Con profundo dolor recibimos el día de ayer la noticia que confirma la desaparición, tortura y posterior asesinato de nuestros camaradas William Rivera, Jhojan Silva y Luis Cortes Cabezas y el joven menor de edad David Rivera en el municipio de Santa Cruz verde la Florida en el departamento de Nariño. Este hecho se suma a los más de 30 asesinatos de ex combatientes en proceso de reincorporación y la ola crímenes en contra de líderes sociales y defensoras de derechos humanos que alcanza la trágica cifra de 23 asesinatos en los que va corrido del año.
De acuerdo con la información suministrada, todo indicaría que los responsables del crimen son integrantes activos del Ejército de Liberación Nacional que opera en dicha región del país; nos resistimos a pensar que miembros una organización basada en los principios de humanismo estén comprometidos con la comisión de este reprochable acto, razón por la cual solicitamos de manera urgente que el ELN aclare públicamente dicha información.
Por otra parte, cuando suscribimos el punto 3 del Acuerdo Final, nuestra máxima exigencia y aspiración, por la cual seguimos trabajando arduamente, es la materialización de garantías reales y efectivas para la participación política y la reincorporación digna de nuestros combatientes; así mismo plasmamos las herramientas que garantizarían y protegerían la labor que realizan miles de hombres y mujeres en todo el país preservando la vida y el territorio, sin embargo, la realidad de lo ocurrido nos demuestran que el Estado ha incumplido a dicho compromiso, ha sido incapaz de impedir el derramamiento de sangre y es cómplice de cercenar la posibilidad de llevar la Paz a los territorios.
Los esfuerzos por completar la salida política y negociada al conflicto deben continuar y un nuevo Cese al fuego bilateral debe pactarse entre el Estado colombiano y el ELN. Los amigos de la guerra desean continuar su campaña de odio, zozobra e incertidumbre para conducir al pueblo colombiano a un ambiente de violencia generalizada, por lo cual convocamos al conjunto de sectores sociales y políticos, convencidos de la necesidad de la Paz a movilizarse y, a exigir al Gobierno Nacional que cese el derramamiento de sangre, se brinden garantías reales para los líderes sociales, y se desarticulen las estructuras paramilitares en las regiones.
Consejo Político Nacional
Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común - FARC