Segunda conferencia clandestina: Reinicio de las hostilidades

SEGUNDA CONFERENCIA CLANDESTINA: REINICIO DE LAS HOSTILIDADES

El día 7 de agosto, en algún lugar de Lima, la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru dio una Conferencia de Prensa Clandestina a diversos órganos periodísticos, sentando la posición del MRTA a un año de Gobierno del Sr. Alan García.

Este es el texto de la Conferencia:

Queremos darle la bienvenida a los periodistas invitados a esta conferencia de prensa clandestina que convoca la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. En este local, que es una especie de pedazo de tierra liberada. Uds. pueden contar con toda libertad de prensa que deseen, es decir, hacer las preguntas que crean convenientes, como también los compañeros fotógrafos podrán desplazarse y tomar las fotos que crean convenientes.

¿En que queda la tregua que habían Uds. formulado justamente hace un año con respecto al gobierno aprista. Que pasa con la relación entre el MRTA y el APRA de aquí en adelante?

En aquella oportunidad entendíamos que las masas habían votado en las calles, en los paros, en las movilizaciones, en las luchas y también en las urnas, por el cambio; habían votado por un gobierno que levantaba las banderas nacionalistas, democráticas y populares. Entonces nosotros propusimos una suspensión unilateral de las acciones. Entendíamos que esta suspensión apuntaba a crear las condiciones necesarias para realizar el cambio. Sin embargo, habiendo transcurrido un año de gobierno de Alan García, consideramos que este mandato popular, este mandato de la nación, ha sido defraudado, ha sido traicionado por este gobierno. Las banderas y las propuestas por las que el pueblo votó han sido defraudadas. Nosotros hemos sido escrupulosos en respetar esta tregua unilateral: es decir, nosotros no hemos realizado ningún acto, ninguna acción militar contra el gobierno ni contra el partido aprista. Las acciones militares han sido dirigidas fundamentalmente al imperialismo norteamericano y a las fuerzas represivas, cuando éstas han agredido los intereses populares. Asimismo, el MRTA ha castigado a las empresas que se han aprovechado del hambre del pueblo; pero en ningún momento hemos atacado ninguna institución del gobierno. Nosotros consideramos que transcurrido el año de gobierno, este cambio no se ha producido, por lo tanto el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, a partir del día de hoy, considera al gobierno del señor Alan García como un enemigo del pueblo.

¿Esto significa que se ha levantado la tregua a partir del día de hoy?

No podemos hablar en términos de tregua, porque no ha habido nunca tregua, sino una suspensión unilateral por parte nuestra; ellos han seguido masacrando, torturando, persiguiendo a los compañeros de nuestro movimiento; a pesar de esto, nosotros no hemos realizado jamás ninguna acción contra el gobierno ni contra el partido aprista. Se puede hablar de tregua cuando existe un acuerdo de dos partes.

¿Las acciones que ha tenido el movimiento, Ud. cree que no atacan al gobierno?

No han atacado directamente al gobierno.

¿Uds. separan la relación que existe entre las FF.AA. y Policiales y el gobierno?

Es evidente que la política que ha venido llevando adelante el Comando Conjunto de las FF.AA., que ha venido llevando las FF.PP. han respondido en mayor o menor medida en algunos momentos a la política del gobierno. Después de la masacre de Lurigancho y El Frontón, y después del discurso del Sr. Alan García, este 28 de julio, es mucho más claro cuál es la trinchera, el lado que ha tomado el señor Alan García, cuál es el camino que ha optado.

¿Uds. entienden como responsabilidad eminentemente política del Dr. Alan García, lo que sucedió en los penales?

Nosotros consideramos que hay una responsabilidad directa del señor Alan García: nosotros no podemos divorciar lo que la acción del Comando Conjunto de las FF.AA., de la decisión del señor Alan García; sabemos por sus antecedentes que él ha estado directamente vinculado, siguiendo paso a paso cómo ha transcurrido la masacre en los penales. Nosotros pensamos que el señor Alan García tiene una responsabilidad directa en lo que ha sucedido en los penales, no pensamos que solamente haya una culpabilidad moral o un error de Alan García.

¿Uds. no creen que han cometido un error al confiar en el APRA, después de la historia de los pactos y de la convivencia, al darle ese año de oportunidad?

Nosotros nunca hemos confiado en el APRA. Lo que nosotros sabemos es acatar la voluntad del pueblo, que tenía una expectativa, y el pueblo dio un mandato, por el gobierno a una fuerza de oposición, por la necesidad del cambio y la transformación en este país. Nosotros no nos levantamos en armas porque hemos decidido por sí y ante nosotros, levantarnos en armas. Nosotros nos hemos levantado en armas porque el pueblo, frente al actual sistema de explotación y dominación, ha planteado la necesidad de responder con todas las formas de lucha contra el sistema vigente. En ese sentido, entendemos que el MRTA no surge al margen del pueblo, no es una cosa externa al pueblo; el MRTA asume su punto de vista en función del desarrollo del avance de la conciencia de las masas; nosotros no nos planteamos tareas al margen del movimiento popular. En ese sentido nosotros no hemos tenido ninguna esperanza, no hemos dado un cheque en blanco al señor Alan García; lo que hemos dicho es que el pueblo espera que se haga el cambio en nuestro país. El 28 de julio de 1985, como nunca en la historia republicana, habían condiciones para que haya un cambio en este país; una crisis económica, política y social muy grande, pero al mismo tiempo, existía una voluntad de cambio, el 80% de la población votaba por el cambio; ningún gobierno tuvo tal apoyo; ningún gobierno despertó tanta expectativas como este gobierno y, entonces ante las masas el señor Alan García tenía que responder; Alan García no tiene que responder ni darle cuentas al MRTA; lo que tiene que hacer es darle cuentas al pueblo, ese que ha defraudado, y nosotros somos parte de ese pueblo que ahora exige al señor Alan García por esa traición, ese año de frustración, ese año de demagogias que ha transcurrido. En la conferencia de prensa del año pasado nosotros planteamos que la transformación y el cambio en este país, no iba ser en función del APRA, ni alrededor, ni detrás de este partido; pero, había un mandato del pueblo que nosotros no podíamos desconocer que era el respetar una voluntad, que era dar una oportunidad para que se hiciera ese cambio; y ese mandato que el pueblo había dado en las calles y en las urnas tampoco nosotros lo podíamos defraudar.

Yo considero que, en el año 80, el pueblo también votó por Belaúnde y, también entonces, había que esperar algo de Belaúnde.

Bueno, no hay que confundirnos. El año 80 el pueblo arrancó las elecciones a la dictadura y Belaúnde expresaba en esos momentos un sentimiento fundamentalmente anti-militarista; en esos momentos, levantarse en armas contra Belaúnde, en las circunstancias en que venía de ser arrancado por las masas populares un espacio democrático, un nuevo gobierno, levantarse en armas contra ese gobierno cuando todavía no había dado ninguna medida, era un error. El gobierno de Belaúnde no se puede explicar si no se explica la década de lucha del proletariado, la década de lucha de los pueblos, de los frentes de defensa, de los comités zonales, de los trabajadores, de las movilizaciones campesinas, etc., que arrancaron un espacio en el país, un espacio que permitió que la izquierda, que las organizaciones populares avanzaran en sus niveles de organización, de conciencia, de combatividad, de unidad; en esas condiciones, levantar la insurgencia armada no podía darse más que a contrapelo de la voluntad popular. Pero rápidamente el gobierno de Belaúnde mostró su carácter de clase, mostró sus limitaciones y es por eso que nosotros nos levantamos contra Belaúnde porque no sólo traiciona la expectativa del pueblo, sino que también vulnera y pisotea las libertades que estaban conquistadas en la Constitución peruana. Nosotros no nos levantamos porque hemos definido teóricamente que Belaúnde era un gobierno de derecha, sino porque en la práctica el belaundismo ha sido un gobierno que ha pisoteado las libertades democráticas; no porque nosotros tuvimos el criterio o tuvimos la varita mágica o la bola de cristal para saber que Belaúnde iba a pisotear las libertades democráticas. Nosotros nos levantamos ante hechos concretos; nosotros diríamos como Vallejo: “somos revolucionarios por experiencia vivida y no por ideas aprendidas”.

En mi manera de ver, parece que hay una situación de no apreciación de las cosas teóricas; en primer lugar, porque todo partido político de la derecha tiene su historia y basado en esa historia también se toman determinaciones. La labor fundamental de las vanguardias políticas es justamente orientar a las masas; en ese sentido, creo que el APRA tiene una historia, Acción Popular tiene una historia, el PPC tiene una historia; entonces, guardar esperanzas futuras sabiendo el contenido de clase de cada uno de estos partidos, me parece un error político.

Bueno, volvemos a reiterarle, nosotros no hemos guardado ninguna esperanza, ninguna expectativa en el gobierno aprista. Cuando nosotros hicimos esa tregua unilateral, planteamos que la primera medida que debería dar el gobierno, como una muestra de voluntad real de cambio, era declarar ante las masas la amnistía política y una plataforma mínima. El gobierno de Alan García tenía que definirse ante el pueblo; no tenía que definirse ante nosotros, pues no somos algo que tenga existencia por sí mismo. El MRTA no existe porque hay la voluntad de diez intelectuales o de quince personas radicales, sino porque es una respuesta a la situación que vive el país. Nosotros teníamos que exigirle a Alan García que cumpla lo prometido y que se desenmascare ante el pueblo, no ante nosotros; porque nosotros podemos contar la historia del APRA, o la historia del señor Belaúnde, pero, ¿por qué entonces el pueblo votó por el APRA, por qué hubo un 75 por ciento que votó por García y Barrantes, sumando los dos candidatos? Lo que tenía que hacer Alan García era cumplir su compromiso ante el pueblo. Ahora, nosotros en ningún momento hemos tenido alguna esperanza ni una expectativa de cambio; está claro en nuestros documentos programáticos, está claro, inclusive, en nuestra conferencia de prensa cuando dijimos que la revolución en el país no se va a hacer en función del APRA, sino que tendrá que hacerse con una vanguardia revolucionaria, con la ideología del proletariado que sentará las bases de una transformación en la sociedad, es decir, la construcción del socialismo con carácter de clase; eso lo dijimos en la conferencia de prensa;. Hay que transitar con ese pueblo que ha votado por Alan García o por Barrantes; hay que caminar junto con ellos ese desencanto, ese desenmascaramiento, y hay que golpear a ese gobierno demostrando sus limitaciones, y es lo que hemos venido haciendo. Cuando han habido acciones represivas por parte de las Fuerzas Armadas, Policiales, de las fuerzas imperialistas, de las empresas ligadas a la agro-industria, etc., ahí el MRTA ha golpeado y ha demostrado que este gobierno es inconsecuente. En todo momento nosotros hemos planteado salidas ante la situación especial que vive el país. Es más, hemos demostrado ante el pueblo que ese gobierno no tenía ninguna voluntad de diálogo. Cuando hemos dicho: bueno, si el gobierno quiere dialogar, debe dialogar; pero la primera condición es que libere a los presos políticos que se han levantado en armas contra el gobierno, en el caso anterior, de Belaúnde, que era un gobierno que había mancillado y pisoteado las libertades y la Constitución. Entonces, lo primero que podía haber hecho este nuevo gobierno, era la amnistía, era dar libertad como condición. Ahí nosotros hemos demostrado que este gobierno no estaba interesado en ninguna amnistía ni en ninguna paz ni en ningún diálogo. Entonces, el desenmascaramiento del gobierno aprista, el desenmascaramiento del carácter de clase de Alan García, no se da porque nosotros lo decimos en forma teórica; eso transcurre en la vida diaria, y nosotros somos también parte de ese devenir popular. Nosotros pensamos que al gobierno de Alan García hay que irlo desenmascarando, proponiéndole plataformas y propuestas que demuestren su inconsecuencia. Desenmascarar a Alan García movilizando al pueblo, pero, fundamentalmente, demostrando al pueblo que el gobierno de Alan García y el aprismo no tenían condiciones para hacer ninguna transformación en este país. Hacer política, para nosotros, es movilizar al pueblo; para nosotros la política tiene un contenido social, es forjar una fuerza social y no mover 500 o 1,000 militantes. Hacer política, para nosotros, es mover 20 millones de peruanos, y no solo los grupos antifascistas de las universidades, o para los militantes que estamos dentro del MRTA, eso no es política. De ahí, que quede claro que nosotros en ningún momento hemos tenido expectativas ni esperanzas en Alan García. Lo que hemos dicho es que el pueblo tenía expectativas, el pueblo tenía esperanzas de cambio. Entonces, junto con ese pueblo hemos transitado esa expectativa y hoy podemos decirle: ha pasado un año, y este gobierno, ha traicionado el mandato del pueblo. Esa es la lógica en que se mueve el MRTA.

¿Qué expectativa tienen compañeros con respecto al Frente por la Democracia, la Justicia y la Paz? ¿El MRTA cómo concibe la paz desde las armas, y qué espera, qué capacidad de convocatoria cree que va a tener?

Nosotros pensamos que el país vive momentos muy especiales dentro de lo que es la historia republicana. Como nunca, vivimos una crisis muy profunda en términos económicos, políticos, sociales, morales, y pensamos que se han ido agravando más aún con este gobierno de Alan García y saltan ahora peligros inminentes que pueden llevar a un mayor desastre al país. Y uno de esos peligros es la militarización creciente, que pone a las FF.AA. sobre el control prácticamente de un 40% de nuestra población.
Existe y persiste la política inflacionista, la política de no resolver el hambre del pueblo, medidas que van hipotecando el futuro de la patria a generaciones que no van a poder tener un desarrollo mental normal, es decir: la vida. La defensa de la vida es otra de las cosas que está en peligro, no en términos románticos, no en términos abstractos, sino en términos concretos. Generaciones de peruanos están en peligro: el problema de la justicia tan ansiada, el problema de las reivindicaciones nunca cumplidas; así como las libertades democráticas que tanto sacrificio han costado a la clase obrera y al pueblo peruano está en peligro. Pensamos que en función de esta defensa, de estos elementos centrales podemos formar un gran frente, un gran movimiento, donde todos los sectores estén de acuerdo en defender la nación, en defender la vida. Unirnos para crear las bases necesarias, los pilares, de lo que debe ser la conquista de la paz; porque nosotros pensamos que la paz no es más que la consecuencia de la justicia, no puede haber paz, si es que previamente no hay justicia. Hacer la paz para después hacer justicia, es hacer la paz de los cementerios. Y cuando decimos justicia, no estamos hablando acá del socialismo. Nosotros no abdicamos de la bandera del socialismo, de la revolución socialista, de la revolución social. Lo que estamos proponiendo no es la revolución socialista. Lo que estamos proponiendo es un gran movimiento de todos los sectores. Hemos dicho: demócratas, patriotas, progresistas, sectores populares del APRA, de IU, las organizaciones alzadas en armas, para detener ahora a un enemigo que es más importante: la militarización, se hace, necesario ponernos de acuerdo en una plataforma con banderas concretas que nos permita decir: podemos salvar al país. Entonces, esa propuesta hay que construirla, hay que desarrollarla porque no se dará de la noche a la mañana. Ni será por decreto. Hay que ir sentando esas bases. Para nosotros la conquista de estas banderas fundamentales será el primer paso hacia el socialismo, el primer paso para crear las condiciones para la revolución socialista. Para algunos será la defensa de las libertades democráticas, para otros solamente la defensa de la vida, para otros sectores será solamente la defensa de ciertas libertades. Para nosotros es un paso que nos permita hacer avanzar en conciencia, en organización, en movilización a la conquista de la revolución. Nosotros no estamos engañando a nadie. No queremos que se confunda nadie. A los sectores demócratas, patriotas, progresistas, sectores populares del APRA, etc., que no creen en el socialismo, que no creen en la necesidad de la revolución socialista, no estamos engañándolos para que entren en este frente. No. Nosotros estamos diciendo con claridad qué es lo que queremos, cuál es el peligro que tenemos en el país en estos momentos; si podemos evitarlo, en buena hora. Pero sepan que nuestra lucha no se queda ahí, que la lucha del pueblo, la lucha del MRTA, la lucha de los sectores explotados y oprimidos del país no se quedan solamente en eso; avanza, como avanza incontenible en todo el mundo. Como avanza en el Perú, en Ecuador, en Colombia, como avanza en América Latina la lucha por la definitiva liberación, por la segunda independencia. Entonces, este frente para nosotros tiene ese carácter; hacer frente a los peligros inmediatos que tenemos en el país. Y en esto tienen cabida todos los sectores que estén dispuestos a defender la vida, la democracia y la justicia.

Han dado a conocer una convocatoria a todo el pueblo, incluso a los sectores consecuentes del APRA y de la Izquierda Unida, pero no menciona lo que es Sendero Luminoso, ¿mantienen ustedes diferencias con Sendero Luminoso?

Nosotros convocamos también a las organizaciones alzadas en armas y creemos que con los compañeros del Partido Comunista del Perú, llamado Sendero Luminoso, también se puede dar una política de frente. Pero nuestro deslinde con los compañeros de Sendero tiene diversos aspectos, tanto en lo programático como en lo táctico. En lo táctico, en lo concreto pensamos que el enemigo a vencer por ejemplo es la militarización, y el gobierno; mientras que los compañeros, pareciera que creen que el enemigo a vencer son los militantes apristas. Nosotros no estamos de acuerdo que haya que matar a gente humilde, gente aprista, gente del pueblo; pensamos que ellos no son los verdaderos enemigos.

El dirigente del PAIT por ejemplo.

Dirigentes del PAIT, dirigentes de base, trabajadores del PAIT o gente civil. Eso ha traído como consecuencia la muerte de gente del pueblo, que no son los enemigos; pensamos que ese tipo de acciones lo que hace es fortalecer más bien al APRA, cohesionar al APRA para que desarrolle una política más reaccionaria, más dictatorial, para que acelere la militarización. El enemigo del pueblo, no puede ser el pueblo mismo, porque entonces tendríamos que matar a dos o tres millones que votaron por el APRA; no puede justificarse esa violencia indiscriminada de militantes apristas, de elementos de base, personal desarmado, etc. Nosotros no pensamos que ese sea el camino correcto para hacer avanzar en conciencia y en organización al pueblo. Lo que hay que demostrarle al pueblo que votó también por el APRA, a ese pueblo aprista, que ellos no son capitalistas, no son burgueses, no son imperialistas; tal vez está engañada, cree en el APRA porque sus papás son apristas, porque quiere sacarse de repente un puestito, quieren ganarse alguito, son millones de gente que está en el APRA por eso. Lo que tenemos que demostrar a ese pueblo, porque es parte de nuestro pueblo, es que este gobierno es inconsecuente, es un gobierno que no va a dar ninguna medida que resuelva realmente sus problemas; hay que aislar a ese enemigo y poner en claro quienes son los verdaderos enemigos del pueblo. Nosotros no hemos tirado una bomba ni siquiera contra Acción Popular, porque entendemos que los locales de esos partidos en los barrios populares, son locales de gente humilde; no se puede matar a la gente humilde, hay que atentar contra la cabeza, contra los que son los verdaderos enemigos, y en esto nosotros deslindamos con los compañeros de Sendero, que es profundamente equivocada esa política de golpear a la gente del pueblo. No compartimos la lógica de sus acciones que muchas veces son irracionales, atentados por ejemplo, y en esto podemos cometer un error ya que Sendero nunca reivindica sus acciones, como: la del tren del Cusco, acciones contra las iglesias, acciones como la de la Plaza Bolognesi, acciones en los baños de restaurantes. Lo que los compañeros no entienden, es que esto no es una guerra nacional, contra tropas extranjeras; esto no es Vietnam, esto no es Argelia, donde si era válido, donde los patriotas argelinos, los patriotas vietnamitas, ponían bombas, hacían atentados en aquellos barrios donde esas tropas extranjeras estaban y contra aquellos elementos nacionales que convivían con esas tropas extranjeras, contra tropas invasoras. Acá no hay eso, entonces es un profundo error que se realicen acciones de esa naturaleza que lo único que hacen es despertar rechazo contra la izquierda; contra la lucha armada y contra la opción revolucionaria. En último caso, estas acciones no son explicadas; no sabemos; si es Sendero, discrepamos profundamente de esos métodos.

¿Uds. comparten la idea de Pablo Macera, de que si fracasa el gobierno aprista, la solución que le viene al país estará en manos de Sendero Luminoso o de la Fuerza Armada?

Nosotros consideramos que el fracaso de una opción de la derecha, como en el caso del APRA, no es inevitable, pero no lleva esto necesariamente a que la única alternativa que tengamos que optar sea un régimen militar o fascista, o Sendero Luminoso; nosotros pensamos que el fracaso del APRA, es el fracaso de una clase social y es el fracaso de un proyecto histórico, que ha sido el APRA de hace casi 50 años, y que ese fracaso debe crear las condiciones para que surja y se desarrolle también, por supuesto, a los combatientes y compañeros de Sendero Luminoso. Ahora, la alternativa histórica no va a ser una alternativa ni autoritaria ni una alternativa iluminada, sino que va a ser una alternativa que recoja todas las tradiciones de nuestro pueblo; los 300 o 400 años de resistencia de nuestro pueblo; y que genere una sociedad que para nosotros es el Socialismo. Nosotros pensamos que existen condiciones para unir este frente democrático, si logramos atraer a los sectores políticos interesados en el cambio de este país, y los incluimos a los compañeros de Sendero Luminoso. No necesariamente la alternativa tiene que ser el militarismo o Sendero, la violencia irracional o el terrorismo, porque muchas veces Sendero no es lo mismo que terrorismo o no es lo mismo que la violencia homicida o irracional. Entendemos, muchas veces, cuando se habla de esa alternativa, el fascismo sin ponerle nombre o el terrorismo sin ponerle nombre; pensamos que el pueblo peruano a través de sus cientos de años ha demostrado que es capaz de luchar y que ahora se está en condiciones para constituir una alternativa nueva, una alternativa superior, frente a una militarización o a un peligro fascista; como que también está en condiciones de superar todas las limitaciones que todos tenemos y que todos arrastramos. Pensamos que Sendero Luminoso ni IU ni nosotros tenemos la alternativa, ni somos, en estos momentos, la vanguardia indiscutible del pueblo; discrepamos con unos más y con otros menos, pero de aquí, de esta parte del pueblo, es que tiene que salir la alternativa histórica para el país.

Perdón compañero, ¿con quien discreparían Uds. más, con la IU o con Sendero Luminoso?

Bueno, es una pregunta bien difícil. De Sendero Luminoso desgraciadamente conocemos muy pocos textos y su experiencia es bastante diferente en las ciudades y en el campo. De Sendero en las ciudades, compartimos muy poco sus puntos de vista. En el caso de IU, habría que hablar de qué sectores de IU; más bien en vez de optar por Sendero o por IU, optemos por una alternativa, por una propuesta. Llenemos esa propuesta, démosle contenido a esa propuesta. En vez de lo adjetivo, vayamos a lo sustantivo. Nosotros preferimos avanzar en ese sentido. IU no ha pasado de ser un frente que solo se activa para las elecciones, las preocupaciones de IU no han sido las de dirigir a las masas, en sus luchas en estos años. En IU está ausente una estrategia, no digamos de lucha armada, sino de organización de las masas en la legalidad, como lo fue la experiencia de la Unidad Popular de Chile con millones de militantes organizados y movilizados en apoyo del Gobierno de Allende; estrategia que por otro lado demostró sus limitaciones con la derrota del pueblo chileno en 1973. Por otro lado las contradicciones de IU se mueven sólo a nivel de su cúpula. Este frente que se reivindica democrático y de masas, no toma para nada en cuenta las masas ni la democracia para tomar decisiones. Barrantes con un grupo de amigos utilizando el chantaje de ser el líder más carismático de la izquierda ha llegado a convertir a IU en la cola del gobierno, tratando por todos los medios de buscar un certificado de buena conducta a las FF.AA. con la idea ilusa que lo dejen llegar al gobierno en 1990.

Por las apreciaciones vertidas, más o menos podríamos decir que el MRTA espera, que si un gobierno elegido cumple con determinadas condiciones y exigencias hechas por el pueblo, se pueda dar un proceso revolucionario a través de las elecciones?

El MRTA piensa que en América Latina y fundamentalmente en el Perú, la historia ha demostrado aquella verdad que algunos clásicos han dicho, y que ya es un poco reiterativo decirlo; ninguna clase dominante se retira del escenario sin defender sus privilegios, a sangre y fuego. Desde la invasión; la llegada de Pizarro con el secuestro de Atahualpa (el primer secuestrador que hubo en el país fue Pizarro) y el descuartizamiento de Túpac Amaru y toda su familia (los primeros torturadores son esos españoles que llegaron), hasta ahora que tenemos a las FF.AA. como herederos de esos descuartizadores españoles, desde esa época, los peruanos sabemos que nada se va a hacer sin lucha, nosotros sabemos que ninguna revolución, ninguna transformación en este país se va a hacer sin derrotar definitivamente a los ejes del poder de las clases dominantes; uno de esos pilares son las FF.AA. reaccionarias y sus mandos. También sabemos que las formas de lucha responden a cada situación política determinada, las formas de lucha no son cosas que tengan vida por sí mismas; la lucha armada, tampoco la lucha política, la lucha sindical, la lucha reivindicativa, la lucha legal, la lucha abierta, etc.; todas estas formas de lucha responden a situaciones políticas concretas. Nosotros decimos que hay que articular todas las formas de lucha, sabiendo que estratégicamente, por nuestra historia, la única forma de aniquilar, definitivamente a los enemigos de afuera y de adentro, va a ser con las armas; verdad, eso no lo cuestiona nadie; esa es una verdad que puede ser válida acá como en Colombia, como en Chile. El problema es el momento que esas armas, esas formas de lucha definitiva, en la ascensión de la lucha política a la lucha militar, se deben desarrollar, y que el pueblo asuma, plenamente la necesidad de derrotar militarmente al enemigo, entonces estas cosas no se dan al azar, no se dan porque sí, nosotros somos parte del proceso, es decir, el MRTA, no existe a partir de una declaración, no existe a partir de que nosotros hemos decidido que exista, como las clases sociales tampoco lo son, como las revoluciones tampoco se dan porque sí; nosotros no podemos decir somos los iniciadores, nosotros no hemos iniciado nada, lo que estamos es continuando la lucha de nuestro pueblo, con mejores elementos teóricos y conocimientos de nuestra realidad, con mejores armas y también con una voluntad de poder; pero sí somos continuación de la lucha de nuestro pueblo, y sabemos que, en forma definitiva, solamente va a ser el camino a través de las armas, a través del enfrentamiento militar, como se hará la revolución en el Perú. Se hará la revolución en el Perú, en la medida que este enfrentamiento definitivo traiga consigo la creación de un poder popular, de un pueblo en armas que derrote a la fuerza militar de la reacción. La derrota del enemigo, no es el triunfo de diez, quince, quinientos o de cinco mil o de 50 mil personas bien intencionadas, es el triunfo del pueblo peruano en armas. No hay otro camino, no porque lo dijo alguien, sino porque es la historia que ha demostrado al país, desde la llegada de Pizarro, hasta la fecha que no hay buenas intenciones. Por eso, nuestra estrategia es la de la guerra del pueblo, estrategia integral que articula todas las formas de lucha en función, en última instancia, de levantar al pueblo en armas y vencer definitivamente a sus enemigos.

No se pueden separar los militares del Estado. El consentimiento de Alan García para militarizar el país y su decisión para la intervención de las FF. AA. en el genocidio de El Frontón así lo demuestran, ¿cómo entienden la militarización?

La militarización es la desesperación de la clase dominante cuando ve que el pueblo avanza y no tiene alternativa civil que oponerle. Nosotros pensamos que la lógica que maneja Sendero es a mayor represión a mayor militarización, todos seremos senderistas; pero pensamos que esa es una lógica equivocada, una lógica mecánica. En Vietnam fue posible cuando había una vanguardia, había todo un pueblo y había una vanguardia que rescataba 4,000 años de lucha del pueblo vietnamita, se hacía la lucha contra el imperialismo norteamericano como parte de 4,000 años de lucha; entonces, ahí sí podríamos decir: a mayor represión, a mayor invasión de marines, a mayor fascismo, va a ver mayor reacción del pueblo. Es por eso que tenemos que crear las condiciones para que cuando se dé esa mayor militarización, nosotros estemos en condiciones de poder hacer frente en forma victoriosa y en condiciones de crear un poder popular. No se puede llamar a mayor represión cuando no estamos en condiciones de hacerle frente. Eso, que es un arte, implica utilizar todas las formas de lucha. Con esto no estamos engañando a nadie; la reacción, el militarismo sabe también que los revolucionarios utilizan todas las formas de lucha: utilizan la lucha legal, ilegal, cerrada, etc., que van contribuyendo como parte de una estrategia global, integral: Justamente esa es la gran limitación que tiene por ejemplo, IU. El problema de 1U ahora no es como hacer avanzar en conciencia, en organización, en movilización al pueblo; el problema, es quien es el candidato para las próximas elecciones. Eso no ayuda a hacer avanzar al pueblo. La lucha legal por sí misma no es una lucha revolucionaria; todas las formas de lucha dependen de hacer avanzar al pueblo. IU y el señor Barrantes, actualmente no están haciendo avanzar al pueblo. La lucha legal, como en el caso de la revista CAMBIO o AMAUTA o del Nuevo Diario, que utiliza la legalidad para contribuir a dar conciencia, también podría servir IU, pero a condición de que sirva para hacer avanzar en conciencia, en organización, en movilización al pueblo, a que estas elecciones sirvan para que el pueblo reconozca a sus verdaderos enemigos, para que reconozca las limitaciones de clase del gobierno. Tengamos claro que la reacción no se va a engañar, pues quisieran que no existiesen libertades democráticas: a ellos les molesta que existan periódicos de oposición, pero tienen que aceptarlo, si quieren mantener cierta “careta democrática”. Saber esto es conocer el arte de la política.

Esto indicaría que de todas maneras la solución final es violenta, la diferencia entre SL y el MRTA es que Sendero quema una serie de etapas y Uds. piensan que todavía no es el momento, pero que el enfrentamiento estratégicamente se va a dar?

Se va a dar y estamos creando las condiciones para darla, compañero. Ustedes mismos, en esta conferencia de prensa clandestina, ven a compañeros armados, compañeros del pueblo, que son una garantía para el cambio en nuestro país. A lo que aspira el MRTA es a contribuir (y ojalá que contribuyamos con los compañeros de Sendero, con los compañeros de IU, con las fuerzas sanas) a levantar una alternativa en nuestro país, que no sea una cosa excluyente. Lo que es excluyente es el caudillismo, el personalismo. Excluyente, es la verdad ciega de aquel que no acepta que somos parte de la historia de nuestro pueblo, de aquellos que no aceptan que puede haber también luchadores revolucionarios en otras trincheras; una alternativa revolucionaria no se puede construir así. Nosotros no tenemos la verdad, ni absolutizamos la lucha armada, como la única forma de lucha. Por eso no solamente hacemos la lucha armada y respetamos a los compañeros que no hacen la lucha armada; respetamos a los compañeros que hacen la lucha legal, pero siempre y cuando entendamos que esta lucha legal forma parte de una estrategia integral.

¿Dentro de esta estrategia, que significa el Batallón América?

Nosotros vemos la lucha nacional, la lucha de nuestro país, no como un fin en sí mismo. Pensamos que las fronteras peruanas son, en cierto modo, artificiales y que la lucha del pueblo peruano está articulada a la lucha de los pueblos del continente, porque tenemos un enemigo común, una historia común, tradiciones comunes, un lenguaje común, etc. América Latina es un continente del futuro, un continente que va aportar el nuevo mundo que soñaron Túpac Amaru, Bolívar, etc. En ese sentido, nosotros articulamos nuestra lucha con la de los compañeros hermanos de Colombia y Ecuador, como también los chilenos y de todo el Continente. El Batallón América no es más que una muestra de nuestra decisión latinoamericanista porque nuestro continente será el Vietnam definitivo del imperialismo. El Batallón América tiene un pelotón del MRTA que está combatiendo en las montañas de Colombia ya hay sangre peruana generosamente regada en las montañas de Colombia. En el Batallón América la sangre de los cc. colombianos, ecuatorianos y peruanos ya se ha regado en conjunto, se ha hermanado en la lucha por la revolución latinoamericana, por la unidad latinoamericana y por la construcción del Socialismo en el continente.

¿Cómo se comprende que Uds. busquen un frente por la democracia, la justicia y la paz cuando Uds. están planteando que la solución de la crisis actual se va a dar justamente por la violencia, o sea sin paz?

Las armas que nosotros hemos empuñado son armas por la paz, son armas por la vida, son armas justicieras, liberadoras, su objetivo final es construir la paz, la felicidad en este país, en este continente. Hay que diferenciarlas de las armas que las empuñan por la muerte, por la explotación, para mantener el sistema de opresión contra nuestro pueblo. Ahora, nosotros quisiéramos que estas armas sean utilizadas el menor tiempo posible y con el menor número de bajas posibles: Esa es la vocación y esa es la responsabilidad de todo revolucionario, de toda organización que quiere conducir a su pueblo. Ya hemos dicho que en una guerra el que va al sacrificio es el pueblo peruano. Nosotros queremos salvar ese pueblo. No queremos que, de 20 millones queden 5. De nosotros no depende cuando depongamos las armas, ni cuantos tendrán que caer bajo las balas de estas armas; depende del enemigo. Nosotros inculcamos a cada combatiente, a cada compañero, que las armas que empuñamos son armas por el futuro, son armas por la paz. Nosotros no podemos satisfacernos, regocijarnos con el uso de las armas, para nosotros las armas no son un fin. No hacemos culto de las armas, ni sentimos satisfacción por liquidar al enemigo. Porque desde el momento que sintamos esa deformación estamos liquidando una posibilidad de transformación de este país.

Considero que nadie teóricamente es terrorista o sea ni las Fuerzas Armadas, ni las Fuerzas Policiales, ni los grupos alzados en armas, teóricamente nadie puede ser terrorista, sin embargo se usa el terror como un medio de la guerra. ¿Qué diferencia habría entre volar un restaurante en Lima y volar un tren en el Cusco, independientemente de las muertes que de repente son casuales?

El terrorismo como su nombre lo dice, es atemorizar, crear miedo. Aterrorizar al enemigo puede ser necesario, como fue en Argelia, como en Vietnam, como ha sido en otros procesos revolucionarios en donde se había convocado al pueblo a la resistencia, a no ceder ante el invasor, a que la familia vietnamita no comparta el pan con el invasor, a que el pueblo vietnamita no se prostituya con el invasor. Ese terrorismo que había en Argelia y Vietnam es el terrorismo correcto que busca aterrorizar al enemigo, pero un terrorismo el de matar y poner una bomba en cualquier restaurante o a un tren no sabemos a quien busca aterrorizar. Lo que busca es crear simplemente un rechazo a la violencia o simplemente ganar publicidad, nosotros no sabemos quienes hacen esas acciones. Lo que sí sabemos es que nadie del pueblo ve en el tren del Cusco o en el restaurante de la plaza Bolognesi, en el mozo o en la cajera o en el vendedor ambulante que murieron o en los turistas que fallecieron en el tren del Cusco, a los enemigos de nuestro pueblo, son cosas diferentes.

¿Me permite una aclaración? Digamos, la bomba en un restaurante o en el tren, existe siempre en el terrorismo el factor de la casualidad –por ejemplo, yo creo que la bomba en la plaza Bolognesi, era más para aterrorizar el acto en sí de la Jura de la Bandera, que para matar a la chica o el mozo. Igualmente ocurrió en lo del Cusco: el vagón estaba vacío cuando se puso la bomba y de repente lo engancharon allí entre los turistas–, Igualmente, el MRTA reivindicó una serie de atentados contra restaurantes de Lima. Entonces. ¿Qué diferencia hay en esto? Porque, casualmente, el MRTA pudo haber aniquilado a gente que estaba en la guardianía por decir, de un restaurante.

La diferencia es el método. Nosotros no tenemos como método aterrorizar sin importarnos las vidas humanas. Evidentemente no compartimos ese punto de vista, SL ha hecho un método constante las bombas en restaurantes, cines, el asesinato de gente indefensa, y no precisamente por casualidad. En esas acciones se percibe un desprecio por la vida del hombre común. Otra cosa es que por el azar o por la casualidad. En esas acciones se percibe un desprecio por la vida, por el ser humano, por el hombre común y corriente eso no podemos compartirlo. Nosotros realizamos una “campaña de castigo” a los millonarios. Atacamos el Pabellón de Caza, un restaurante de lujo que hay en Monterrico, atacamos Las Trece Monedas, en los Barrios Altos, atacamos el Club Nacional atacamos el Sibaris. Es decir, atacamos restaurantes de lujo que son claramente identificados como lugares exclusivos: La Rosa Náutica, clubes exclusivos de la burguesía y de la reacción y los hemos atacado en momentos que no había personal ni gente. Aterrorizar a estos señores de nuestra burguesía, puede darse en un momento determinado de la guerra. Pero no colocar bombas indiscriminadamente en un restaurante de la plaza Bolognesi, o en un restaurante del centro de Lima, en la Colmena, o en cines. Aparecen, consciente o inconscientemente, como actos de provocación. No se dan para crear más conciencia más organización, para que la gente diga si realmente tienen razón los compañeros; que esos son reaccionarios o, que son elementos a los que hay que aniquilar, no aparece así. Más parecen actos para crear rechazos. Nosotros tenemos profundas dudas porque no sabemos realmente quienes realizan esos actos. Lo que sí sabemos conscientemente es que estas bombas en vez de crear simpatías, en vez de crear adhesión, en vez de crear conciencia, lo que hace es crear rechazo; eso es lo que ocurre una y varias veces. No es para avanzar, allí hay un método equivocado. Ese método equivocado es el de confundir una guerra civil en el Perú, con una guerra de salvación nacional como en Vietnam o en Argelia. Nadie es terrorista porque sí. Nadie mata porque le gusta matar. Pero sí los errores políticos tienen un costo político. Cuando se toma un esquema o una estrategia equivocada, ésta nos puede llevar a profundos errores y a nosotros nos parece que hay errores. No estamos cuestionando la moral del revolucionario, no estamos cuestionando de que si es o no revolucionario meter una bomba en un restaurante determinado; lo que estamos cuestionando es una táctica equivocada, eso es lo que estamos cuestionando. Una táctica que sirve más bien para aislar a la guerrilla y para fortalecer al enemigo. Toda acción de la guerrilla y de la lucha revolucionaria de la izquierda debe servir para hacer avanzar al pueblo, para que el pueblo se identifique cada vez más con su guerrilla se identifique más con su vanguardia no para aislarlo ni para crear rechazo. Por eso nosotros decimos que hay que convocar un frente por la democracia, por la justicia. No estamos, por ejemplo, por ese frente antiterrorista que plantea el Sr. Barrantes, porque ese frente antiterrorista llama a defender la democracia pero ¡qué democracia! Hay que deslindar con eso. Nosotros no entendemos que esto sea la democracia. Lo que existe son libertades, espacios democráticos que al pueblo le ha costado conseguir, pero no son suficientes. Esto no es la democracia que buscamos, pero tampoco hay que menospreciar esas libertades que le ha costado al pueblo conquistarlas, hay que defenderlas como trampolín para conquistar la verdadera democracia del pueblo que es una fase cualitativamente distinta, la democracia del pueblo sólo será posible cuando los trabajadores junto con los pobres de la ciudad y el campo sean los dueños del poder y la riqueza de este país; cuando el imperialismo, las clases dominantes y sus fuerzas represivas sean derrotadas definitivamente por el pueblo en armas.

Hace dos o tres días se informó que había caído una célula del MRTA en el Cusco.

Sí, es verdad, han caído unos compañeros miembros de nuestro movimiento en el Cusco. Todavía no tenemos información completa, no podemos decirles con precisión nombres de los cc. ni en qué circunstancias cayeron, pero tenemos información de que han caído miembros del MRTA en el Cusco.

Hace algunos días en ciertos diarios apareció un cable de Agencia de Noticias diciendo que el gobierno norteamericano había investigado que había encontrado conexiones de Libia con financiamiento a grupos guerrilleros de América Latina y se mencionaba que, en el caso del Perú y Ecuador, se daba entrenamiento a peruanos y ecuatorianos del MRTA y grupos ecuatorianos. ¿Es esto así?

Para entrenar a los compañeros del MRTA no necesitamos ir tan lejos, hasta Libia. Además que debe ser costosísimo, debe ser bien difícil entenderse por el idioma, las costumbres, etc. El entrenamiento que hacemos es aquí, en el país. Lo que si reconocemos es la presencia de un pelotón nuestro en Colombia, lo cual no quiere decir que no miremos con simpatía la lucha de todos los pueblos del mundo y nos solidarizamos por ejemplo, con el pueblo de Libia cuando es atacado impunemente por una superioridad técnico-militar aplastante; a un pueblo que como Libia hace 10 o 15 años que está saliendo del feudalismo. Hay una impunidad y una prepotencia muy grande del imperialismo al querer “castigar” a un pueblo indefenso y lo considera como una victoria. Frente a esta barbarie, nuestra solidaridad es también con el pueblo de Libia. Pero ello es diferente a que nosotros nos entrenemos o recibamos nada de los compañeros libios. Reconocemos su lucha como reconocemos todas las luchas de los pueblos del mundo; más aún cuando estas luchas son de pueblos débiles, de pueblos indefensos, de pueblos que a pesar de todas sus limitaciones no abdican, no hipotecan su liberación.

El historiador Pablo Macera, cuando ha hecho un análisis respecto al genocidio de los penales y sobre Sendero Luminoso, habla de que el MRTA ha sido o estaría infiltrado y eso también indicaría porqué hay algunas células que vienen cayendo constantemente. ¿Qué opina?

Claro, la prensa de la derecha pretende hacer creer, y parece que con algún resultado satisfactorio, que el MRTA está siendo golpeado constantemente y que están cayendo células del MRTA. Felizmente, la proporción de nuestros presos en las cárceles todavía es pequeña. Por otro lado, la presencia de 20 compañeros armados aquí, en Lima, en pleno estado de emergencia y toque de queda es una demostración de que el MRTA no está infiltrado, sino no podríamos hacer una reunión de esta naturaleza. Esta es la mejor demostración. Lo que pasa es que la derecha y su prensa da siempre esa batalla a nivel de los medios de comunicación. Por eso nosotros saludamos, estimulamos, respetamos a todas las fuerzas de la izquierda por disputarle a los medios de comunicación de masa de la derecha la información. Eso es una batalla valiosa que nosotros sabemos reconocer y valorar porque si hay una cosa que no puede ser muda, es la revolución. Cualquier cosa puede ser muda menos la Revolución. La información, el conocimiento para crear conciencia, educación a las masas, es fundamental. Por eso nosotros mantenemos siempre una presencia permanente de información a los compañeros y a todos los periodistas en general sobre lo que pasa.

No se si hay alguna pregunta para dar por terminada la conferencia de prensa. Si no, quisiéramos agradecer la presencia de ustedes. Reconocemos el compromiso y la disposición que han tenido ustedes por la libertad de prensa de venir a esta reunión a informar aquello que la prensa se niega a informar. En ese sentido nuestro reconocimiento y saludo. Muchas gracias.