1. Los escritos de los distintos grupos se vuelven cada vez más significativos
Hay indicios que comienzan a confirmarse y descubren algunos de los movimientos internos que se están consumando al interior y entre los grupos guerrilleros mexicanos, los que conforman por lo menos tres bloques diferenciados (dos de ellos cada vez más distanciados) y cuya composición se dinamiza a través de siglas que también profundizan sus diferencias entre sí. En tanto que otras vuelven a encontrar puntos en común, unas más se encuentran en un proceso de debate interno además de aquellas que aspiran, o ya han concluido, un retorno a sus orígenes.
Para esquematizar este proceso, primeramente puede confirmarse, a partir del comunicado de enero 2006 de Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP), que el Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo (CJM-23M), el Comando Popular Revolucionario La Patria es Primero (CPR-LPEP) y el Comando Revolucionario del Trabajo México Bárbaro (CRT-MB) son instancias estatales dependientes de la estructura de TDR-EP. Además señala que todo lo realizado por éstos desde el año 2000 son de su responsabilidad, lo que incluye entonces el secuestro del diputado priísta Fernando Castro Suárez en Edomex en agosto de 2003 a nombre del Comando México Bárbaro. Esta nueva estructuración está conformada desde la realización del segundo congreso de enero 2004, momento donde también se agregan la segunda denominación «Ejército del Pueblo». Señala, por último, como parte de su estrategia la creación de nuevos comandos.
Ello confirma el texto del Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres-Comando Justiciero 28 de Junio (CCRP-CJ28J) de noviembre 2005, Nuestro pedazo de historia, donde aseguraba esta circunstancia y, más aún, agregaba que TDR-EP está coordinando con el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y el Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (MRLCB).
Otro bloque está compuesto por el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el acercamiento a esa estructura por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), del CCRP-CJ28J –quien recientemente reconoció ser un ruptura del ERPI– y de la Organización Revolucionaria 2 de Diciembre-Nueva Brigada Campesina de Ajusticiamiento (OR2D-NBCA), escisión de TDR. En este aspecto, varios de los indicios también fueron expuestos por el comunicado del Comité de Resistencia Popular Viva Villa (CRP-VV), desprendimiento de las FARP, donde en su escrito de octubre 2005 expone que las FARP es hoy una sigla que sirve para avalar al EPR.
Un tercer eje restante, aunque no por ello de menor importancia, se ubica alrededor del ERPI, el MRLCB y el CRP-VV: siempre sobre esta misma cuestión, son quienes hasta ahora se han mantenido recluidos en el silencio y tampoco han expresado sus posiciones antes los señalamientos realizados, principalmente, por el CCRP-CJ28J. No obstante, según las FARP, a través de su documento del 10 noviembre 2005, el CRP-VV es el grupo que dirige el «comandante Francisco».
Esta disposición de los grupos clandestinos aparece con un mensaje paradójico: luego de los violentos encuentros entre organizaciones, las diferencias parecen zanjarse por una parte a la vez que se profundizan y vuelven irreconciliables por la otra. Y estos movimientos van permitiendo entrever distintos polos de poder que van asentándose dentro del disímil movimiento guerrillero mexicano.
2. ¿Una carta reveladora?
En este contexto se da a conocer una carta manuscrita hallada presuntamente entre las pertenencias de los tres detenidos en Veracruz y acusados de ser miembros del EPR, hecho que tanto la familia como el grupo armado han desmentido. Dice textualmente la carta: «Nov. del 2005. Estado de Guerrero. Compañeros: hemos dado un puntual seguimiento a los acontecimientos de los últimos meses. Hechos de los cuales ustedes son participes. Por lo cual, ante la posibilidad de hacerles llegar mi modesta opinión escribo la presente. En primer lugar decirles que desconozco los argumentos y estrategia que esgrimieron para realizar algunas actividades ante esto, puede caer en la mera especulación dejando claro ver lo anterior paso a lo siguiente. Ustedes llevan a cabo la acción de Robles, y hasta allí está bien. Y es aquí donde me hago algunas preguntas ¿Por qué no reivindicaron dicha acción como tal y se sacan de la manga un membrete desconocido? Y luego el comunicado como LPEP. ¿era necesario decir que existe una lista de “candidatos” condenados a la máxima pena? Y por otro lado en ese momento de vendettas entre los cárteles de la droga la acción es percibida (en un primer momento) como producto de la pelea entre mafia. Más adelante se inicia una serie de dimes y diretes entre ustedes y los duros, debido por una parte a la eliminación de “x”, que todos sabemos era un problema para todo el movimiento.»
Esta carta es particularmente reveladora y algunas deducciones pueden obtenerse de ella, a partir de la documentación pública y conocida emanada de los propios grupos:
1.- «Ustedes llevan a cabo la acción de Robles, y hasta allí está bien». Esa afirmación no pudo provenir de las FARP, pues estimó públicamente que el «ajusticiamiento» no revistió ninguna «necesidad estratégica» (10 Noviembre 2005).
2.- «¿Por qué no reivindicaron dicha acción como tal y se sacan de la manga un membrete desconocido?». La carta no aclara a qué grupo se dirige pero ahora puede confirmarse que la referencia es hacia TDR-EP y al CRP-LPEP, que según el que escribe es un «membrete desconocido».
3.- «Más adelante se inicia una serie de dimes y diretes entre ustedes y los duros». Aunque no explica a qué grupo se refiere, es de público conocimiento que los «ortodoxos» o «duros» es la actual conducción del EPR, y el «ustedes» es TDR-EP. Pero al señalar a ambos en tercera persona, «ustedes» y los «duros», quiere decir que quien la escribió no pertenece a ninguno de los dos grupos.
4.- «X» es «un problema para todo el movimiento». «X» es Miguel Angel Mesino Mesino y se lo rotula allí como un «problema para todo el movimiento». Ello permite deducir nuevamente que la carta no ha sido escrita por las FARP o por el CCRP-CJ28J, sino que proviene desde un grupo ajeno tanto al EPR como a TDR-EP.
5.- «¿Por qué no reivindicaron dicha acción como tal y se sacan de la manga un membrete desconocido?» se argumenta; pero cae en una contradicción cuando, con anterioridad, se señala textualmente: «desconozco los argumentos y la estrategia que esgrimieron para realizar algunas actividades ».
6.- Por último, quien haya escrito esta carta sí sabía sobre la nueva estructura de TDR-EP emanada del Congreso de 2004 aunque esa información no fue pública sino hasta los primeros días de enero 2006; sin embargo, la carta está fechada en noviembre de 2005. Al respecto no es un dato menor que un documento del Cisen da a conocer la realización de un congreso en el año 2004, pero le atribuye el protagonismo al EPR y no a TDR-EP (El Sol del Centro, 26 marzo 2005). Ello a su vez ratifica la línea argumental del Cisen, que se basa en no reconocer los puntos antagónicos (¿e irreversibles?) que separan a estas organizaciones.
3.¿Qué papel va a jugar el EZLN?
Dentro del complejo escenario que hoy protagonizan los grupos guerrilleros mexicanos, la «Otra Campaña» que lleva a cabo el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) también los obliga a definiciones políticas. Y si bien la carta del Delegado Zero hacia las distintas agrupaciones ha sido acogida entre el apoyo y el apoyo crítico, ello también abrió un nuevo frente de discusión entre las organizaciones.
En su respuesta, el EPR advertía al EZLN sobre «uno o dos grupos» que se amparan para asesinar luchadores sociales: «son paramilitares», según la calificación del EPR en su comunicado de diciembre 2005, la misma que utilizan las FARP y el CCRP-CJ28J en referencia a CPR-LPEP.
A través de su escrito del 4 enero 2006, las FARP se acercan al discurso eperrista cuando ratifican estas denuncias, en su respuesta al EZLN. Ahí advierten que los zapatistas deben ser «especialmente cuidadosos» en Guerrero y Oaxaca por escuchar «versiones de grupos paramilitares y de asesinos de luchadores sociales con una clara tendencia a la descomposición».
El CCRP-CJ28J también apunta en la misma dirección. En su escrito ya citado argumentan que «estos grupos pseudorevolucionarios» que «le hacen el juego al figueroísmo» pretenderán «coberturarse en la Otra Campaña para no quedar aislados políticamente».
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La conformación de tres polos de poder, el reacomodo de sus fuerzas y el desarrollo de «La Otra Campaña» condicionan la coyuntura del movimiento guerrillero mexicano actual. Es visible que no se encuentran puntos de contacto, y cuando suceden son divergentes y profundizan aún más los choques internos. Los espacios de autocrítica, ámbito de reflexión por excelencia, tampoco parecen alcanzar para producir un salto cualitativo en estas cuestiones. Y aún cuando las distintas voces coinciden en que la división involuciona a la lucha revolucionaria, aparece hoy como inexorable.