Una extraordinaria actividad revolucionaria se está desarrollando a todo lo largo de la isla.
De todos los frentes de combate llegan multitud de informes y comunicados de acciones que se suceden ininterrumpidamente. Puede decirse que todo el ejército rebelde está en combate. Las líneas de comunicaciones han sido desarticuladas por completo. Las ciudades están aisladas unas de otras en la mitad de la isla. Tres provincias están totalmente paralizadas, las más grandes en extensión y dos de las tres más grandes en población. En aquellas ciudades que mañana no estén convertidas en campo de batalla, la farsa electoral será el espectáculo más escandaloso de la Historia de Cuba. Sería bueno que la dictadura permitiese a los periodistas extranjeros visitar las ciudades de las Villas, Camagüey y Oriente para que vieran la realidad de lo que está pasando.
No circula un tren, un ómnibus, un camión, un automóvil. No se ve un alma en cientos y cientos de [kmtos km] de carretera. Ni un solo campesino en las zonas rurales más extensas de Cuba participará de ese proceso infame. Oriente, Camagüey y las Villas no son como La Habana. En la Habana todavía reina la represión y el terror de la tiranía. Los familiares de los soldados, los burócratas serán obligados a hacer número frente a los colegios como tratan de hacer también con los trabajadores el traidor Eusebio Mujal y su pandilla. Todo un gigantesco aparato de terror y de control se ha puesto en funcionamiento para producir en La Habana las apariencias de unas elecciones. Sin embargo ya todas las cédulas están recogidas, ya todos los candidatos han sido designados de antemano, ya todas las boletas están llenas.
Los que concibieron la Democracia como un hermoso sistema de gobierno del Pueblo y por el Pueblo, jamás pudieron imaginar semejantes elecciones, semejante cinismo por parte de los que precisamente han destruido a la democracia y encima de ello, son tan descarados que tratan a toda costa de hacer creer que el Pueblo vota. No tienen siquiera el valor de quitarse la máscara; son tan estúpidos que aunque no existe un solo ciudadano en este país que crea en esas elecciones ni albergue la menor duda sobre el carácter tiránico y sanguinario del gobierno que está sufriendo Cuba desde hace siete años, se han empeñado en escenificar la repugnante pantomima para [un] engaño ¡dios sabe de quién! porque no hay país en el Mundo, mucho menos de América Latina, que haya presenciado tantas veces espectáculos parecidos, que pueda darle seriedad alguna al grotesco y macabro episodio. Más valía y era todavía más honrado que hubiesen quemado en una gigantesca pira todas las cédulas de nuestros esclavizados ciudadanos, y hubiesen declarado ante el Mundo que son dictadores, que han estado gobernando y quieren seguir gobernando porque se creen amos omnímodos de un rebaño humano, que están ahí porque todavía no le han arrebatado el fusil al último de sus esbirros; eso con todo, sería menos cínico, menos hipócrita, menos miserable, que prostituir de tal modo la palabra elecciones, que pisotear tan desvergonzadamente el Honor y la Dignidad de Un Pueblo entero.
Por nuestra parte no vacilamos en afirmar que jamás Cuba aceptará el resultado de semejante burla, aunque Mr. Smith la santifique y la bendiga. ¡Estúpidos no solo los que han promovido ese espectáculo infamante sino también los que han albergado por un momento la peregrina idea de que van a cosechar con esas siembras de injerencismo, crimen, desvergüenza y traición, algún fruto de paz y solución a los problemas de Cuba! Mas, no nos quita el sueño a los que estamos en el camino recto, porque sabemos que pronto, muy pronto la Revolución barrerá de una vez y para siempre con tanta inmundicia.
1958.
RADIO REBELDE
¡ÚLTIMA HORA!
¡Parte de la comandancia general sobre la batalla de Santiago de Cuba!
¡Repetimos!…
Poderosas columnas del ejército rebelde tienen rodeada la ciudad de Santiago de Cuba.
Las fuerzas enemigas están sitiadas por tierra y tienen cortada la retirada.
El día 30 en horas del mediodía, una fuerza enemiga intentó salir por la carretera de Santiago al Cristo, siendo interceptadas y batidas totalmente, por fuerzas de la columna 9, “Antonio Guiteras”, que manda el Comandante Hubert [Huber] Matos.
El combate comenzó a la una y treinta de la tarde, y duró casi dos horas. De los vehículos enemigos, solo pudo escapar un carro de combate. Tres microondas y un camión blindado, cayeron en poder de nuestras fuerzas. Doce soldados enemigos, quedaron tendidos en el lugar de la acción. Otros seis cayeron prisioneros. Se ocuparon 24 armas largas: 3 fusiles ametralladoras y 21 fusiles, Garand, M-1 y springfields.
Tres gallardos combatientes del ejército rebelde cayeron en la violenta acción, pero conquistaron para las armas revolucionarias, los laureles de la victoria.
El Estado Mayor enemigo, en un esfuerzo por ocultar a las propias tropas su desesperada situación, emitió un parte totalmente falso, anunciando 29 muertos rebeldes, por cuatro del ejército y 3 heridos.
Es inconcebible que la dictadura, haya tratado de tergiversar de tal forma, la derrota sufrida, a las puertas mismas de la ciudad de Stgo. de Cuba, donde todo el Pueblo necesariamente iba a conocer la Verdad, porque no es lo mismo una acción de guerra, que se escenifique en la órbita de una ciudad grande, y las que antaño tenían lugar, en los recónditos rincones de la Sierra Maestra.
Pero eso se explica por el hecho, de que para una tropa sitiada, como está la de la dictadura en Stgo. de Cuba, la derrota del Cristo, constituye un golpe moral tremendo.
Nuestra experiencia de lo ocurrido en las grandes batallas de la Sierra Maestra, nos permite asegurar, que grandes fuerzas de la dictadura están al borde del colapso.