La Mesa de Quito aspira a servir

LA MESA DE QUITO ASPIRA A SERVIR*

Este 9 de enero concluye el primer cese bilateral pactado entre el Estado y el Ejército de Liberación Nacional; al tiempo que inicia el Quinto ciclo de conversaciones en la Mesa de Quito.

Por tratarse de una primera experiencia, reconocemos que este cese aportó en algo, a aliviar la situación humanitaria de millones de compatriotas, sobre todo en aquellas regiones, donde es más critica la situación de guerra, y de persecución política contra líderes y comunidades, que se oponen al régimen dominante.

Este nuevo Ciclo de conversaciones lo dedicaremos a desarrollar la participación política de la sociedad, por medio de un Diálogo Nacional, que avance hacia un pacto de paz, basado en los cambios básicos urgentes que exigen las mayorías nacionales.

Escuchamos los pedidos de diversos sectores y regiones, para que estos diálogos por una solución política del conflicto, se desarrollen en medio del cese bilateral; Para ello, en la Mesa evaluaremos esta primera experiencia, para poder proyectar nuevos momentos de cese bilateral. Fieles al propósito de que los diálogos de paz deben aportar desde ya, a mejorar la situación humanitaria del pueblo; Como una manera de que esta Mesa, le sirva a la gente que más sufre por el conflicto interno.

Desde varios lugares de Colombia, nos escribe la Red Conpaz, y nos pide dejar atrás el concepto de “enemigos”, que sirve de combustible a la guerra, pero para este cambio, se requiere voluntad política de ambas partes. Nosotros estamos en este esfuerzo de buscar la solución política del conflicto, con la convicción de explorar el logro de transformaciones que beneficien al pueblo, por una vía distinta a la guerra. Pero desafortunadamente, lo que observamos, es que la mayoría de la elite dominante sigue pensando en lucrarse de la guerra, sobre todo los “delincuentes vestidos de empresarios”, como los nombra la Red Conpaz.

El año anterior fue un ejemplo trágico, de cómo el régimen fortaleció su máquina de guerra y recrudeció el genocidio de líderes populares que se le oponen; Esto no es voluntad de paz, ni de solución política.

El derrumbe en curso del intento que hacen las FARC, por transitar medios pacíficos para cambiar a Colombia, es un testimonio histórico de cómo las clases dominantes aprovechan los experimentos de solución política del conflicto, para desaparecer a sus contradictores más tenaces, al tiempo que se niegan a ceder tan siquiera una parte de sus privilegios, para acabar con la desigualdad social.

Este derrumbe impacta esta Mesa y pone a tambalear consignas políticas agitadas durante éste diálogo, desde que firmamos la Agenda de conversaciones, el 30 de marzo de 2016.

Está en evidencia el incumplimiento abrumador por parte del régimen, a los acuerdos firmados con las FARC, entonces, esta Mesa de Quito, ¿Que sincronía va a buscar con esos acuerdos?

En momentos anteriores, las FARC y nosotros expresamos que íbamos a buscar desarrollar “dos mesas y un sólo proceso”, ahora ante el desmorone de los acuerdos de la Habana, se demuestran los propósitos reales del modelo de solución política del régimen; Por lo que hoy todos nos piden no repetir ese proceso fallido.

Desde el movimiento por la paz que ha ido creciendo en Colombia, se levantó la bandera de “la paz completa”; pero ahora al fallar el proceso con las FARC, el camino de la solución política, queda aún más incompleto. También, si el régimen no está dispuesto a ceder y se atrinchera detrás de unas “líneas rojas”, el resultado es que se aleja aún más la posibilidad de lograr una paz con justicia social.

Pese a las adversidades, el ELN retoma las conversaciones en Quito, consciente que el camino de la paz es tortuoso, pero vale la pena recorrerlo, en compañía de las mayorías nacionales, que si deseamos un futuro mejor para Colombia.
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* Editorial de la Revista Insurrección Nº 615.