Nuestro saludo al pueblo colombiano lleno de clamor y anhelo por las transformaciones sociales, que conduzcan a una verdadera paz, que vayan más allá del conflicto armadoy aporte soluciones a los problemas que vive el pueblo y la nación.
Desde su nacimiento el Ejército de Liberación Nacional ha promovido la unidad de las comunidades y organizaciones sociales, para luchar junto con ellas por sus justas aspiraciones y, por ende, jamás nuestras decisiones apuntan a afectar a la población, ni los derechos de los pueblos, así como tampoco su autonomía ni su auto determinación.
Lo anterior ha sido ratificado en nuestros máximos eventos democráticos, y fieles a ellos estamos comprometidos con el cese unilateral decretado por nuestra organización, como un gesto de respeto al derecho que tiene el pueblo a la participación; entendiendo la participación como salida a la construcción de una Nueva Nación, en Paz y Equidad, requisito indispensable en nuestro proceso de diálogo y la búsqueda de la paz.
Los que se oponen a una solución política al conflicto, vienen desarrollando una campaña mediática, sistemática y generalizada de carácter nacional e internacional, con la iniciativa del imperialismo norteamericano, Departamento de Estado americano y la DEA; con el apoyo del Estado colombiano y medios de información funcionales a la oligarquía, con la intención de deslegitimar nuestro carácter insurgente y revolucionario, tratando de vincularnos con el narcotráfico.
Es así, como el 17 de mayo del presente año, el Ejercito gubernamental colombiano en la vereda San Isidro del municipio de Tibú, Norte de Santander, destruyó un laboratorio para el procesamiento de base de coca, y pretende vincular al Frente Guerrillero Juan Fernando Porras del Frente de Guerra Nororiental (FGNO), como responsable de tal laboratorio.
Ante tales afirmaciones, desmentimos y rechazamos de manera categórica tales acusaciones, por falsas y mentirosas. En el ELN no existen laboratorios para tal fin y están rotundamente prohibidos, pues en el ELN existe como política un deslinde con el narcotráfico y el Frente de Guerra Nororiental cumple a cabalidad con dicha política.
Igualmente, el FGNO rechaza la estigmatización que se viene haciendo a la región del Catatumbo, donde si bien existe una problemática de cultivos de uso ilícito, es producto del abandono estatal en materia de inversión social y el fracaso de la política anti narcóticos, al estar fundamentada en el uso exclusivo de la fuerza y la imposición, que no consulta a las comunidades en la construcción de una salida; y por el contrario sus instituciones políticas y militares han estado siempre aliadas con el paramilitarismo y las mafias, para facilitar la presencia de las empresas transnacionales, que buscan despojar del territorio a las comunidades que en ellos viven y a la vez apropiarse de los Bienes Comunes de la naturaleza, utilizando el terrorismo de Estado, como propuesta para afianzar en el poder político a los enemigos del pueblo.
Hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional para que busquemos de manera creativa soluciones para la región, con base en el diálogo junto a las comunidades, para que adelantemos un diálogo serio y constructivo, un debate sano que construya alternativas de vida digna para las comunidades del Catatumbo, y que el gobierno supere el uso irresponsable del micrófono, y que se comprometa con la construcción de soluciones de inversión social para la vida digna de sus gentes.
Frente de Guerra Nororiental
Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez