¡VIVA EL 89 ANIVERSARIO DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU!
En este 89 aniversario del Partido Comunista del Perú, con fervor comunista extendemos nuestro saludo camaraderil al Presidente Gonzalo, Jefe del Partido y la Revolución, quien desde los años 60 ha reconstituido el Partido, dirigido el Partido en su 3era etapa de guerra popular marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo y propuso la certera Nueva Gran Estrategia de pasar de guerra política con armas a guerra política sin armas, para la IV etapa dentro de la cual el Partido Comunista del Perú se viene desenvolviendo hace 25 años tratando de superar su derrota.
En esta IV etapa nos congratulamos al constatar que el Partido Comunista del Perú existe, vive, obtiene pequeños pero significativos avances y lo principal es que sí se avizora su perspectiva de desarrollo, y esta tiene que ver con las causas objetivas de la lucha de clases internacional y nacional. Ciertamente el marxismo-leninismo-maoísmo enfrenta la ofensiva imperialista contra la meta calificándola de utopía y contra su ideología imputándole caducidad. No obstante, el sistema capitalista en imperialismo y globalización vive la más grande y grave crisis de su historia, reflejándose como su principal derivación la antesala de una nueva guerra de rapiña imperialista por nuevo reparto del mundo. Sus tres frentes de guerra se manifiestan: Asia el principal, tiene encendida la península coreana y los EEUU con Japón y Corea del Sur pretenden ahogar a Corea del Norte para desaparecerla e imperar sin obstáculo alguno en ese ámbito del Pacífico, estratégica posición para atacar a China en un futuro desenlace bélico.
Frases y actos militares provocadores se dan todos los días. Europa por su parte, es terreno fértil de masivas protestas contra el paro generado por el neoliberalismo, se antagoniza la disputa por los Balcanes y el Báltico entre la OTAN y Rusia, y el recrudecimiento del populismo neonazi en Alemania revela el descontento con los otros partidos burgueses impotentes en la solución de la crisis económica y sobre todo la crisis política de su democracia burguesa. Los bombardeos en Siria no se detienen. Y Trump hoy como Bush ayer y peor que nunca arrecia su militarismo amenazando Corea, Venezuela; América Latina con elecciones generales en vísperas en casi todos los grandes países con perspectiva incierta.
En el Perú, una colusión aparente en torno al 12 de setiembre, al cabo de 25 años de la detención, que no duró más que la peliculina de la condecoración de los pospuestos autores hundidos en un mar de pugnas internas, con miembros convertidos al fujimorismo pretendiendo librarse de las acusaciones de tortura y desaparición o de robo, de encarcelados por corrupción en redes criminales o ya retirados del servicio contando cada uno su versión particular de lo acontecido por no poder lograr unanimidad institucional. Y todos convertidos por arte de magia y a varias décadas de los hechos en titulares de un ridículo título constante y sonante.
Pero su comparsa reventó al día siguiente, censura de una cartera ministerial, pedido de confianza, histórico fin de semana sin ministros y nuevo gabinete, teniendo como telón de fondo la doble amenaza de disolución del Congreso y nuevas elecciones congresales o vacancia presidencial y adelanto de elecciones generales. A ninguna de estas facciones de la ultraderecha les importa el pueblo o la nación.
En resumidas cuentas, tienen una reactivación económica no resuelta, un nuevo plan de desarrollo económico no definido y esperanzados otra vez en la minería. Una lucha popular extensa y masiva con tendencia al desarrollo como el hito de la lucha de los maestros lo ha demostrado. Y una colusión y pugna de dos facciones de la ultraderecha neoliberal que se disputan las ganancias de la acumulación capitalista.
Frente a esto se ha evidenciado un desarrollo de la lucha política, pequeño pero significativo y de perspectiva, lo que ha derivado en el montaje de tres campañas reaccionarias: contra la lucha política constitucionalmente amparada, contra el derecho a la libertad cumplida la pena, también constitucionalmente amparado; y, contra la real perspectiva de la lucha política, siendo esta última un intento de convertirla en ofensiva anticomunista al más puro estilo de la ofensiva general anticomunista del imperialismo principalmente norteamericano: calificativos para desprestigiar, rechazo sin principio, epíteto excluyente y mendaz en total carencia de fundamentos.
¿Qué debate o combate ideológico político podría haber si no tienen nada que defender? Su democracia es una falsa bandera, si no veamos dónde han ido a parar todos los presidentes desde los 70s hasta hoy? ¿Cómo está la desnutrición infantil con un 65% de niños menores de 5 años con anemia? ¿Cómo la educación, deteriorada y marginada con riesgo de empeorar? ¿Cómo la salud, cuando los hospitales parecen de tiempos de guerra? Y ¿cómo está creciendo la desocupación y la precarización del empleo, negando todos los derechos conquistados? ¿Y Cómo va la “reconstrucción con cambios” del agro o las viviendas del pueblo?
Todo eso ha sido generado por la explotación capitalista del neoliberalismo que ya caduco quieren aquí mantener para acumular más en menos manos los explotadores de la ultraderecha pro imperialista en colusión y pugna.
Todo eso ha sido mantenido por su democracia burguesa negadora de derechos y libertades que pretenden defender en beneficio de sus intereses de puñado capitalista explotador.
En ese “debate” no hay pues posibilidades de fundamento, por eso solo usan la diatriba y los calificativos, tienen por objetivo destruir el Partido, apartarlo de las masas, desprestigiar a sus dirigentes y asolar y excluir de la sociedad a los consecuentes marxistas-leninistas-maoístas del Perú, a los seguidores del Presidente Gonzalo y de su poderoso pensamiento. Por eso han convertido en más peligrosa la idea que el arma, reeditando nefastas ideas del pasado fascismo. Y por eso pugnan por leyes de proscripción; por un uso sistemático del derecho penal cómo instrumento de lucha política, juicios para impedir la libertad y que mueran en la cárcel por su consecuencia comunista.
Por eso este 89 aniversario seguimos defendiendo al Presidente Gonzalo, enarbolando el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo y reafirmándonos en persistir en la lucha política sin armas, en la lucha por la libertad de todos los prisioneros políticos y en la lucha por los derechos fundamentales y del pueblo. El Partido Comunista del Perú hace 25 años que no está en guerra. Por lo que aquí hoy igualmente nos reafirmamos en persistir en la lucha por Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional, que es lo que hoy sigue correspondiendo a la necesidad del pueblo y de nación.
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
¡VIVA EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMOMAOÍSMO, PENSAMIENTO GONZALO!