Reciban un fuerte abrazo y saludo revolucionario de parte del Ejército de Liberación Nacional, ELN, en el Chocó.
Un aspecto de la guerra de liberación que venimos desarrollando hace más de 50 años, es defender los territorios en los que nos encontramos y, sobre todo, defendemos y propendemos por las mejores condiciones de vida que la población pueda tener dentro de este sistema que arrasa todo lo que toca.
El martes 22 de agosto, en el municipio de Riosucio, departamento de Chocó, tuvimos un enfrentamiento no buscado ni planificado con los paramilitares llamados Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Desafortunadamente en medio de este hecho, murió la joven Ana María Mepaquito Cabrera de 22 años, indígena de la comunidad Quiparadó. Esto, a causa de una bala disparada por los paramilitares, según relatan los mismos testigos indígenas.
Lamentamos profundamente la muerte de pobladores de la comunidad, en medio de este conflicto. Aclaramos, que no fuimos nosotros quienes produjimos el deceso, fortuna no hubo ningún otro poblador lesionado.
En los últimos meses la zona del Bajo Atrato ha sido lugar de álgida confrontación con los paramilitares y con las Fuerzas Armadas, que en términos concretos son los mismos y tienen el mismo objetivo: despojar al pueblo y asegurar el territorio para que se afinquen allí multinacionales agroindustriales, mineroenergéticas, otras garantizando a tiempo su participación en la vía Panamericana y el canal interoceánico; además del control de rutas ilegales a Panamá, entre otros intereses.
Recordemos que en la década de los 90, bajo la figura de la “Operación Génesis” del Ejército, en conjunto con los paramilitares desplazaron, desaparecieron y torturaron cerca de 20 mil personas. En el marco de esta Operación miles de familias fueron despojadas de sus tierras, para que las empresas sembraran palma de aceite. En el Bajo Atrato es donde más duro ha golpeado la guerra sucia en todo el Chocó, según los hechos y estadísticas.
Hoy la situación del pueblo es similar a la de hace más de 20 años. Según la Asociación de Comunidades del Bajo Atrato, desde 2015 van al menos 4 líderes de consejos comunitarios muertos; esto sin contar los 3 que han sido asesinados este año y los reclamantes de tierras que vienen siendo amenazados desde los tiempos de Génesis.
Hacemos un llamado a todas las comunidades a seguir defendiendo el derecho a una vida digna; a denunciar el matrimonio entre el Estado y sus instituciones militares, con las fuerzas paramilitares que solo generan más muertes, más desplazamiento, más desigualdad y más despojo.
También invitamos a denunciar todos los atropellos, amenazas, torturas, confinamientos o situaciones de vulneración de Derechos Humanos que, como política de Estado y por medio de sus fuerzas legales e ilegales, se realizan en los territorios. A través de estas acciones las Fuerzas Armadas y los paramilitares demuestran que el sufrimiento y la muerte de la población no combatiente no les importa y que tienen mucha experiencia en arrasar tierras, territorios y atacar pobladores humildes.
El Frente de Guerra Occidental – Omar Gómez del ELN, siempre estará del lado de la población en situación de vulnerabilidad; siempre estará del lado del pueblo que lucha y se organiza para defenderse.
Montañas, ríos y costas del occidente colombiano.
Dirección Frente de Guerra Occidental – Omar Gómez (FGOc-OG)
Ejército de Liberación Nacional (ELN)