El lunes 2 de julio inicia el Sexto Ciclo de la Mesa de Conversaciones entre el Gobierno de Santos y el Ejército de Liberación Nacional; en un momento difícil porque,
1. La Delegación del Gobierno ha dicho que no puede adquirir compromisos, como estos:
“El Estado garantizará el cumplimiento y la ejecución de las transformaciones propuestas en el proceso y acordadas en la Mesa”.
“Habrá reciprocidad de las dos partes en el cumplimiento de los acuerdos”.
2. El Gobierno condiciona el diseño completo y el inicio de la “Participación de la Sociedad en la construcción de la paz,” a que previamente se acuerde un cese al fuego.
Las propuestas e iniciativas que arrojen el proceso de Participación, son la base para que la Mesa aborde los acuerdos previstos sobre transformaciones.
Pero subsisten contradicciones sobre la amplitud de la participación en los territorios y sectores sociales, la metodología y diseño para recoger las Conclusiones, y sobre la incidencia efectiva de los mismos.
3. Persisten diferencias que impiden firmar un nuevo acuerdo de cese al fuego bilateral, dado que:
* el Gobierno no acepta el Derecho Internacional humanitario (DIH) como el referente común para pactar acciones y acuerdos humanitarios; y
* el Gobierno se abroga la facultad de calificar hechos y actuar contra el ELN, sin previo informe y calificación del Mecanismo de Veeduría y Verificación.
* Insistimos en que este cese debe avanzar en la solución de la persecución, asesinatos y judicialización a los líderes y lideresas de los movimientos sociales.
* Propusimos al Gobierno hacer durante el tiempo del cese, estos 5 ajustes a la política minero-energética: Respetar y garantizar las consultas populares previas; congelar la venta de oleoductos estatales que está en curso; incrementar las medidas de protección a los líderes y lideresas vinculados a las organizaciones ambientales y minero energéticas; dar curso a un Diálogo Nacional, Ambiental, Minero-Energético.
4. Además, la Mesa tiene aún pendiente por habilitar el plan de Comunicación y Pedagogía para la paz; el Acuerdo de desminado humanitario para el Chinchal, El Sandé y La Montaña, en Nariño; y pactar la forma de implementación de la propuesta de Acuerdo Humanitario Ya para el Chocó.
5. Igualmente nos preocupa, los propósitos de la bancada de la derecha en el Congreso, quien persigue reducir a su más mínima expresión, lo que queda de los Acuerdos firmados con las FARC-EP.
6. El ELN sigue firme en el propósito de lograr la solución política al conflicto, erradicar la violencia de la política y realizar los cambios básicos urgentes; objetivos en los que coincidimos con las fuerzas que en Colombia defienden la paz con trasformaciones, y nos alienta el respaldo que la comunidad internacional mantiene al logro de un país en paz y justicia social.