Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos... Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles BERTOLD BRECHT
Este dos de diciembre se cumplen treinta años de la muerte en combate del comandante Lucio Cabañas Barrientos en Otatal municipio de Tecpan de Galeana estado de Guerrero. Nuestro Comandante Lucio fue un hombre congruente con sus ideas, que estuvo a la altura de las necesidades de su pueblo. Y forjó un movimiento social con miras a cambiar la situación de miseria e injusticia que vive la sociedad. Lucio no buscó un puesto en el gobier-no ni saciar ambiciones personales, su lucha buscaba la liberación de los mexicanos.
La lucha de nuestro comandante no fue en vano, puesto que nuevas generaciones han recogido sus ideales. Su lucha obligó al Estado abrir espacios a los partidos de oposición; gracias a lucha de Lucio, muchos gozan hoy de posiciones de poder. Nos referimos a nuestro comandante pero no nos olvidamos de los combatientes y luchadores, tanto del PDLP como de otras organizaciones armadas de la época, que murieron anónimamente o que fueron desaparecidos o torturados por el ejército.
La influencia del pensamiento de Lucio y su quehacer se manifiestan en el ERPI y otras organizaciones que emprenden la lucha armada. Pensamos que el "ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo" va mucho más allá de una consigna pues es nuestro modo de hacer política.
Ser pueblo
Podemos decir que "el ser pueblo" es la antítesis de la politiquería existente entre la clase política, la cual puede resumirse con la consigna de "ser transa". Los gobernantes se divorcian de las necesidades del pueblo, para acercarse a los ricos y a las grandes empresas en busca de prebendas.
En el ERPI, planteamos, que nuestro principal compromiso es con el pueblo. Este principio define buena parte de nuestra ética y nuestros métodos de trabajo. El "ser pueblo" también significa mantener una relación horizontal y democrática con el pueblo, no creernos más que el pueblo, que es lo que somos finalmente; ello implica que el revolucionario no debe gozar de privilegios o un tratamiento especial.
Hacer pueblo
Nosotros entendemos por "hacer pueblo", construir, consolidar y ampliar el poder popular. Por poder popular, queremos decir la soberanía del pueblo: entre otros conceptos, es que el conjunto del pueblo decida su porvenir, es la economía al servicio del pueblo y no al revés. Es lograr la participación plena y profunda de las clases populares en los procesos políticos, y ante cualquier agresión a estos esfuerzos completamente justos, ejercer nuestro legítimo derecho a la autodefensa armada.
En aquellos tiempos, como lo transmiten compañeros veteranos del PDLP se practicaban asambleas comunitarias y la elección democrática de la dirección del PDLP. Hoy en día, se practican políticas similares en nuestras comunidades insurgentes y en otras áreas de trabajo.
En esto de "hacer pueblo", Lucio tenía claro que toda acción del PDLP debía ir dirigida a penetrar el tejido social y a fortalecer y beneficiar el movimiento revolucionario en su conjunto. Hasta se dieron algunas coordinaciones fructíferas entre el PDLP y otros movimientos armados. En el ERPI, tenemos presente que el objetivo del enemigo es "deshacer pueblo", por medio de la intimidación, la división, la desinformación y la creación de grupos paramilitares, por nombrar solamente algunas tácticas. Ante ello, recurrimos a la autodefensa.
Estar con el pueblo
Luchamos junto al pueblo, en este acompañamiento, desarrollamos estrategias para avanzar en la construcción del poder popular. No nos consideramos una vanguardia autoproclamada y que acompañaremos y defenderemos al pueblo en sus diversas luchas.
Este principio de Lucio también presenta consideraciones ético-militares. Nuestros dirigentes siempre se encuentran en la primera línea de combate o en el cumplimiento de tareas revolucionarias.
A 30 años de la muerte del comandante Lucio, la pobreza, la marginación, la represión del estado, el presidencialismo, la falta de democracia y de justicia son características que sigue viviendo el pueblo pobre de México. Han pasado 30 años y no han sido castigados quienes dirigieron la tortura, la desaparición forzada de cientos de hombres y mujeres en la lucha por un México mejor; claro, nos referimos a la clase gobernante, al ejército mexicano, y las diferentes fuerzas policíacas. La guerra sucia es una política de Estado del pasado y el presente. Mientras el pueblo organizado no asuma el poder, no se arribará a la justicia.
Hoy, el Estado, los partidos políticos, en fin la clase gobernante, cacaraquean que arribamos a una "normalidad democrática", que hemos llegado a un estadío de "democracia", y que vivimos en un "estado de derecho". Nosotros podemos afirmar que es una mascarada, por las condiciones de desigualdad social, de venta de los recursos naturales al extranjero y, con ello, la creciente supeditación de la clase gobernante a intereses del imperio. Lo que ha cambiado son los métodos de dominación; en el fondo, las condiciones son las mismas. Actualmente, se advierte el poder de la derecha en todos los renglones de la vida social, como en los casos de la educación con tinte religioso y la criminalización de la pobreza, pasando por los intentos de vender los hidrocarburos al mejor postor trasnacional.. Hoy, hasta los partidos de "izquierda", practican una política de centroderecha. Como ejemplo, está su apoyo al endurecimiento de las leyes penales en contra de la insurgencia y de la gente que lucha, y al fortalecimiento del aparato policiaco-militar.
Ante la ofensiva de la derecha que quiere privatizar todos los recursos naturales y servicios del país (luz, carreteras, tierras, hidrocarburos, etc.) y ante la ausencia de una opción que defienda realmente los intereses de los mexicanos, llamamos a fortalecer el movimiento social con el objetivo de recuperar la soberanía popular.
Homenaje
Lucio Cabañas vive en cada casa, en cada choza, en cada surco de los curtidos rostros campesinos, de los estudiantes, de los trabajadores, de los maestros, de las amas de casa que lo protegieron, que le dieron de comer y de los que siguieron sus pasos.
También son treinta años de amenazas, de engaños, de promesas, de asesinatos como una política de estado ante las demandas del pueblo en su lucha por una vida mejor. Pero también de resistencia, de organización, de yerros y aciertos. Este dos de diciembre, el ERPI rinde honores al héroe revolucionario Comandante Lucio Cabañas Barrientos. A 30 años de su caída en combate, su ejemplo sigue vivo para el pueblo de México. Llevamos a la práctica sus enseñanzas de "ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo". No descalificamos de facto a los que luchan en otras organizaciones, nuestro interés es de sumar la fuerza del pueblo para lograr el cambio profundo y de construir una sociedad alternativa.
¡Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo!
¡Honor y Gloria eterna a Lucio Cabañas!
¡Lucio Cabañas vive, la lucha sigue!
¡Con el poder popular, el pueblo unido vencerá!
Comité Estatal de Guerrero del ERPI
República Mexicana a miércoles, 02 de diciembre de 2004