite de las leyes que garantizarán nuestra seguridad física, jurídica y socioeconómica, así como en la puesta en marcha de los diferentes mecanismos de Verificación y Acompañamiento Internacional. Así blindamos la paz para que nada pueda impedirla.
Nos espera una lucha política abierta y legal, avanzamos hacia ella confiados en la sabiduría del pueblo del pueblo colombiano y su decisión firme de aislar los voceros y artífices de la guerra y la violencia. Gracias a su lucha está naciendo una nueva Colombia y nos sentimos orgullosos de ser parte de ella. La historia reconocerá la enorme dimensión de este paso.