[Entrevista realizada al comandante Santiago del ERPI y aparecida en el sitio electrónico http://www.rebelion.org en septiembre de 2003 y firmada por Bart Vanzetti.]
«En este país y en esos tiempos ¿por qué uno se ve obligado a tomar la vía de la lucha armada»
Después de que concluye la revolución mexicana de 1910-1917, donde surgen una serie de reivindicaciones campesinas y con una industrialización todavía incipiente, se vienen a generar toda una serie de demandas incumplidas, que hasta la fecha incluso, esa reforma agraria todavía no concluye, todavía las causas que originaron la revolución mexicana subsisten, no al mismo grado que existió en esos años y la historia de levantamientos armados después de la revolución mexicana es amplia en México, y va desde lo más puro que vendría siendo el lanzamiento de Rubén Jaramillo, después la lucha armada en Chihuahua con el asalto al cuartel Madera y después movimientos campesinos revolucionarios con Lucio Cabañas, con el Partido de los Pobres, la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria con Genaro Vázquez y en fin hasta llegar al levantamiento zapatista y a la emergencia del EPR que viene a ser la conclusión de todo un periodo de preparación de lucha armada en México, desde hace mucho tiempo. Las condiciones políticas que existen en México de represión, de falta de libertades políticas, de un acotamiento del ejercicio de las libertades civiles, es un motivo más que suficiente para tomar las armas y tratar de ejercer la libertad plena del individuo, por otro lado la opresión económica, la miseria que el pueblo padece. Más de la mitad del pueblo de México, se encuentra en condiciones de miseria o extrema miseria o extrema pobreza. Son razones también más que suficientes para que la gente, el pueblo, los intelectuales que de alguna manera han comprendido su papel dentro de la lucha, se junten, se vinculen y emprendan proyectos revolucionarios. Durante mucho tiempo las organizaciones de los 60-70´s y parte de los 80's sufrieron lo que en México se denomina la guerra sucia, donde hubo bastantes desaparecidos, quizá menos que en otros países, pero que sin embargo no es la cantidad de desaparecidos que mide la injusticia, la represión, sino es por el acto mismo, aún cuando sea un solo individuo. Durante esta guerra sucia, muchos militantes comunistas, militantes de izquierda fueron desaparecidos, fueron torturados, tortura que hasta la fecha se sigue ejerciendo, aún a pesar de los discursos de los gobiernos, aún a pesar de las reformas políticas que ha habido, aún a pesar de la emergencia de un partido de izquierda, donde se concentran y se abigarran toda una serie de posiciones de izquierda, desde un poquito más ortodoxo hasta un nacionalismo más rancio, proveniente del PRI. Durante estos años de guerra sucia muchos militantes fueron capturados, fueron asesinados, algunos después de que fueran capturados por el Estado, actualmente incluso trabajan para el Estado, otros se insertaron en proyectos políticos diversos, que vienen a ser a la postre parte del mismo Estado. Durante los años 80's digamos se empieza esa participación de los grupos guerrilleros mexicanos que sobre todo en la fase urbana se distinguen de aquellos que habían participado en el medio rural donde destaca principalmente el Partido de los Pobres. La experiencia de todos esos grupos es diferente. Quienes se habían enfrentado de manera más directa, más vinculada con las masas, con los pueblos, con las comunidades y organizados de una manera mucho más estructurada política y militarmente, fue el partido de los pobres y también el Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo, del cual años después vienen a conocerse y a formar un solo proyecto que se llamó PROCUP-PDLP. Entonces en esta vertiente es donde nosotros estamos, algunos de los que todavía estamos aquí. Venimos desde entonces, desde esas fechas y venimos recogiendo y reivindicando no sólo a los muertos de Tlatelolco, a los muertos del Casco de Santo Tomás, sino a todos los desaparecidos en diferentes partes del país. También existen otros compañeros todavía con más años de participación que estuvieron a lado de Lucio Cabañas, estuvieron al lado de Genaro Vázquez y estuvieron al lado de diferentes movimientos guerrilleros que estuvieron aquí en México y que actualmente están desaparecidos. Cuando nosotros recogemos toda esa experiencia también sintetizamos de alguna manera las causas que dieron origen a las diversas organizaciones que actualmente nos concentramos. Las condiciones de alternancia de poder que se dieron aquí en México apenas en el año 2000, no vinieron a resolver de ninguna manera las condiciones económico-políticas del pueblo mexicano, apenas se dio un cambio de rostro, no hubo una transición y como nosotros preveíamos, lo que se cocinaba era o una transición pactada, incluso con la izquierda institucional en México o bien una alternancia en el poder entre el PRI y el PAN, que es la misma derecha. Cuando nosotros estábamos teniendo una planeación para eventuales insurrecciones en algunos lugares del país o al menos levantamientos que pudieron hacer fracasar ese proyecto de alternancia solamente, es cuando nosotros sufrimos el golpe que nos vino a llevar a la captura de los compañeros Aurora y Antonio y eso nos hace que demos marcha atrás en algunos de los planes que teníamos. Tuvimos que hacer un repliegue estratégico y tuvimos que entrar en condiciones de operatividad difíciles, donde la organización duró meses en recuperarse en cuanto a la vinculación del trabajo que se tenía. Entonces, las razones por las que se levantaron en armas los compañeros de los 60-70 y 80´s, ahí están, no se han resuelto. Actualmente algunos intelectuales, algunos partidos como el PRD y otros desde luego entran al juego de la política para hablar de que hay posibilidades de cambio y de que hay posibilidades de una lucha política solamente para poder cambiar las condiciones en el país, pues nosotros no lo vemos así. No creemos en ese tipo de discursos, no vemos que sea claro el proyecto y desde luego su práctica no demuestra de ninguna manera que estén preocupados por el bienestar del pueblo. Más bien están preocupados por sus corrientes, por sus grupos, por sus posiciones personales de los jefes de corrientes, incluso caudillos dentro de esos partidos. Actualmente nosotros no vemos la situación con la izquierda institucional en México sea igual a la que hubo en aquellos años 60-70-80´s donde incluso había una guerra entre reformistas y revolucionarios. No lo vemos así actualmente, nosotros vemos que dentro de los partidos políticos que hay, aún con toda la crítica que tenemos hacia ellos, aún con toda la desconfianza que les tenemos, sobre todo a sus dirigencias, que en los niveles marginales de esos partidos, hay algunos espacios que se pueden crear e incluso se puede participar. Pero desde luego no se participa con las siglas nuestras, se participa con otras siglas, se participa incluso con sus mismas siglas de ese partido, pero donde la gente, las comunidades, los dirigentes tienen claro que su principal compromiso es su militancia con un proyecto revolucionario como el que estamos desarrollando.
En uno de los documentos del ERPI, cuando se presentan como organización dice: "somos un ejército donde cada quien puede usar el arma que elija, el fusil, la pluma, la palabra, la organización, el arte, el intelecto, las manos, donde la lucha política y armada, legal y clandestina se conjuguen". ¿No se ven como un ejército, ya que ser ejército implicaría usar las armas?
Esto tiene que ver con la concepción que se tiene tradicionalmente de la lucha de este tipo de organizaciones armadas. Nosotros nos valoramos así mismos como una organización marxista leninista, que nos basamos en la ideología marxista-leninista, en la teoría marxista-leninista, pero solo nos basamos, no lo agarramos de una manera dogmática. Lo fuimos, consideramos que fuimos dogmáticos, sin embargo en ese ejercicio autocrítico, sobre todo cuando se da la separación del proyecto original que fue el EPR, nos dimos a la tarea de ponernos a estudiar otra vez, de ponernos nuevamente a hacer análisis de la situación nacional y nos despeja nuestra cabeza el hecho de ver que algunos autores, algunos intelectuales, algunos filósofos, sociólogos, etcétera, estuvieron haciendo teoría durante todos estos años, en los que nosotros solamente nos manteníamos con los viejos manuales marxistas- leninistas, o los temas originales de Marx- Engels. De pronto redescubrimos en Gramsci, Althusser, en el mismo Trotski, en Mao, etcétera, algunas cuestiones de todo lo que ellos desarrollaron teóricamente, que nos parecen útiles. Nos parece adecuado valorar y aplicarlas inclusive, entonces así llegamos hasta autores que actualmente están muy leídos: Noam Chomsky, Petras, Samir Amin, etcétera. Toda una serie de intelectuales, sociólogos y demás que vienen a aportar también de alguna manera al marxismo, quizá no al Marxismo tradicional. Hay todavía organizaciones que tienen una concepción de que el Marxismo-Leninismo se acabó con la muerte de Lenin y hasta ahí es lo válido y lo que venga después ya es revisionismo. Nosotros no estamos de acuerdo. Ahora incluso, la concepción de partido de cuadros ya no lo vemos así. Nosotros creemos que el auténtico partido debe ser un partido de masas y debe ser un partido donde el militante revolucionario, es tanto el que toma las armas, como el que escribe, que participa en la organización abierta, la organización de masas, en su comunidad, que participa con información. Hay muchos compañeros que ya por sus condiciones físicas o incluso por enfermedad no pueden andar en el monte, no pueden participar en acciones armadas, pero que sin embargo se identifican con el proyecto, se identifican con las acciones, se identifican con las reivindicaciones que se hacen en la lucha aún cuando éstas sean armadas y no armadas y que en este caso nosotros no vemos que el militante deba de ser de la manera tradicional, el militante armado, ni que el combatiente, deba de tener una vida casi de monje para recordar un poco algunas experiencias donde incluso se pedía que dejaran a la familia, que incluso si eran poseedores de un carro o tenían propiedades, tenían que dejarlas o venderlos y aportar esos recursos al Partido. En el tiempo de la articulación del Frente Democrático Nacional, futuro PRD, que en un principio se llamó FPN, con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza, donde incluso nosotros sabemos que Cárdenas no era la alternativa, no la era, no la es, todavía para el pueblo mexicano y que nosotros nos expresábamos mal de Cárdenas, decíamos ese hombre es un burgués que nació en sábanas de seda, nació en casa presidencial y demás, ese hombre no va a estar preocupado realmente por cambiar la situación del pueblo mexicano, no es la alternativa Cárdenas. Sin embargo el pueblo tenía una visión diferente o al menos en esas comunidades, como después se demostró, tenía una visión diferente de nosotros. Nosotros adelantábamos juicios y se los queríamos imponer a la población, eso nos costo, no sólo varios días de hambre porque no nos llevaban más de comer, sino que incluso tuvimos que hacer caminatas muy largas por que teníamos enlatados y entendimos que algunos compañeros veían que la lucha política en ese momento podría abrir nuevas cauces en México, en ese momento, estamos hablando del 88 al 90 donde podían ellos participar, en otros casos se dio el hecho de que algunos compañeros decían, bueno pues nosotros queremos preguntarles si debemos o podemos participar en las elecciones y nosotros decíamos que no, es que eso es revisionismo, reformismo, eso es muchas cosas. Y compañeros que algunos estaban dispuestos, incluso habían estado con nosotros en columnas armadas, algunos no estaban en las columnas armadas, pero que si participaban políticamente, sobre todo en cabeceras municipales y tenían a su colonia organizada y tenían a una parte del pueblo que nos apoyaba, que nos daba de comer, y que sin embargo los intereses políticos o la visión de participación era diferente la que nosotros teníamos como organización, como partido pues y la que ellos tenían como pueblo, entonces ellos deciden por su cuenta sin avisarnos, casi de manera clandestina le jugaron al clandestino con los clandestinos y se pusieron a participar en las elecciones y eso hizo que nosotros dijéramos, ya perdimos a los compañeros, ya cayeron en las grietas del reformismo y sin embargo resulta que ganan. Ganan algunos espacios de poder o de gobierno en las administraciones municipales y entonces dicen, ustedes no querían que participáramos pero ya participamos y ganamos y ahora qué hacemos; pues ni modo, pues ya venga pues para acá estos espacios y organicémonos. Y al rato resulta que el comandante de la Policía era compañero y que nos llevaban las armas y que nos llevaban la comida hasta el lugar donde estaban las columnas. Eran compañeros que si no hubieran participado en esas actividades político-electorales no hubiéramos podido colocar de esa manera y no nos hubiera facilitado las cosas. Eso nos empieza a abrir los ojos, donde decíamos, bueno el pueblo nos está dando pautas de cómo participar en algunas actividades sin que perdamos la identidad como proyecto revolucionario y así ellos lo sentían y lo siguen sintiendo de que es posible participar de diferentes maneras, que no necesariamente aquel que reconoce el proyecto revolucionario tiene que estar cargando un fusil o meterse a la clandestinidad o hacer vida de monjes, como se hacía antes, sino que mientras no se pierda la identidad con el proyecto revolucionario y donde estén plantadas las banderas revolucionarias en las comunidades, donde esas comunidades identifique al ejército revolucionario como su ejército, que lo identifique como su organizador, que lo identifiquen como su protector, entonces sólo así, la gente, el pueblo puede ir viendo que el proyecto va adelante y lo hace suyo, no se trata de que las organizaciones vayan y se superpongan a las comunidades, sino que aquel que quiera participar, aunque sea una horas en la columna o que va y se adiestra con un fusil, aunque sea 2dos horas a la semana, es suficiente para nosotros. Para empezar es suficiente para ellos y si para ellos es suficiente, que para nosotros debe serlo. No nos conformamos, vamos haciendo lo posible por que esos compañeros vayan aumentando su participación de una manera más consciente, más entregada, más comprometida, pero igual con aquellos compañeros, algunos intelectuales, estudiantes, amas de casa, obreros que tienen su familia a la cual mantener, y que no están dispuestos a venirse a la sierra y que no es el momento de armas de cientos o miles de gentes y que vamos a hacer con todos allá arriba, cuando realmente ahora el movimiento político-militar debe irse desarrollando simultáneamente y que el proyecto de preparar un movimiento armado, una guerra popular prolongada. Como en este caso hablamos de la guerra popular prolongada, pero también hablamos de las posibilidades del movimiento insurreccional, debemos irlo preparando. Esos compañeros en las ciudades y en el campo, que no necesariamente tienen que agarrar el fusil o no necesariamente tienen que agarrar o participar en acciones armadas de riesgo para demostrar su valor, no lo tienen que hacer, si ellos tienen la disposición de participar en donde quieran lo pueden hacer y no por ello va a ser más o menos revolucionarios que aquel que está arriesgando su vida. Quizá solamente están contribuyendo al proyecto revolucionario, entonces aquel intelectual que se compromete pero realmente, aquel obrero que participa con nosotros teniendo una militancia política abierta, que va a las marchas, que organiza la huelga en su trabajo, aquel estudiante que defiende su centro educativo, aquel campesino que hace las tomas de tierras y lucha contra los caciques, aún cuando, aún cuando no tomen un fusil, también están haciendo acciones consecuentes político-revolucionarias. Entonces no vemos nosotros una distinción fuerte o donde solamente el aparato clandestino, los armados, sean la luz y sean los más buenos en esta lucha, es para todos nosotros una contribución.
¿Qué es la guerrilla y cómo es un guerrillero?
La guerrilla es la acción que pueda organizar un ejército, en este caso en la etapa autodefensiva, la guerra de guerrilla es la etapa que estamos desarrollando en este momento, estamos en una etapa de autodefensa, donde no podemos presentar un ejército regular a otro o ponerlo a otro ejército que tiene no sólo una mayor capacidad de fuego, sino además tiene el desarrollo técnico que nosotros no podemos tener y que en cuanto a superioridad de fuerzas numéricas es mayor. En este caso la guerrilla es el movimiento armado, pero no significa que sea la única expresión de autodefensa que existe, las expresiones de autodefensa que nosotros reconocemos son la autodefensa armada, la autodefensa política, la autodefensa en lo económico y lo político. Es lo que nosotros venimos a definir como autodefensa integral, donde la autodefensa militar, es decir la guerrilla propiamente dicha, se encuentra solamente como una parte de toda esta autodefensa táctica. Algunos le llaman estratégica autodefensiva, y esta forma de ejercer acciones de autodefensa no es una guerrilla que ejerza acciones de represalia o de castigo a los caciques, a la policía o al mismo ejército mexicano, por órdenes de un compañero que se exaltó o por que recibió alguna ofensa de ese ejército, sino por que las comunidades o las organizaciones abiertas, sobre todo las organizaciones de masas así lo decidan. Es decir de las acciones que nuestro ejército hace, no es en base solamente a órdenes del mando superior o de la Dirección Nacional o Local, sino en base de la comprensión de parte de las comunidades o de las organizaciones de que eso es necesario y donde incluso algunas de esas acciones antes de hacerlas, se preparan en lo político y en lo militar. Se prepara a las comunidades para resistir a las acciones de represión y de búsqueda, entonces cuando se ejerza una acción de ese tipo es porque al menos en ese lugar o en ese contexto, las organizaciones y las comunidades están de acuerdo y van a resistir. Por que si nosotros vamos y hacemos una acción armada que va a traer consecuencias de represión, de cateos, de violaciones, de capturas totalmente injustificadas, ese pueblo o esas comunidades son víctima fácil de la propaganda oficial, que dice que los culpables de la represión es la guerrilla, por que si la guerrilla no hubiera hecho esa acción, el ejército jamás los hubiera molestado. Entonces no es la guerrilla, el movimiento armado, solamente sino es el movimiento polítco-social. La autodefensa en lo económico, tiene que ver con la construcción de comunidades insurgentes, la construcción de órganos de poder en las comunidades, que pueden hacer proyectos económicos autogestionarios, que pueden hacer proyectos políticos organizativos en esas comunidades o en esas regiones incluso y que además pueden -cuando ya alcanzan un nivel de madurez necesario- dar las órdenes necesarias o incluso armar unidades donde pueden ellos hacer acciones de represión contra la delincuencia, contra la policía, contra el ejército o contra pistoleros locales. Entonces llega el momento de que esta guerrilla no es el pequeño grupo de combatientes experimentados que estuvieron en diferentes acciones, sino se prepara lo que llamamos la guerrilla dispersa. Son compañeros que van, participan, hacen alguna acción armada y vuelven nuevamente a trabajar, es decir se quitan el uniforme, guardan las armas y siguen trabajando. Se visten de guerrilleros, actúan como guerrilleros, solamente cuando van a hacer la acción. Una vez que hacen la acción, nuevamente vuelven a sus actividades cotidianas. Esa forma de ejercer la autodefensa armada es una manera un tanto más vinculada con el tejido de la comunidad. No es la guerrilla que llega, hace acciones y luego se va, sino que ahí están todo el tiempo. Entonces ese ejército no es una manera tradicional como lo hemos conocido o como quizá lo imaginamos nosotros durante mucho tiempo, sino hay que irle dando al pueblo la autonomía necesaria. El compañero que llamamos guerrillero de tiempo completo, son los compañeros profesionales de la recolección que se encuentran todo el tiempo metidos en este tipo de actividades armadas y que de alguna manera sostienen a la organización con algunas acciones de carácter económico, acciones de carácter militar y que están de manera completa ellos y sus familias. Están vinculados directamente con la organización, es la fuerza central de la organización. Pero el guerrillero no es solamente aquel que participa de tiempo completo, sino también aquel que actúa de manera dispersa, como esos compañeros que acabo de mencionar, que solamente están dispuestos a ejercer acciones militares o estar accionando como guerrilla en su región, que no están dispuestos por ejemplo a irse a otra ciudad o irse a otro estado. En este caso no tenemos por qué forzarlos, porque si los lleváramos a otros lugares, a los cuantos días ya se quieren ir, por que no están ellos ni dispuestos, ni adaptados a estar lejos de sus comunidades. Entonces el guerrillero va definiendo cuál es el compromiso que tiene con la organización, no la organización le impone la forma en la que debe manifestar su compromiso. El mismo debe de medirse y si de pronto quiere experimentar integrarse de tiempo completo o de pronto dice ya no quiero estar de tiempo completo, lo regresamos sin que necesariamente lo vayamos a estigmatizar y decir que ese no es revolucionario. Sencillamente algunos compañeros tienen sus ciclos y eso es muy humano, y aquellos que tenemos más tiempo aquí y que a lo mejor ya quemamos las naves, ya no podemos regresar pues aquí estaremos toda la vida. A algunos compañeros así les ha sucedido, resulta que participan en alguna acción y se quema su identidad y pues ya no pueden regresar sencillamente y entonces ellos no lo ven como una condena, sino lo ven como una consecuencia de su participación revolucionaria.
Una parte de los movimientos armados de los sesentas o setentas pensaba que "el pequeño motor arrancaría al motor grande" y a su vez otros hablaban de la propaganda armada ¿en dónde se posicionan ustedes?
Las experiencias de propaganda armada son por un lado acciones que nosotros hemos valorado muy fuertemente. Las acciones de propaganda armada que todavía como proyecto EPR tuvimos en Guerrero, fueron más de 100. Algunas fueron publicitadas por los medios, otras no, sin embargo más que la publicidad nosotros valoramos que el crecimiento que tuvimos con las acciones de propaganda armada en ese tiempo, fue bastante enorme y creemos que las acciones de propaganda armada deben de continuar, y continúan las acciones de propaganda armada, pero no se publicitan. En estas acciones un comando o una columna llegan armados, encapuchados, uniformados a una comunidad y entran en contacto con la misma, exponen sus ideas, exponen las razones de la lucha. De alguna manera algunas de esas comunidades se van integrando o por lo menos van permitiendo en un principio cómplices de los compañeros por el hecho de permitir que se muevan en las zonas y les dan de comer, les dan información, les proporcionan guías. Pero cuando en esa relación se va dando un conocimiento de la comunidad con los compañeros, cuando esa columna va entrando a formar parte de esa comunidad, en ese momento podemos decir que las acciones de propaganda armada tuvieron sus verdaderos frutos. Por que el hecho de entrar a una comunidad o hacer una acción espectacular que genere los aplausos del pueblo, así como se genera ese apoyo fortuito o ese apoyo espontáneo, también así se puede perder. Es mucho más sólido cuando se hace un trabajo político, que inicia con acciones de propaganda armada de este tipo. Ahora bien, el motor pequeño que enciende al grande nosotros creemos que sigue siendo válido pero no en un sentido en que el núcleo armado, el núcleo de revolucionarios, que inicia un proyecto debe seguir funcionando y debe seguir cohesionándose cada vez más. No tienen por que ser los únicos dirigentes de ese proceso porque como lo que ha sucedido en muchos lugares, de pronto llegan a tener ellos una posición de poder, al rato pueden ejercer un poder omnímodo y poco a poco así se van haciendo las dictaduras de partidos. Esto fue lo que nos sucedió dentro del EPR, donde los compañeros que fueron fundadores, que fueron compañeros que participaron bastante bien en algún tiempo, no quisieron ejercer una acción de autocrítica, no quisieron reconocer que habían tenido fallos. Y esto porque, en el partido siempre se nos había dicho que nosotros éramos lo más bueno de los revolucionarios en México, y no fue así. Realmente cuando surge el EZLN dijimos, ¡y estos! No que éramos los más desarrollados, no que eramos la vanguardia de la revolución en México y aquí está el EZLN, dándonos una muestra de que se habían preparado bastante bien durante muchos años. En este caso su aparición fue magistral, así lo definimos, las tomas que ellos hacen, las formas que emergen y que manejan los medios, el esfuerzo de construcción del EZLN, es algo que debemos valorar y que hemos valorado. Las experiencias del propio Marcos y de otros compañeros del EZLN nos han dado unas ideas bastante buenas, ricas y hemos aprendido de ellos. No compartimos todo lo que ellos han hecho, incluso cómo lo están haciendo actualmente, pero algunas de las cosas que ellos hicieron y cómo surgieron, fue algo bastante positivo. ' Nosotros no creemos que el núcleo principal de una organización revolucionaria deba perpetuarse en el poder. Creemos que el principio de Dirección en cada organización debe ser democrático. El centralismo democrático no debe ser más centralista que democrático, debe ser más democrático que centralista, debe tener su justo medio. Debe encontrarse un punto donde la organización clandestina, la organización armada, deba centralizar decisiones, deba centralizar cosas por razones de seguridad y de operatividad, pero donde no sean solamente esos los iluminados. Sino que deben ampliar la toma de decisiones, para que se haga no sólo con el resto de la militancia armada, con los más clandestinos, digamos, sino incluso con los dirigentes de la organizaciones sociales. La toma de decisiones del rumbo que deba tomar la organización deba ser consultado y consensuado dentro de congresos, reuniones periódicas, con estos compañeros, es decir si nosotros tomamos una decisión que cambie el rumbo de la organización no lo vamos a hacer unos cuantitos, sino que vamos a tener que convocar a una reunión o a un congreso donde ahí se tomen las decisiones que se tengan que tomar. Pero no es una pequeña dirección quien deba tomar estas decisiones. Entonces ese pequeño motor sí, tiene la responsabilidad de iniciar, iniciar que el motor más grande funcione o se eche a andar, pero no se debe quedar para siempre como el alma de estos movimientos.
¿Qué concepción tienen de la sociedad que quieren construir?
Nosotros anhelamos una sociedad socialista, la queremos, sin embargo en este momento no es un objetivo que consideremos de corto plazo. Creemos que en el México de estos años, quizá tengamos que llegar a una sociedad democrático- revolucionaria que no necesariamente se defina como sociedad socialista y que quizá tengamos que pasar por un periodo de transición antes de llegar a una etapa socialista. Incluso como organización en este momento nosotros no vemos que nuestros objetivos sean específicamente de carácter socialista. Pero no por ello nos renegamos o decimos que no queremos el socialismo, sí lo queremos. Es más, queremos el comunismo científico, pero sabemos que no estamos en esas posibilidades en estos momentos, a menos que algo sucediera a nivel mundial y que se presentaran las circunstancias para que varios países se liberaran. En este momento nuestros objetivos son más dirigidos hacia una sociedad democráticorevolucionaria, donde la izquierda tenga el poder pero también pueda irse ganando a las grandes masas, pueda ir armando todo un esquema político-militar inclusive, p.ej. continuar construyendo de manera clandestina organizaciones armadas, independientemente del ejército que ya existe institucionalmente. Nosotros creemos que aún cuando aquí llegara a darse un proceso de transición, la organización clandestina, la organización armada no debe salir a la luz. Quizás la parte política de la organización pueda y deba participar en esa sociedad y fortalecer ese rumbo. Pero toda la parte armada, la no conocida, la que está dirigida por la clandestinidad, debe continuar indeble, no debe tocarse, incluso deba seguirse desarrollando. Creemos que puedan darse coyunturas político sociales en México que pueden tender hacia una transición democrático revolucionaria en el país, pero de ninguna manera se puede decir que vamos a salir todos y que vayamos a dejar las armas, no será así. Sí, vemos posibilidades que hayan cambios en México, que se inicien algunas cosas en México, pero de ninguna manera vamos a dejar las armas.
Ustedes han dicho que hay que utilizar todas las formas de lucha incluso la parlamentaria, ¿Eso quiere decir que tienen un concepto para un partido parlamentario?
No, nosotros no tenemos un objetivo central de formar un partido que participe en elecciones. Lo que nosotros ahorita hacemos, es que los compañeros a través de las organizaciones políticosociales de alguna manera participan dentro de los partidos políticos electoreros. Se trata de alcanzar espacios de administración o de poder a nivel local o municipal, incluso en las cámaras de diputados tenemos experiencias de compañeros que han participado por una u otra sigla de partido diferente, pero su compromiso principal es con el movimiento armado. Estos compañeros que participan a partir de estas siglas no participan como militantes convencidos de esa organización, sino que partimos de que los partidos políticos no deben utilizar al pueblo y hacer a las organizaciones y a los líderes correos de transmisión, sino que las organizaciones sociales, las comunidades, el pueblo, utilicen a ese partido como instrumento que son, para poder alcanzar espacios de gestión, espacios de administración, que nos son útiles. Entonces si reconocemos la posibilidad de la lucha parlamentaria y es más entre más sean mejor, porque así podemos tomar la tribuna para dar posiciones bastante claras de tal o cual problema, caso presos políticos por ejemplo.
¿Cuál sería la garantía de que los compañeros no se conviertan en su momento en otros políticos corrupto más?
Porque son militantes nuestros, y si ellos en su momento se corrompen o ya forman parte de las camarillas de los partidos, hasta ese día serán militantes nuestros, después de esa fecha ya no lo serán y se les retira todo apoyo. Si esa persona no responde a los intereses políticos que se depositaron en él, las instituciones políticas de las comunidades sencillamente acabarán su gestión como diputado o como presidente municipal, pero jamás se le vuelve a dar el apoyo, incluso lo que obtiene es el repudio.
Pero hay experiencias sobre todo en la Ciudad de México de muchas organizaciones sociales, que participan en diferentes partidos políticos y los líderes de esas organizaciones salieron, entonces primero la organización quedó sin cabeza, segundo muchos de esos líderes después de 3 ó 6 años, no pueden regresar al movimiento por que el movimiento ya no los reconoce y tercero la manera que vemos (sobre todo digamos es muy abierto en México pero también en Estados Unidos y en otros países no es diferente) de compra de votos dentro de los partidos, los hacen que de primer paso sean corruptos. Entonces ¿Cómo cuidan ustedes que eso no pase en sus comunidades?
De antemano tenemos que advertir que no hemos alcanzado esas posiciones, al menos en el Congreso. Pero si lo llegáramos a hacer, aquí habría un compromiso bastante claro con los compañeros que se impulsaran hacia allá. Lo que nosotros tenemos bastante es que a nivel de presidencias, regidurías y otros espacios, ahí si lo ejercimos de manera bastante extendida, pero no conocida. Eso se mantiene en secreto y el Estado sabe, de pronto cuando ven algún candidato que dicen pues este a lo mejor ni es del partido tal, sino que este es guerrillero. Lo que hacen es bloquearlo, bloquear su candidatura, y los propios partidos políticos se prestan a eso, entonces lo hemos observado claramente. Ahora no es nuestro objetivo central participar en la actividad parlamentaria, si un día tengamos aunque sea un solo diputado, va a tener un papel digno, eso lo podemos garantizar y si no lo tiene o se corrompe hasta ese día será militante de nuestra organización.
Ustedes comparten el principio "mandar obedeciendo", cómo se refleja en su trabajo cotidiano o en las regiones?
El mandar obedeciendo es un principio que no es otra cosa que ejercer la soberanía popular. Podemos decir que lo ejercemos cuando hemos formado o hemos ayudado a tener una comunidad insurgente. Aquí vamos a definir claramente cuáles son los criterios que nosotros tenemos para definir cuando una comunidad es una comunidad insurgente. Cuando una comunidad tiene aproximadamente el 80% de sus habitantes convencidos y dentro de la estructura política de la organización, es considerada como comunidad insurgente. Cuando todavía son minoría o son menos de la mitad o apenas un poquito más de la mitad nosotros no hablamos de una comunidad insurgente, sabemos que es una comunidad insurgente en construcción y hablamos de Comité de Lucha Insurgente nada más. Y aún cuando sea solamente una familia dentro de la comunidad, dentro de sus tareas políticas es ganarse al resto de la población para el proyecto insurgente. Si para ello tienen que ponerse la cabeza de ir a pedir agua potable o gestionar cosas para el beneficio comunitario, adelante. Pero también tienen el papel de apoyar a los compañeros armados que pasan por su zona; deban darles de comer y los deben proteger y les deben dar información. Cuando se alcanza ese nivel cuantitativo de comunidad insurgente, ahora lo que viene es que cualitativamente tiene que tener un grado de madurez tal que las decisiones que ahí se ejerzan deben ser a juicio de los compañeros y de la organización responsables, maduras, serias, decisiones que la comunidad pueda tomar sin que se contrapongan con los intereses del resto de la población y con los intereses de la organización, y que generen más organización hacia las comunidades vecinas. Cuando es así, podemos decir ahora sí podemos ejercer el principio de mandar obedeciendo, por que no se trata de llegar y decirle a una familia que puede ser 20 y a x que son 20 ya los voy a obedecer, sino que ya hay conciencia suficientemente desarrollada en esas comunidades y se ve que ya están ejerciendo el poder de una manera adecuada a juicio y criterio de los compañeros responsables de esa región o comunidad. Entonces la organización en una ceremonia político-militar se presenta con la unidad armada y frente a todo el pueblo, incluso todos los compañeros se presentan encapuchados, hasta los niños. En esa ceremonia acuden responsables político-militares de la región y se hace entrega de las armas al pueblo, se deposita en ellos la responsabilidad de esas armas y de esa manera ya solamente se mantiene un vínculo político-orgánico con los responsables de la comunidad. Existe un responsable político, uno militar y un responsable de finanzas, y a partir de ahí por ejemplo hay compañeras que se hacen responsables del área social, hay un Comité para mujeres, niños y ancianos, entonces los Comités Insurgentes tienen múltiples nombramientos pero todos son de la misma comunidad. Cuando esa comunidad dice que va a tomar tal o cual decisión, se la comunican a la organización a través del responsable y la organización comparte su opinión. Solamente si vea que no es adecuado, va y se les dice miren compañeros no es adecuado, se tiene un debate, una discusión. Pero si para los planes generales de la organización se ve procedente esta acción incluso armada, la organización obedece. Voy a ponerles el caso de una emboscada que se hizo al ejército donde murieron más de 30 soldados después de El Charco. Después de la masacre de El Charco se habia decidido que no se hiciera una acción armada, no lo decidimos nosotros, lo decidieron las comunidades, el Comité Regional Insurgente, ahí opera un Comité Regional Insurgente. El Comité Regional decidió que no era posible hacer una acción de represalia con todo el dolor que esto causaba y que esperábamos un mejor momento. Algunos compañeros no comprendían la naturaleza de la decisión, opinaban que había que hacer algo ahí en la región, pero si el Comité Regional, los compañeros que viven ahí decían que ahorita no - pues no. Apechugamos, dijimos pues ni modo, pero el día que dijeron ahora sí, la organización se presentó. El compañero responsable dijo necesitamos que nos refuercen aquí y allá, fueron como compañeros de guerrilla regular y el resto fueron puros compañeros de diferentes comunidades, de guerrilla dispersa. Hicieron una acción a las 7:00 a.m. en una carretera nacional, estatal que está como a 10 minutos de la cabecera municipal, ahí hicieron una acción donde murieron más de 30 soldados. La unidad se repliega y entra el ejército con helicópteros y nunca encontraron nada, obviamente esta acción estuvo preparada desde meses antes. Los compañeros en las comunidades ya estaban preparados casi para recibir al ejército, los compañeros perseguidos ya estaban fuera de las comunidades, no hubo cateos, no hubo detenciones, porque ya las organizaciones de Derechos Humanos ya estaban pendientes. Entonces son casos donde si la organización entrega las armas procuraremos que sea lo más responsable posible. Tenemos otro caso, el caso inverso, un compañero que era responsable militar de una comunidad más o menos grande en Guerrero. El compañero se emborrachaba, se robó a dos muchachas, cuando quería cosas iba y las pedía a la gente y le tenían miedo. Un día andaba con el cuerno de chivo colgado dentro de la comunidad y quería balacear a la Comisaría, entonces alguien se animó a buscar otro contacto y dijo oiga, el responsable de allá le tenemos miedo y fuimos en presencia de una Asamblea Popular Insurgente. El compañero fue degradado y expulsado de la organización, no sólo de la organización sino también de la comunidad y se dijo frente a sus padres, hermanos y el resto de la comunidad, que el compañero podía ir de visita a la comunidad pero que si él hacía algo inadecuado que a juicio del Comité Insurgente fuera inadecuado que el compañero fuera fusilado. En ese acuerdo se llegó con su familia y con él y hasta la fecha va de visita y ya no hace cosas, se le perdonó la vida pero también está condicionado, entonces son casos que se nos han presentado y que los hemos resuelto de diferente manera pero aquí lo que nosotros queremos señalar es que nos acatamos al mandato de las comunidades. Pero no de cualquier comunidad, sino de aquellas que ya tienen un nivel de organización político-militar tal que puedan ejercer el poder de una manera responsable.
¿Tienen ustedes una relación con la Coordinación Guerrillera José Ma. Morelos?
No la tenemos de manera única ni a nivel de construcción, incluso podemos decir que nuestras relaciones están frías, porque ellos también vienen del proyecto original, incluso nos conocemos. Sin embargo, ellos comparten una forma, una visión de la lucha que nosotros consideramos todavía tendiente al dogmatismo. Ellos a pesar de que ya no forman parte del EPR se siguen pareciendo mucho. Las relaciones son frías porque han considerado que nosotros no estamos limpios en el sentido de seguridad, incluso ellos piensan que nosotros estamos infiltrados por el Estado. Sin embargo esto es algo que tiene más que ver con los resentimientos que quedaron después de la ruptura, porque hemos de recordar que fuimos los primeros en romper con una de las partes más duras de la izquierda armada en México. Incluso fuimos sentenciados a muerte y sin embargo dijimos bueno, hay que cuidarnos de los dos ahora, y así le hicimos durante buen rato, ese proceso que nosotros identificamos que no estaba bien dentro del EPR y que Después ellos también entran en crisis y empiezan a romper y empiezan a formar varios grupos, primero uno y luego el otro, dijimos ahí está la dialéctica. Se nos quiere poner a nosotros que fuimos los causantes de que el proyecto EPR tronara como tronó. Nosotros decimos no somos los causantes, nosotros incluso éramos subordinados de una Dirección Central, de un Comité Central, que no supo identificar los problemas que había dentro de la organización, que no supo darle una salida adecuada a todo este fenómeno del excesivo centralismo que había, de la falta de información, de la mentira que de pronto llegó a haber con respecto al desarrollo de la organización y la falta de una voluntad de cambio de método sobre todo de metodología de construcción. Los compañeros que actualmente forman parte de la Coordinadora Guerrillera José Ma. Morelos y Pavón, son compañeros que igual como algunos que estamos por acá tienen muchos años de participación en la lucha, sin embargo creemos que su disposición, su voluntad a cambiar, el lenguaje, el discurso, el método, la visión es algo que todavía no logran, eso sí nos diferencia.
En un documento muy reciente, dicen que se tiene que renunciar definitivamente a la política de asesinatos al interior y entre organizaciones armadas. Son experiencias propias que les han llevado a pronunciarse de esa manera?
Es un hecho de alguna manera conocido a secretos a voces de que durante la experiencia del PROCUP-PDLP y demás se dieran al interior del movimiento revolucionario en México, pues "ajusticiamientos", asesinatos decimos ahora, a los que el partido en ese momento todavía PDPR se llegó a reconocer. Digamos el Comité Central se llegó a reconocer, no puedo decir por razones obvias de qué actos estamos hablando en específico. Pero de que fue una práctica que se ejerció en aquellos años es cierto y que en este caso fue una experiencia amarga. No debe repetirse, que las diferencias políticas se diriman de esa manera con tal de mantener un mando, una hegemonía dentro de una organización o dentro de un partido. Es algo que no queremos repetir y que creemos que debe ser un principio para cualquier organización. Incluso con las organizaciones con las que tenemos relación forma parte de nuestras tesis, forma parte de nuestra declaración de principios y nosotros les exigimos a ellos que analicen esa postura nuestra y en todo caso si de pronto hubieran diferencias entre organizaciones o dentro de la misma organización no las dirimamos de esa manera. Otra cosa será y lo es cuando alguien está de delator, cuando alguien roba a la organización, a su propio pueblo o cuando ejerce delitos de esa naturaleza, por corrupción básicamente, entonces ahí si no hay organización que pueda decir que está libre de culpas.
Hace un par de semanas fueron derribados tres helicópteros en Guerrero ¿Ustedes tienen que ver con eso?
No tenemos que ver con esto, aún cuando muchas personas así lo suponen, forma parte del imaginario popular. Es como cuando a veces entrábamos a algún pueblo a hacer propaganda armada y entrábamos unos diez, la gente decía que eran como cien. Así también sucede con cosas que suceden en el estado, hay cosas que sí hemos hecho, que de pronto es adjudicada al narcotráfico. Los compañeros tienen presencia en esa zona, claramente nos han explicado que iban tres helicópteros y que efectivamente fue un accidente. La barranca es muy difícil, son lugares donde hay cultivos de droga y estos se atrevieron a bajar. En el caso de Petatlán no sabemos si fuimos nosotros o no, porque no ha llegado la información. Lo que sí es cierto es que fuera del hecho mismo de la caída de esos fierros, es que en el estado de Guerrero el pueblo, el campesino le han perdido miedo al ejército, le han perdido miedo a los cuerpos policíacos. Eso es precisamente a raíz de toda esta tradición de lucha que tiene el pueblo de Guerrero y de la presencia de grupos armados. Cuando el Estado ha querido asustar a los pueblos, sobre todo aquellos pueblos que se organizan, manda al ejército y todo mundo dice ahí viene el ejército y tiene miedo y se va a sus casas y se retira. En Guerrero no es así, si mandan al ejército, la gente a veces los ha sacado de sus comunidades, el pueblo ha desarmado a unidades de ejército en Guerrero. Tenemos experiencias donde soldados del ejército han sido encarcelados porque han abusado o se han emborrachado o han usado las armas dentro del pueblo y el propio pueblo los desarma, pero también donde la gente común y corriente que ni es narcotraficante ni es guerrillero, se ha enfrentado directamente con unidades del ejército. La sierra está plagada de historias en donde familiares del compañero tal o el amigo de fulano murió en enfrentamiento con el ejército. Se ha perdido el miedo al mayor instrumento de represión que tiene el Estado mexicano y en Guerrero no se juega. Si en este caso se les está disparando a los helicópteros pues eso nos obliga como organización armada a escalar poquito la lucha y ahora les vamos a decir a los compañeros que los tumben, si ya los están tumbando la gente común y corriente ni modo que no los tumbemos nosotros, pero eso significa un escalamiento también porque ahorita con la caída de esos helicópteros se militariza mucho la zona, están deteniendo gente, están cateando, están habiendo retenes, está habiendo muchos problemas.
Dicen que hay droga en la zona, ¿ustedes lo toleran?, ¿cuál es la estrategia para enfrentar esa problemática?
El estado de Guerrero es uno de los principales productores de mariguana, no solo en el país sino en el continente. Hay mucha droga, no solo mariguana sino hay amapola, la goma de la amapola la cual se procesa y se convierte en heroína y ahora también es un lugar de tránsito de la cocaína, donde incluso bajan los aviones que vienen de diferentes países. Hay muchos compañeros que siembran la droga, no la siembran porque la consuman o porque se quieran hacer millonarios, sino porque son muy sencillas las matemáticas. Si sembrar una hectárea de maíz por medio del temporal, les va a dar dos mil pesos al año o por temporada y sembrar treinta o cuarenta matas de marihuana les va a dar casi cincuenta mil pesos al año, pues ahí está sencilla la decisión. Algunos de los compañeros sí la han sembrado y la venden. Eso no implica que no deban participar en la organización o que ya por eso sean gente corrupta, incluso no la fuman, no la consume su propia familia. Cuidan mucho que no haya ese tipo de vicios dentro de la familia, lo ven como un medio de vida y es algo que hasta ese nivel lo hemos permitido. Pero el que la trafica ya no, el que la trafica y que incluso empieza a ejercer abusos sobre otros campesinos, como por ejemplo hay gente que en la misma región compra, acapara, y aquel que no se sujete al precio que esa persona impone puede ser hasta asesinado. Ese tipo de fenómenos nosotros los combatimos, no lo podemos permitir.
¿Pero tienen algún criterio sobre qué tipo de droga está permitido o está tolerado en las zonas?
No les ayudamos a cuidar sus cultivos, no facilitamos ese tipo de cosas, ni la compra, ni el tránsito ni el cultivo mismo, pero por ejemplo no les pisamos su marihuana, no les pisamos su amapola, no se las destruimos, no lo combatimos de esa manera, esa no es la salida. Pero no permitimos el tráfico de drogas, ni que crezca el fenómeno, ni mucho menos la drogadicción. Y sobre todo no nos vinculamos con los grandes capos. Ha habido ofrecimientos de ellos para entrar en una especie de simbiosis conveniente en cuanto a que nosotros les ayudemos a cuidar sus cultivos, que bajemos los helicópteros que fumigan y que les demos seguridad para su transporte a cambio de dinero y armas, incluso a los compañeros que están presos ha habido ofrecimientos directos por parte de algunos capos, de entrar a un negocio. No hemos aceptado esos ofrecimientos, no lo hacemos.
En México hace unos años que las organizaciones sociales lanzaron una campaña que creo que se llamaba "marihuana en vez de cemento" o "no al cemento sí a marihuana", la idea era para salvar sobre todo a los niños de las calles que utilizan cemento porque es muy barato y la idea era legalizar la marihuana, y esa discusión se da en muchos países. ¿No hay ninguna discusión dentro de la organización sobre este tema?
No hay esa discusión de cómo resolver el problema de narcotráfico. El caso de los niños de la calle se da principalmente en las ciudades, yo hasta la fecha no he visto un solo campesino que use solvente, he visto algunos mariguanos, o gente que usa cocaína. Pero la discusión que se da a nivel mundial de la legalización de las drogas, es algo que nosotros no hemos debatido en la organización. Creemos que es más prudente esperar a entrar a ese tipo de debates. Sin embargo adelantando una opinión personal es de que quizá a lo largo el uso controlado con la legalización de algunas drogas pudiera ser una salida para ir sustituyendo el fenómeno del tráfico, desestimular la actividad del tráfico y hacerla tan lucrativa como es actualmente. Pero creo que el fenómeno del cultivo y tráfico de drogas debe de darse en el terreno económico. Si el campesino o productor de esas drogas se ve de alguna manera estimulado y recompensado con otro tipo de cultivos que le proporcione el satisfactor material necesario, pues esta gente no va a tener necesidad de sembrar. Es más, a la gente no le gusta sembrar, le gusta el dinero, no le gusta sembrar ese tipo de cosas porque saben del daño que ocasionan y mucho menos en las circunstancias actuales donde tienen que irse a sembrar a las barrancas, a veces tienen que caminar hasta cinco horas para llegar a lugares donde puedan sembrarla y donde no sepan que ellos la están sembrando. Se ocultan porque es algo que aún cuando mucha gente sepa quien siembra y quien no, de todas maneras es un motivo de vergüenza. Entonces yo creo que lo que se da en las ciudades, eso de querer sustituir el cemento por la marihuana, pues es una salida un poco ficticia.
La guerra que está viviendo el mundo en el Medio Oriente, ¿ha cambiado algo en sus perspectivas de trabajo político a nivel nacional y a nivel internacional?
A nivel nacional lo que nos obliga es a acelerar nuestro proyecto de la edificación del poder popular. Pero sobre todo a nivel internacional, a lo que nos obliga, dada la vecindad con los gringos, es a que podamos y debamos servir de solidaridad a los movimientos y organizaciones que vayan a golpear al imperialismo. Aquí el problema puede darse en el sentido de lo que aconteció en el caso de las torres gemelas. Es algo que nos golpeó a todos, no sólo a los gringos, golpeó a todos porque ahí murieron sobre todo los que no fueron contados, todos los indocumentados que murieron en las manzanas aledañas, que son muertos no oficiales. Entonces del ataque al Pentágono nuestros aplausos. Pero irse sobre los objetivos civiles, así como las torres gemelas, ahí la cosa cambia y desde ese punto de vista nosotros condenamos el ataque contra las torres gemelas. Nosotros como organización político-militar marxista-leninista antiimperialista estaríamos de acuerdo en que se ataque objetivos militares. Pero no podemos contribuir o ayudar o solidarizarnos con una organización o individuos que vayan a atacar objetivos civiles, no podemos ni debemos hacerlo. En una discusión bajo consideraciones políticas de organización a organización o a individuos revolucionarios desde luego, podamos ayudarlos a que golpeen al enemigo, lo haremos, los protegeremos, los informaremos, los trasladaremos, los ayudaremos a que pasen o que golpeen al enemigo, no quiere decir que nosotros vamos a ir junto con ellos, pero si ahorita nuestra función es ayudar a nivel logístico y a nivel político. A nivel político ya lo hacemos, la gente sale a las calles y a nivel general hay una condena enorme del pueblo mexicano, que ha sido de los más castigados por invasiones de los gringos, a la guerra y sobre todo a la agresión gringa. Si el imperialismo globaliza su agresión, pues entonces no vemos porque tengamos que regatear nosotros como organización revolucionaria y que globalicemos la lucha antiimperialista y que nos pongamos de acuerdo de organización a organización, así como los gobiernos se han unido o se coordinan para agredir a las organizaciones revolucionarias, a los pueblos. Nosotros tenemos que ponernos de acuerdo con los compañeros de medio oriente, con los compañeros de américa latina, pues los compañeros de Colombia están esperando el golpe, con los colombianos, venezolanos, bolivianos, brasileños, todo mundo. Las diferencias que hayan entre organizaciones por ejemplo aquí en México, no deben ser un obstáculo, Yo creo que si las relaciones se llegan a dar por cualquier vía, estas sean confiables y no tengan como propósito el terrorismo, nosotros vamos a ayudar y en ese momento nos pueden buscar, siempre y cuando sean confiables los mecanismos de relación. Nos pueden buscar y nosotros los vamos a ayudar, eso es algo que no habíamos dicho y que hoy lo decimos. Entonces si ellos se han coordinado para golpear a las organizaciones y a los movimientos y pueblos, no vemos por qué nosotros no podamos acelerar esta coordinación.
¿Si hablan de coordinarse internacionalmente uno se pregunta por qué no empiezan con la coordinación nacional? ¿Qué es lo que los frena a unirse con el EZLN?
No es falta de voluntad, podemos decir que es una falta de claridad mutua en cuanto hacia dónde van ellos y dónde vamos nosotros. Tal parece que en muchos movimientos, a veces uno se puede llevar mejor con los que nos son de la familia que con los que son de la familia. Incluso, nos sucede con compañeros que han roto con el EPR y que recientemente han formado sus proyectos diferentes. Hemos tenido una relación con algunos de esos grupos, pero ha sido difícil, ha sido lenta, ha sido escabrosa. Con los proyectos que no vienen del EPR no solo ha sido más sencillo, sino también ha habido menos prejuicios, menos desconfianza. Con los compañeros que vienen del EPR, no sólo hay un prejuicio sino hay ya un resentimiento hacia nosotros y de nosotros hacia ellos desconfianza, porque no olvidamos que ellos votaron porque nos asesinaran. Entonces ese es una, la otra, el EZLN tiene sus reservas en relación a nosotros por ejemplo en cuanto al origen nuestro, el origen del EPR. Entre el EZLN y el EPR había más desconfianza del EPR al EZLN y de parte del EPR había una especie de competencia y de alguna manera de subestimación sobre todo de su capacidad y fortaleza político-ideológica. En el caso de nosotros como ERPI aún ya cuando hemos cambiado, somos diferentes y no podemos negarlo. Sí somos autocríticos en relación con el pasado que hubo como EPR como PROCUP-PDLP en aquellos años, el EZLN tiene sus resquemores, sus desconfianzas quizás por alguna de las ejecuciones, por una ejecución de algún militante de las Fuerzas o el EZ, que como PROCUP-PDPL o como PDPR fueron responsables o fuimos responsables. Quizá en el EZLN haya todavía ese dolor, ese resquemor. Nosotros decimos no fuimos nosotros, pero no negamos que fuimos parte de aquella estructura y que por el hecho de formar parte de aquella estructura que sí lo hizo pues hayamos por ello sido cómplices. Pero lo vemos como errores. Si ellos no son capaces de ver lo que fueron, de valorar ese tal cual y quieren continuar con ese dolor, con esa desconfianza, a pesar de que nos reconocemos como fuerzas diferentes, nos respetamos en ese sentido. No nos agredimos pero tampoco esto avanza, queremos aclarar que no es por falta de voluntad nuestra, nosotros hicimos un esfuerzo, dimos un primer paso, el EZLN no respondió, entonces no podemos ir más allá.
¿Pero en la marcha ustedes facilitaron que el EZ pudiera hacer una manifestación en su territorio?
Sí, incluso se las organizamos y los protegimos, pero eso no quiere decir que lo hayamos hecho de una manera de común acuerdo, que haya habido un contacto con ellos, nada de eso. Sino nosotros lo vimos como un deber nuestro, la solidaridad no se regatea. Les organizamos algunos actos y se los hicimos saber a ellos, pero igual ellos correspondieron con un gesto de amabilidad, es la diplomacia entre organizaciones, pero no quiere decir que haya una coordinación.
¿Cuándo terminó la marcha escribió el coronel Aurora una carta al EZ, esta carta era postura de ella o postura de ERPI?
El agradecimiento y el reconocimiento que se hace hacia el EZLN, es un reconocimiento que no regateamos, sin embargo el agradecimiento que hace al EZ, tiene más el estilo personal de la compañera. Pero en general compartimos la postura que la compañera refleja en esa carta, entonces no hay problema. Podemos ser muy críticos con el EZ, si alguien puede criticar al EZ somos nosotros, o sea las organizaciones mexicanas armadas, como no lo van a poder criticar ni las de ETA. Yo creo que las mejores críticas que podemos tener se dan en las mismas organizaciones en México, así tan controversial es el asunto. Pero en general a nivel público se maneja un respeto mutuo de las organizaciones armadas mexicanas, que no quiere decir que no haya diferencias y que de pronto se diga yo no le entro ahí. Incluso a nivel de organizaciones; en nuestro caso hay compañeros que son más severos en sus juicios no sólo con otros, con el EPR, con otras organizaciones con el EZ. Hay compañeros que son más flexibles o más blandos, tienen menos problema para aceptar una u otra cosa, entonces ahí es donde se debe alcanzar el consenso, o muy severos o muy blandos. Yo creo que en todas las organizaciones sucede algo así.